Ética De La Empresa
Enviado por RicardoFloresQ • 30 de Abril de 2015 • 1.511 Palabras (7 Páginas) • 215 Visitas
1. Génesis de la ética empresarial
El origen de la preocupación actual por la ética empresarial radica en la demanda social ante las actuaciones faltas de ética de las empresas. Por eso las reflexiones de este campo se han orientado, con frecuencia, más a evitar que se repitan esos hechos escandalosos que a promover directamente una comprensión de su práctica en la organización empresarial. Aunque es cierto que se discutieron algunas temáticas planteadas en términos de ética y economía, como situaciones en las cuales se aplicaba la ética —por
ejemplo, en los tratados de moral con enfoque casuístico— no se puede hablar de la ética empresarial en los primeros cincuenta años del siglo XX.
La ética empresarial empieza a gestarse sólo a partir de la aparición de empresas diferenciadas de la empresa pequeña tradicional, por su organización formal y jerárquica y por la separación de la dirección y la propiedad. Comienza, entonces, una creciente reflexión ética sobre las actuaciones de las grandes empresas y su gestión. En los años
cincuenta se aborda sistemáticamente el análisis sobre la responsabilidad social de las empresas y sobre la gestión como profesión. Estos planteamientos se hacían predominantemente en el marco de tradiciones religiosas —sobre todo protestantes y católicas—, que pretendían aplicar determinados planteamientos morales al mundo de la empresa y de los negocios.
Al final de la década de los cincuenta y durante la de los sesenta es notable el
desarrollo de la doctrina social de la Iglesia y de las reflexiones teológicas sobre las realidades terrenas y el mundo del trabajo. Se debaten los planteamientos de Teilhard de Chardin sobre el sentido cristiano del trabajo en el mundo. Aparecen las grandes encíclicas Mater et Magistra y Populorum Progressio, lo mismo que la constitución pastoral Gaudium et Spes del Concilio Vaticano II, donde se profundiza en la ética social católica.
Como consecuencia de la guerra de Vietnam, durante los años sesenta se produce una creciente movilización contra aquello que identifica a la cultura estadounidense. Se cuestionan las actividades de las empresas a partir de las consecuencias sociales de sus actuaciones y se critica el papel imperialista de las empresas norteamericanas en los países del Tercer Mundo. En esa década también el Club de Roma hace referencia a las consecuencias ecológicas del desarrollo industrial y al consumismo como estilo de vida.
Estas preocupaciones por las consecuencias sociales de las actuaciones empresariales llevaron a formular el concepto de la responsabilidad social de la empresa, más allá de los intereses individualistas de los propietarios y directivos. Lo más importante es el cambio de perspectiva: se pasa de la persona a la organización en el tratamiento de los problemas. Este
cambio gradual se hace desde el supuesto de que existe un contrato social implícito entre la sociedad y la empresa: la empresa tiene obligaciones con respecto a la sociedad y tiene que elaborar su política sabiendo que tendrá que dar cuentas ante la sociedad. Los años sesenta fueron un período de expansión de la reflexión académica sobre las obligaciones de las empresas hacia los diversos grupos sociales, lo mismo que sobre la relación entre desarrollo humano y crecimiento económico. Se siente la necesidad de una formación económicosocial en el mundo universitario, la cual se realiza mayoritariamente en el marco de instituciones vinculadas a iglesias cristianas. Según R. T. de George:
El desarrollo de la Business Ethics como especialidad comenzó en los
años setenta. Teólogos y pensadores religiosos habían desarrollado el
área de la ética de los negocios y continuaron desarrollándola.
Profesores de management continuaron escribiendo y enseñando sobre
la responsabilidad social de la empresa. El nuevo ingrediente que se
añadió fue la entrada en la temática —por diversas razones— de un
significativo número de filósofos. (1987; 201-207).
La entrada de los filósofos, de hecho, va ligada a la preocupación por aclarar cuál es el estatus moral de las empresas. Sin abandonar la preocupación por las cuestiones individuales, surge una reflexión ética específica sobre la organización como tal. Pero como observa Joseph M. Lozano:
Es necesario subrayar que muy a menudo estas reflexiones que hablan
en términos empresariales tienen todavía como referencia la concepción
de la empresa que se tiene desde la perspectiva de la dirección, y por
eso no nos ha de sorprender que uno se empiece a preguntar también
hasta qué punto, en definitiva, la Business Ethics no es otra cosa que la
legitimación (o la coartada) de un sistema económico y de determinadas prácticas que tienen lugar en su seno. (1999; 40) Ciertamente, hacia finales de los años setenta y primeros años de los ochenta aparecieron
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