10 Claves Para Enseñar A Interpretar
Enviado por cala32 • 8 de Septiembre de 2011 • 2.693 Palabras (11 Páginas) • 893 Visitas
10 claves para enseñar a interpretar
Algunas reflexiones para empezar…
1. Trabaja la interpretación con todo tipo de textos
2. Utiliza textos auténticos
3. Utiliza textos paralelos, opuestos o relacionados
4. Incluye textos multimodales
5. Aprovecha las prácticas vernáculas previas
6. Evita la respuesta única o la corrección convergente
7. Fomenta el diálogo entre el alumnado
8. Pregunta sobre el propósito y el punto de vista del autor
9. Fomenta la relectura y el análisis de los puntos relevantes
10. Ayuda al alumno a relacionar la lectura con su mundo
Algunas reflexiones para empezar…
Varios factores socioculturales, políticos, económicos y tecnológicos han operado cambios trascendentales en la naturaleza de los textos y de las prácticas lectoras que desarrollamos hoy en día. Hoy leemos más que hace un par de décadas, leemos otros textos y lo hacemos de manera diferente. Entre otros factores:
1. Leemos en situaciones nuevas, con otros formatos otros géneros discursivos.
Seguimos leyendo libros, revistas y folletos, pero también chateamos por Messenger, enviamos SMS con el móvil, participamos en foros y wikis en Internet, compramos un billete de avión en una web, etc. En la calle, sacamos dinero de un cajero automático, pagamos un parking o consultamos una información turística en un ordenador público. Leer es más diverso y cada situación, formato y texto crean sus propias particularidades.
2. Leemos imágenes, vídeos y esquemas virtuales, además de letras. La portada de un periódico electrónico incluye vínculos, fotografías y vídeos, e incluso gráficos interactivos; la interfaz de un programa de correo electrónico (Gmail, Hotmail) o de una red social (Facebook, Tuenti) indica con iconos, colores, sonidos e imágenes las utilidades disponibles. Leemos textos multimodales que combinan diversidad de códigos.
3. Leemos textos procedentes de cualquier lugar del planeta, gracias a Internet, al incremento de las publicaciones y a la globalización. Leemos escritos realizados por hombres y mujeres de todas las edades, etnias, culturas, religiones e ideologías. Leer es más difícil que antes, cuando solo accedíamos a los textos escritos por miembros de nuestra comunidad (por hombres, adultos, españoles, católicos y de una misma ideología).
4. Cualquiera puede difundir sus opiniones -en Internet sobre todo, pero también en papel-, gracias a la libertad de expresión, la tecnología y la globalización. No hay tantos controles de calidad sobre la veracidad y la fiabilidad de una información. Vivimos rodeados de basura escrita, de textos que exageran, ocultan, manipulan o engañan. Leer es mucho más estratégico que antes, porque requiere saber navegar entre tanta información para hallar lo que se busca y separar la basura de las perlas.
En definitiva, hoy se lee más que ayer, textos más diversos y sofisticados; los textos han adquirido formas, funciones y características notablemente diferentes a las de antaño. Por todo ello, enseñar a leer no puede limitarse solo a adquirir la mecánica fonográfica (a relacionar la letra con el sonido, a oralizar el texto), o a desarrollar los procesos cognitivos de comprensión (a activar el conocimiento previo, hacer hipótesis, confirmarlas al procesar la prosa, autoevaluar la propia comprensión, etc.). Si tenemos en cuenta los cambios mencionados, es imprescindible dotar la enseñanza de la lectura de una dimensión más social y crítica.
Aquí usamos precisamente el término interpretar / interpretación para destacar esa nueva dimensión. Interpretar un escrito es algo más que comprenderlo. Si comprender es “construir” el significado de un texto (visto como mensaje comunicativo), interpretar requiere tomar conciencia del uso y del valor que tiene un texto en nuestra comunidad (visto como artefacto social y político). Interpretar es darse cuenta del tipo de texto que leemos, de las maneras con que se utiliza, de los efectos provoca, del estatus que adquiere con él su autor, de la opinión y la actitud que nos genera a los lectores, etc. Interpretar es todavía más difícil que comprender, porque lo incluye.
Quizá algún docente desconozca los ejemplos citados más arriba o considere sin más que no son prácticas lectoras que deban tratarse en la escuela, puesto que ésta debe centrarse en los libros de texto y los manuales. Se equivoca. Muchos alumnos ya son nativos digitales, chicos que han crecido con un móvil en el bolsillo, una pantalla en su habitación, un Ipod en el oído o Google y Wikipedia como principal fuente de información. Para ellos leer y escribir es eso y el futuro que les espera también avanza en esta línea. Si la escuela debe preparar para el futuro, la enseñanza de la lectura debe atender las formas de lectura electrónica, además de continuar tratando las fuentes tradicionales del saber, con papel y bibliotecas de ladrillo.
Quizá otros docentes crean que solo deben enseñar a “comprender” porque la “interpretación” es algo personal y la escuela no puede transmitir ideologías. También se equivocan. Si damos a entender que los textos son “neutros” o que siempre aportan datos “objetivos y veraces”, estaremos formando ciudadanos ingenuos y manipulables. No se trata de inculcar ninguna ideología, sino de mostrar cómo hoy en día se usan los textos para transmitir las ideologías; cada alumno puede desarrollar sus puntos de vista personales. La enseñanza de la lectura debe enseñar a leer tanto los textos académicos como los del día a día.
10 claves para enseñar a interpretar
Las diez claves que siguen son orientaciones sencillas y ejemplificadas para dotar a la práctica y la enseñanza de la lectura de una dimensión más crítica, fomentando la interpretación contextualizada. Se dirigen a los docentes de todas las materias, puesto que la lectura es una práctica transcurricular:
1. Trabaja la interpretación con todo tipo de textos. Una idea -muy extendida aunque no escrita- sugiere que solo es posible interpretar textos de opinión (prensa, publicidad, debates políticos) porque los discursos académicos (manuales, libros de texto, apuntes, etc.) solo exponen datos objetivos. Se trata de un error.
Por una parte, cualquier texto adopta el punto de vista del autor y, aunque solo incluya datos empíricos, hay una selección y una priorización de los mismos que responden a un punto de vista particular. A veces, el sesgo ideológico puede estar en los ejemplos, en las fotografías o en la elección de las palabras. Por otra parte, interpretar un texto no se reduce solo a recuperar la ideología o el punto de vista del autor, también incluye desarrollar las posiciones
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