ÉTICA PROFESIONAL EDUCATIVA ¿ES NECESARIO O NO HACE CRECER COMO PERSONA?

ÉTICA PROFESIONAL EDUCATIVA ¿ES NECESARIO O NO HACE CRECER COMO PERSONA?

Actualmente, cuando pensamos en un profesional nos inclinamos únicamente por reconocer como profesional a un individuo que ha sido formado por conocimientos y saberes mediante una educación formal y que posteriormente ha adquirido un título que lo determina como una figura profesional para actuar en el servicio del bienestar de la sociedad o entorno que lo rodea, pero quizás en algún momento de nuestra vida nos hemos detenido para analizar y tomar conciencia de lo que realmente significa el adoptar o apropiarse de un título que certifique a una persona como profesional, entonces ¿Qué es ser un profesional? Ser profesional es aquella persona que inicialmente adquiere su sabiduría, conocimientos pertinentes y necesarios, con unos parámetros que lo determinan para enfocarse y desempeñarse en la práctica de su formación en el campo de acción o área en la cual se ha formado previamente, con el objetivo de brindar su servicio social a la comunidad teniendo buenas aptitudes, valores éticos o vocación para ejercer su respectiva profesión. Toda persona profesional debe ser consciente sobre la importancia de interiorizar y apropiar principios que lo determinen o caractericen por el cumplimiento de su ética profesional, pero ¿Qué es la ética profesional? Se refiere al conjunto de normal o principios por los cuales debe regirse una persona en el ámbito laboral, trata de establecer la conciencia de responsabilidad en la ejecución de la profesión, mediante los valores que tiene cada persona, incluso se puede asegurar que la ética es un principio inviolable y como profesional debemos poseer calidad moral en el ejercicio de nuestro rol en este caso como educador.

Ser educador es reconocer además que estoy formado integralmente, además de estar formado por conocimientos y aprendizajes, soy ser humado como cualquier otra persona y estoy conformado por elementos éticos que me conllevan a asumir con responsabilidad mi profesión, como demostrar los valores humanos, nuestro enfoque participativo y creativo en la sociedad, el desarrollo de nuestras habilidades y aptitudes. Por lo tanto, como educadores debemos cumplir con el funcionamiento del código ético que sobrelleve a regular nuestras acciones, los estándares de comportamiento y se generen acciones que se reflejen los actos, conductas positivas y conciencia social.

La ética profesional educativa me sirve para reconocer todo el compromiso que se adquiere como docente y su responsabilidad social, en donde se debe efectuar una enseñanza con calidad, creatividad, que se evidencie carisma, empatía y vocación por la labor que se está ejecutando, la lealtad en su servicio, los valores que lo definen convirtiéndose así en educador en una figura que sirve de modelo para quienes se rodea. El docente ético es un individuo digno, comprometido, responsable y honesto.

Una manera de hacer uso de nuestra ética profesional es fijarnos en nuestras metodologías de enseñanza, ya que en algunas ocasiones los docentes pierden un poco el horizonte de su enseñanza, dejándose llevar por lo rutinario o lo tradicional, pues ser maestro no necesariamente es entrar al aula de clases y dictar una teoría para posteriormente sentirnos satisfechos por cumplir el objetivo de nuestro deber, por lo tanto es de suma importancia que tomemos sentido de pertenencia y responsabilidad, nos preocupemos un poco más por incluir métodos o técnicas para enseñar de una manera más didáctica en donde logremos captar la atención y fomentar la motivación en nuestros estudiantes en la importancia de la adquisición de aprendizajes significativos y así prestar nuestro servicio mediante un transcurso o desarrollo educativo más completo.

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