ÉTICA Y EMPRESA

UNIVERSIDAD DISTRITAL FRANCISCO JOSE DE CALDAS

ETICA Y SOCIEDAD

JUNIO DE 2015

ÉTICA Y EMPRESA – ÉTICA Y TRABAJO

La ética es definida como la ciencia que estudia la moral, dicho con otras palabras, ella es la encargada de clasificar las acciones humanas en buenas y malas dependiendo de un juicio moral. Del mismo modo, se entiende por moral al conjunto de normas sociales que rigen los comportamientos humanos.

La relación de estos valores en los aspectos cotidianos del hombre ya es otra historia. La cultura, las leyes, el deseo de aceptación, el sentido común, el carácter personal, entre otros, son factores decisivos en la aplicación o no de ellos en la vida.

El sitio de trabajo es uno de los tantos lugares donde se presenta el idilio entre lo ético-moral, y la decisión personal. Nuestras decisiones están condicionadas por estos conceptos que han trascendido en el tiempo. Creemos que algo está bien, porque siempre se ha creído que está bien, no porque lo este. Son muchas las situaciones que nos ponen a prueba, y aunque lo ideal sería que siempre se busque el beneficio colectivo que es lo que dicta la ética, el razonamiento personal muchas veces señala en otra dirección. Esa tendencia hacia la trampa, hacia la corrupción, hacia el beneficio personal, también ha sido permanente en la historia. La envidia, los celos, el egoísmo son sentimientos tan  antiguos como el hombre mismo.

Por lo anterior la ética cumple el papel de reguladora dentro de las relaciones humanas. De hecho podría considerarse un salvavidas, pues de no ser así el mundo ya se habría consumido así mismo. Y no es que la humanidad sea ética, pero los pequeños asomos de esta conducta han servido para mitigar en cierto modo las conductas humanas.

Hablar de ética empresarial en un contexto capitalista es un tanto utópico. Sabemos que los grandes imperios se han fortalecido gracias a la ausencia precisamente de ella. Los salarios cada vez son más reducidos, las condiciones laborales más inhumanas, los jefes más explotadores. El acoso laboral se ha convertido en algo común y paradójicamente poco denunciado, las empresas discriminan en el sentido de que no están adecuadas para recibir personas en condición de discapacidad, sin contar que los requisitos que solicitan los empleadores llegan a rayar con lo absurdo. La ley hace el papel de verdugo y defensor, interviene como una “protectora” de los derechos que día a día se ven vulnerados, y a la vez, cumple el papel de proxeneta de los mismos. Sin embargo, se habla de ética empresarial.

Muchas de las empresas adoptan “valores corporativos” y los hacen parte de su filosofía empresarial, incluso estos valores se pueden ver posteados en los pasillos de muchas de ellas. La propaganda hacia una ética dentro del trabajo, que dignifique, respete y honre el trabajo, ¡existe! Lo irónico, es que solamente se queda en el papel. Y mientras muchas de estas corporaciones siguen presumiendo su compromiso hacia una ética laboral, sabemos que la mayoría de ellas, continúan eligiendo el camino de la trampa, la ventaja, el atajo, y que eso no va a cambiar mientras nosotros, quienes componemos las compañías, ya sea en la parte gerencial u operaria, sigamos pensando y enseñando a nuestros hijos a que el camino deshonesto es el más fácil, esa situación continuara perpetuándose indefinidamente. El cambio empieza desde casa, y no sólo enfocado a la ética empresarial, si no en todos los aspectos de la vida.

...