Utilización De La Hidroxiapatita En Cirugía Maxilofacial. Actualización Bibliográfica
Enviado por danifontesfc • 5 de Octubre de 2013 • 2.250 Palabras (9 Páginas) • 265 Visitas
Dr. Juan Carlos Quintana Díaz1
1. Especialista de I Grado en Cirugía Maxilofacial. Profesor Instructor del ISCM-H.
Resumen: Se presenta una revisión de la literatura internacional actualizada, así como algunas experiencias en nuestro país sobre la actualización de la hidroxiapatita en diferentes afecciones maxilofaciales. Se exponen resultados muy relevantes con este material implantológico altamente compatible con el tejido óseo como en el aumento de rebordes alveolares atróficos, en la preservación de rebordes alveolares, en la cirugía ortognática, en la traumatología, en la cirugía de camuflaje y como relleno de zonas osteolíticas creadas por quistes y tumores. Se detallan los avances logrados en la implantalogía luego de aparecer este material después de la década de los 70, por las ventajas que ofrece a diferencia de otros materiales anteriormente utilizados.
Descriptores DeCS: DURAPATITA/uso terapéutico; CIRUGIA BUCAL; MATERIALES BIOCOMPATIBLES.
Desde hace varios años se han realizado una gran cantidad de investigaciones en busca de un material sustituto de hueso, que cumpla con los postulados emitidos por Scales (1953) y Ashley (1967) de que no sean modificados por los tejidos blandos, no causar reacciones inflamatorias, ser esterilizable, no sufrir desplazamiento carcinogenético, etc.1,2
En los últimos años la hidroxiapatita ha sido sometida a numerosas investigaciones. Se plantea que es un material cerámico de fosfato de calcio totalmente compatible y poco tóxico, que puede presentarse como un compuesto policristalino, denso o poroso que se convierte en parte integral del tejido vivo.3-6
Su biocompatibilidad primero fue demostrada por Frame7 en animales de experimentación, a los cuales les colocó el material y posteriormente realizaron estudios histológicos donde se demostró que este material se podía emplear en humanos. Denissen8 y Kent9 fueron los pioneros en el empleo de este material en humanos, lo que dio como resultado que la implantología dental creciera de manera espectacular no sólo en el aspecto profesional y la cantidad de pacientes atendidos, sino por la realización de numerosas investigaciones que exponen resultados muy alentadores con respecto a los diversos materiales empleados anteriormente, a los cuales supera la hidroxiapatita.
Desde 1986, en nuestro país, el Centro Nacional de Investigaciones Científicas (CENIC) ha obtenido hidroxiapatita densa y porosa a partir de reactivos químicos sintéticos y mediante la transformación química de los corales porites-porites cuidadosamente seleccionados por experimentados oceanólogos. En 1989 se comenzó a aplicar en humanos en la cirugía maxilofacial, en la periodontología, en la ortopedia, en la neurocirugía y otros.10,11 Es por ello que este artículo tiene el propósito de revisar y ofrecer al lector un estado actual sobre los avances logrados en la implantología desde que se comenzó a utilizar la hidroxiapatita en diversas afecciones maxilofaciales, pues en muchas ocasiones era necesario realizar intervenciones quirúrgicas muy complejas, y con el empleo de este material se minimizan en cierta forma.
Los esfuerzos dirigidos a encontrar materiales con las características adecuadas para la restauración o sustitución del tejido óseo en los seres humanos, ha determinado no sólo la necesidad de encontrar tales materiales, sino que constantemente se elaboren nuevas tecnologías para perfeccionarlos y dotar a los cirujanos de biomateriales ideales que cumplan con las exigencias más modernas en este campo.
Los alentadores resultados obtenidos en el mundo con la aparición de diversos materiales bioactivos como la hidroxiapatita han sido asombrosos, pues poseen la capacidad de establecer intercambios químicos y de formar enlaces interfaciales con el tejido vivo, lo que favorece los procesos de integración y crecimiento del nuevo hueso, por lo cual estos materiales han tenido gran desarrollo y aplicación en los últimos años.10-13
La hidroxiapatita es el principal componente mineral del hueso, por lo que las diferentes formas sintéticas obtenidas han resultado ser química y cristalográficamente similares, aunque no idénticas a la hidroxiapatita natural del hueso; de ahí que hayan recibido una atención especial para su uso como sustituto de injerto óseo. La biocompatibilidad de la hidroxiapatita sintética ha sido sugerida no solamente por su composición, sino por los resultados obtenidos en su implantación en vivo, los cuales han demostrado la ausencia de toxicidad local o sistémica, pues provocan inflamación o respuesta a cuerpo extraño.10 Las investigaciones tienen estudiadas una gran variedad de hidroxiapatitas densas y porosas que pueden encontrarse en forma de bloques o gránulos.
Varios investigadores han demostrado la oposición directa de nuevo hueso a este material sin que intervenga tejido fibroso,12,13 de ahí que en la cirugía maxilofacial haya tenido una excelente acogida para rellenar faltas óseas creadas por quistes o tumores, traumas, enfermedades congénitas y otras intervenciones quirúrgicas como:
• Aumento de rebordes alveolares atróficos.
• Cubierta de implantes metálicos.
• En la profilaxis de la reabsorción de los rebordes alveolares.
• En la cirugía ortognática.
• En la cirugía de camuflaje.
• Para rellenar defectos óseos creados por quistes o tumores.
Aumento de los rebordes alveolares atróficos
El empleo de la hidroxiapatita en esta afección ha dejado atrás diversas técnicas quirúrgicas que se empleaban desde hace muchos años sin los resultados esperados, pues se producía un elevado número de fracasos, como eran las profundizaciones de los surcos vestibulares, los injertos de cartílago, de hueso de cresta ilíaca y otros.
Según reportes de la literatura, cuando se ha usado para aumentar los rebordes alveolares autoinjerto de hueso se encuentra una pérdida del 50 al 100 % del peso original del producto en los primeros 5 años.14 Contrariamente, la hidroxiapatita se mantiene y puede soportar completamente la función de una prótesis inmediatamente después de la implantación.9,10
Se han empleado diferentes técnicas quirúrgicas para su colocación como la incisión directa sobre el reborde alveolar, la creación de un túnel subperióstico con un espansor del mucoperiostio y la inyección posterior del material y la colocación en combinación con hueso autólogo.9,15,17
Estas investigaciones indican un mejoramiento significativo para un largo período, incluso hasta más de 6 años comparados con otros estudios donde se empleó el hueso autólogo. Las complicaciones fueron mínimas e incluyeron evasión, migración de partículas, subrellenos y pérdidas del material, problemas que en nuestra opinión
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