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ACTIVIDADES PRÁCTICAS: MODOS DE CONDUCIR EL AULA


Enviado por   •  22 de Junio de 2019  •  Trabajo  •  3.248 Palabras (13 Páginas)  •  452 Visitas

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ACTIVIDADES PRÁCTICAS:
MODOS DE CONDUCIR EL AULA

Actividad 1

A veces la realidad no es tan simple como la teoría. Por ejemplo, a pesar de las tan alabadas ventajas que presentan las actividades de vacío de información y de resolución de problemas, ¿qué ocurre si los estudiantes simplemente negocian el significado en su lengua materna? ¿Hasta qué punto está de acuerdo con las dos hipótesis sobre el discurso del alumno tratadas en la sección 2.10? ¿Su experiencia como docente las confirma o las desmiente (si no tiene experiencia como profesor, reflexione como estudiantes de otras lenguas)? ¿Por qué?

En mi experiencia como estudiante de idiomas, siempre he pensado en el aula como un espacio al que no solo se va a aprender sino también a convivir con las diferentes culturas, individualidades y formas de pensar de otras personas; por lo tanto, pienso que la interacción es uno de los pilares del aprendizaje vivencial. Y, como todo lo que aprendemos se logra a través de la práctica, concuerdo con lo que manifiesta Swain (1985) “(…) uno aprende a hablar hablando”. (p.248). Así pues, estoy de acuerdo con las dos hipótesis sobre el discurso del alumno. Considero que tanto las actividades de vacíos de información, de resolución de problemas, y el andamiaje son herramientas que están dirigidas a fomentar la producción oral en la lengua meta, la intervención individual y colaborativa, la corrección mutua, y la práctica de lo aprendido en clase.  Además, estos ejercicios ayudan a mejorar las estrategias comunicativas de los estudiantes en la lengua meta, crean un ambiente afectivo y social en el aula que fortalece el espacio de interacción humana, permiten reconocer las diferentes formas de pensar, las opiniones y las otras formas de interactuar que coexisten clase, logrando así procesos de aprendizaje motivadores. Sin embargo, muchas veces en la aplicación de estos procesos de interacción en clase se observa el uso de la lengua materna en situaciones relacionadas a la negociación del significado. Al respecto, considero que mientras el uso de la L1 no sea desmesurado y se dé en situaciones en las que sea necesario entender aspectos gramaticales, no debería ser considerado como un problema ya que ayudaría a fortalecer la comprensión en la lengua meta. Asimismo, creo que la intervención del docente en este tipo de prácticas es crucial ya que no solo le permitirá observar las situaciones en las que los estudiantes usan la L1, sino también le permitirá regular el uso de la misma de acuerdo a su propio criterio de enseñanza.

Actividad 2

A continuación, se presenta una lista de distintas maneras de "proceder" dentro del aula (tipos de actividades), las cuales, en teoría, facilitan la autonomización en la clase de lengua. ¿Hasta qué punto cada una potencia el aprendizaje autónomo? ¿Qué ventajas y qué inconvenientes encuentran a cada manera de "proceder" si tuvieran que emplearlas en sus clases? ¿De qué otras maneras se les ocurre que se podría estimular la autonomización del alumno en clase? Responda a las tres preguntas para cada caso.

(P. Ur 1996:236)

  1. Las lecturas. Los alumnos escogen en la biblioteca del centro lecturas individuales simplificadas, de distintos niveles y temas, y las leen en clase a su ritmo.

Esta actividad es una estrategia para desarrollar la motivación del estudiante quien elige voluntariamente el material del que aprenderá. Un posible inconveniente sería la forma de evaluar ya que cada lectura comprende un tema y nivel distinto. Propondría una actividad de interacción en pequeños grupos, formados de acuerdo al nivel de la lectura, en la cada estudiante comparta información sobre su tema correspondiente.

  1. La respuesta a un ejercicio de comprensión oral. El profesor pone la grabación de un texto sobre un determinado tema y pide a los alumnos que anoten los puntos que han comprendido.

Esta actividad no está orientada a potenciar la autonomía del estudiante, pues en este caso ya existe un material predeterminado y pautas establecidas por el docente; por lo tanto, el estudiante no participa en la preparación de la actividad por la que desarrollará su propio proceso de aprendizaje. La autonomización podría lograrse a través del intercambio de saberes adquiridos de la actividad entre los estudiantes.

  1. Como conclusión de una unidad, el profesor reparte entre los alumnos una ficha de autoevaluación para que el estudiante mismo pueda comprobar si ha alcanzado los objetivos de aprendizaje determinados, ha aprendido los contenidos lingüísticos seleccionados y las estrategias de aprendizaje aplicadas para conseguirlo han sido eficaces.

Esta actividad favorece la capacidad de gestionar el propio aprendizaje (Holec, 1980), pues permite que los estudiantes evalúen lo que han aprendido, auto reflexionen sobre sus procesos de aprendizaje, y sean conscientes de los objetivos que han alcanzado. Definitivamente, la autoevaluación es el motor inicial y el eje central de cada aprendizaje (Giovannini, Martin Peris, Rodriguez y Simon, 1996).

  1. Las preguntas del libro de texto en clase. Se ha proporcionado a los alumnos una lista de preguntas del libro de texto para que las respondan por escrito. Cada alumno las contesta individualmente.

Esta actividad está dirigida a trabajar la capacidad de comprensión, pero no necesariamente estimula la autonomización, ya que el proceso de aprendizaje no ha sido definido por el estudiante. Si esta actividad se realizara en grupos con el objetivo de negociar el significado, se impulsaría la autonomía gracias al trabajo en cooperación y a la auto motivación para lograr objetivos específicos.

  1. El profesor propone en clase la realización de una actividad cuyo objetivo principal consiste en reflexionar sobre cómo aprender el vocabulario y memorizarlo mejor. Se trata de trabajar técnicas de retención y activación de vocabulario, y llegar a un consenso sobre cuáles consideran más apropiadas.

Definitivamente, esta actividad promueve la autonomía del estudiante al permitir que reflexione sobre sus procesos de aprendizaje, comparta sus ideas sobre técnicas para resolver problemas y proponga estrategias de aprendizaje que usa en su propio proceso. De esta manera, se impulsan estilos diferentes para que el estudiante encuentre la mejor forma para aprender de manera eficaz (Giovannini et al., 1996).

  1. Al finalizar una actividad, el profesor hace una puesta en común con toda la clase sobre cuál creen que es el objetivo de la actividad que acaban de hacer (les da diferentes opciones) y si consideran que lo ha cumplido.

Esta actividad brinda a los estudiantes la posibilidad de reflexionar sobre los distintos modos de alcanzar objetivos en clase, así como los procesos y estrategias de aprendizaje implementadas. Al compartir estos aspectos, los estudiantes ponen en práctica su autonomía, contrastando opiniones y comprobando si se han alcanzado resultados, ya sea de manera individual o grupal.

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