10 razones para ensayar cada nueva presentación
Enviado por jaqueGA95 • 17 de Febrero de 2018 • Apuntes • 494 Palabras (2 Páginas) • 117 Visitas
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10 razones para ensayar cada nueva presentación
Cuando en un curso de oratoria o de presentaciones en público digo de forma contundente que es obligatorio ensayar, la mayor parte de los asistentes se sorprenden y muchos refunfuñan. Creen que es cansado y que exige una dedicación de tiempo extra innecesaria. Es verdad que nos gustaría evitar «perder» el tiempo, tan escaso, dedicándolo a ensayar, pero sin duda es una buena inversión y los resultados merecen la pena.
Ni las mejores habilidades personales pueden sustituir una buena preparación, que incluye —como mínimo— un ensayo completo. ¿Las razones? Por lo menos éstas:
- Te expresarás con mayor claridad. No es lo mismo «pensar» que «decir». Verbalizar nos obliga a concretar, a encontrar las palabras adecuadas, a construir frases correctas y a establecer un orden coherente. Si decimos nuestro discurso por primera vez cuando tenemos al público delante, corremos el riesgo de expresarnos con poca fluidez y precisión, de divagar y traicionar nuestro pensamiento.
- Podrás mejorar el contenido. En el ensayo detectarás si te faltan información, ejemplos, datos, complementos visuales, etc. Es el momento de tomar nota de los retoques que consideres oportunos.
- Controlarás el tiempo. Es la única forma de saber el tiempo real que necesitas para decir todo lo que has preparado. Ensaya con un reloj delante y controla lo que tardas en pronunciar cada parte. Tienes que adecuar el mensaje al tiempo disponible. En caso de excederte, prioriza los mensajes principales y no corras. Es mejor reducir contenido que exponerlo de forma acelerada.
- Te permite contrastar si lo que habías pensado que dirías es comprensible para el público. Grábate y analízate después. Ponte en el lugar de los asistentes y comprueba si tu discurso es claro y ameno.
- Pondrás a prueba los apoyos audiovisuales como el Powerpoint y verás si se adaptan al contenido. No tienen que ser un estorbo sino un complemento: a veces sobran diapositivas o falta alguna para ilustrar algún concepto importante.
- En el ensayo, te familiarizarás con la presentación en Powerpoint, Prezi, etc. y tendrás más coordinación de movimientos, ritmo expositivo y mayor contacto con el público. Para moverte con naturalidad en la sala, y para que tu intervención sea fluida, tienes que dominar las presentaciones y demás recursos audiovisuales.
- Mejorarás mucho tu lenguaje corporal. Grábate, obsérvate, escúchate y corrígete. Trabaja la «teatralidad». Toma conciencia de tus movimientos corporales: qué lugar ocupas en la sala, cómo está tu cuerpo, cómo se mueven tus manos, etc.
- Podrás mantener el contacto visual con tu público ya que evitarás muchos movimientos oculares propios de la improvisación, que desvían la mirada.
- Mostrarás más entusiasmo y confianza. Fíjate en el paralenguaje, especialmente en el volumen, en la entonación y en las pausas. ¿Es coherente el tono de voz con el mensaje que quieres transmitir y con el movimiento del cuerpo?
- Te dará seguridad. Tendrás el discurso mucho más trabajado y, cuando estés ante el público, podrás centrar la atención en «lo que dices» y en «cómo lo dices».
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