GENERALIDADES DE LA ÉTICA concepto "ética" es necesario remontarnos a sus orígenes

GENERALIDADES DE LA ÉTICA

Para poder tener un mejor manejo del concepto "ética" es necesario remontarnos a sus orígenes, en la antigua ciudad de Grecia, ya que el significado de la ética tiende a mucha confusión actualmente. Algunos autores la relacionan con la búsqueda del bien común o con el actuar bien, lo cual lleva a una ambigüedad del concepto.

La palabra ética proviene del griego "ethos" que significa inicialmente "morada o lugar donde habitan los hombres y los animales"; pareciera que fue el poeta Homero el primero en dar este primer significado. Sin embargo, posteriormente la palabra fue utilizada por Aristóteles para designar lo que entendía como hábito, "carácter o modo de ser". Con el transcurso del tiempo, el concepto se relacionó con la costumbre y la conducta que se establecían en un determinado lugar.

Por otro lado, la palabra moral tiene su origen en el término latino "mores", cuyo significado es "costumbre". A lo largo de la historia, el concepto de moral se ha ido enriqueciendo con una serie de matices diferentes. Es por esto que resulta muy difícil exponer una definición que abarque todos los rasgos específicos de cada una de esas morales históricas. Sin embargo, en general, podemos definirla como el conjunto de normas, aceptadas libre y consecuentemente, que regulan la conducta individual y social de los hombres. De allí la confusión que existe hoy al utilizar los conceptos de "moral" y "ética".

Una vez aclarado el concepto de ética, debemos hacernos la siguiente pregunta: ¿Por qué es importante estudiar sobre la ética? Responder a esta pregunta es fundamental para poder comprendernos a nosotros(as) mismos(as) como seres humanos. El filósofo Aristóteles (384 a. C.-322 a. C.) decía que el fin último de toda persona es ser feliz. Sin embargo, las personas suelen confundir la felicidad con el placer, la riqueza o la fama; pero al final estos son solo vehículos que nos pueden llevar a la felicidad, pero en sí mismos no son la felicidad. Ahora bien, ¿cómo pueden el hombre y la mujer alcanzar la felicidad? Según Aristóteles, la ética responde esa pregunta.

El hábito es un comportamiento repetido regularmente con algo de raciocinio. Quiere decir que, si repites un mismo comportamiento o actividad hasta acostumbrarte a ella, entonces tú tienes un hábito. Por ejemplo: Arreglar la cama todas las mañanas después de haberte levantado. Otro ejemplo de hábito sería: Llegar siempre puntual a todas las citas que tengas programadas. Sin embargo, algunos hábitos son buenos y otros no lo son. Los buenos hábitos te ayudan a ser una mejor persona, mientras que los malos hábitos te destruyen.

El problema que plantea Aristóteles es que algunas personas piensan equivocadamente que, con realizar una buena acción en su vida, ya esa actividad las convierte en una mejor persona. Aristóteles utiliza la frase "una golondrina no hace verano' para aclarar que con arreglar una sola vez tu cama en las mañanas o llegar puntual una sola vez en la vida, eso no es suficiente para que te conviertas en una persona moralmente correcta, más bien debes realizar estas actividades hasta que se conviertan en costumbres. Las buenas costumbres (derivadas de los buenos hábitos) nos facilitan alcanzar la felicidad, según este filósofo. En pocas palabras: el hombre feliz es aquel que vive bien y obra bien. Los hábitos nos ayudan a construir una buena vida si los realizamos de forma adecuada; sin embargo, los malos hábitos pueden llevarnos a los vicios y estos, a su vez, a una vida desordenada y destructiva.

Hoy, el tema de la felicidad es un asunto muy complejo para el cual no cabe una sola respuesta unánime. ¿Quién puede pretender decir que posee el secreto de la felicidad y dedicar su vida a extenderla universalmente, como si a todos los seres humanos conviniera el mismo modo de vida buena? Por esta razón, la filósofa Adela Cortina nos explica que hablar hoy de ética es hablar sobre los deberes que debe cumplir un(a) ciudadano(a) para que pueda contribuir a la construcción de una sociedad más humana. Uno de los obstáculos que presenta la sociedad actual es una publicidad engañosa que invita a las personas a un consumismo vacío y efímero. Muchas veces confundimos la felicidad con los productos que nos ofrece el mercado, pero en el fondo son felicidades ilusorias. El buen uso de la razón nos debe llevar a superar las ilusiones que nos distraen de los verdaderos problemas que presenta la sociedad y de nuestro deber para construir un mundo más justo.

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