ADOLESCENCIA Que la “verdad” sea dicha
Enviado por Natalibelencasta • 15 de Diciembre de 2016 • Documentos de Investigación • 3.735 Palabras (15 Páginas) • 228 Visitas
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ADOLESCENCIA
Que la “verdad” sea dicha
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Contenido
INTRODUCCION
CONCLUSIÓN
ANEXO
ENTREVISTA 1
ENTREVISTA 2
INTRODUCCION
Para el presente trabajo nos resultó sencillo conseguir a los adolescentes, para la primera entrevista, a la cual decidimos realizar en un lugar público de la ciudad. La idea fue tomar muchos testimonios para enriquecer las concepciones que el grupo tenía sobre el MUNDO ADOLESCENTE, así a posteriori poder cotejar con los resultados finales si realmente estábamos en lo cierto con nuestras hipótesis previas. En primera medida se entrevistó a una pareja de jóvenes, a la hermana de una amiga en común y al final decidimos optar por la que hicimos a un par de chicas, la cual fue producto de mera coincidencia, en lugar y tiempo del cual salían del colegio.
La selección por la entrevista que se plasmaría en el siguiente trabajo, fue unánime debido a que entre las dos se expresa una exquisita dicotomía en opiniones, la cual resultó beneficioso en relación con las teorías vigentes de “Adolescencia: ¿crisis o normalidad?, aparte de ser rica en contenido y beneficiosa para los fines a los cuales pretendíamos llegar.
Luego de hacer una breve reseña a los entrevistados acerca de que conceptos se hacia la entrevista; una de las chicas, a la que llamaremos con el seudónimo de “Mica”; se notó natural y expresiva, gesticulaba constantemente con sus manos (lenguaje no verbal) lo que acompañaba a su léxico muy fluido al comienzo, el cual fue decreciendo hacia el final de la entrevista. En cuanto a la otra chica que, llamaremos “Vale”, se mostraba con una actitud más cerrada y reservada, teníamos que apartar nuestra atención hacia Mica, para que Vale se muestre interesada y conteste. En ningún lapso fijó realmente sus ojos de manera directa hacia los dos entrevistadores, solo mantenía una mirada distante, como si a lo lejos. Llegamos a la conclusión de que Vale fue la que generó en nosotros intriga y curiosidad porque, aunque narraba pocas palabras, muy finamente pensadas y aparentemente analizadas con previa anticipación, resultaban aún más enriquecedoras para las hipótesis que se fueron generando a lo largo del transcurso de la entrevista.
A decir verdad, cuando concluyó el encuentro y nos retiramos del lugar teníamos un sentimiento de goce y alegría porque, en una primera impresión, teníamos la certeza de haber conseguido todos los fines que el grupo se había propuesto. Pero luego cuando volvimos a reproducir la grabación resultante de la entrevista, el en cual se percibió con más claridad (incluso imperceptible en el momento real del discurso entre el entrevistador y el entrevistado) la gama de matices, de cómo y qué se dijo, con inflexiones de la voz, que se acomodaban una y otra vez frente al recuerdo del acompañamiento gestual que tenía cada chica al momento de hablar, lo que forjo un sentimiento de extrañeza en nuestra persona al notar cuantas contradicciones se hallaban en la aparente fluidez de dialogo en cuestión. Aquí, es decir, en ese momento se tornó enriquecedor o se resignificó cada palabra mencionada por Bleger en su artículo en cuanto a las disociaciones y contradicciones, que si bien se sabe “esos datos no deben ser evaluados en función de que sean ciertos o erróneos, sino como grados y fenómenos de la misma disociación de la personalidad de nuestro objeto de estudio”[1]
En cuanto a la entrevista con Marta, la que resultó específicamente pactada, pero a decir verdad, no se respetaron los horarios por parte del entrevistado, que en este caso es la mamá de una ex compañera de la carrera que incluso cuando fue invitada para realizar la actividad, siempre se mostró muy curiosa por saber cuál era el contenido de la entrevista, el cual no fue revelado hasta el momento mismo de la cita. Fue un momento muy particular donde se mezclaron emociones no solo propias a las preguntas en cuestión, sino más bien a sentimientos que fueron emergiendo durante el transcurrir de los minutos, incluso llegamos a especulación de que nuestra propia presencia generó la creación de otros puntos afectivos (que al igual con lo que paso con las chicas de la primera entrevista, iremos haciendo acotaciones como pie de página).
Ambas entrevistas, fueron de lapso breve a medio, pero enriquecedoras en contenido con la más amplia calidad, se hicieron preguntas, que a nuestro parecer eran cerradas, pero que luego los entrevistados mismos fueron ampliando, manejando el decurso mismo de la entrevista y generando así otros nuevos interrogantes que incluso antes no fueron formulados por los miembros del grupo, sino mero producto de la espontaneidad momentánea.
CONCLUSIÓN
Cuando nos damos a la tarea de pensar acerca de LO QUE SIGNIFICA LA ADOLESCENCIA, se nos ocurren muchas preguntas, la primera de ellas es ¿para quién debe significar algo, para el adolescente o para el adulto? ¿para la familia, el sistema educativo, la sociedad?, el adolescente que siente, sufre y está expuesto a una serie de situaciones que muchas veces no entiende, su cuerpo que le "grita", su mente que en muchas ocasiones está turbada porque no sabe cómo manejar lo que pasa en el resto de su cuerpo, su familia (especialmente los padres), que según como hayan vivenciado su propia adolescencia, lo entienden o se encuentran igual de aterrados que ellos, lo que nos lleva a más preguntas y la principal de ellas es la que da fundamento a este trabajo ¿qué es la adolescencia, una crisis o un paso? y para responderla, si esto es posible, creemos que hay que recorrer lo que diversos autores nos señalan y ver si realmente se relaciona con lo que se ve y vivencia en la actualidad.
En esta sección queremos hacer especial hincapié en preguntas que se formularon, por ejemplo:
- ¿Qué piensan ustedes que es ser un adulto? ¿Qué requisitos tienen que cumplir? (para el adolescente).
- ¿Cómo considera la adolescencia en la actualidad? (para el adulto).
Las cuales explicitan la opinión acerca de “qué entiende una generación” (“adolescencia”) de la otra (“adulto”) y viceversa. La entrevista número 2, que nos embarcó en un sentimiento de sorpresa ante la expresión de Clara “para mí la adolescencia se cortó, como que no hay” donde surgió una nueva hipótesis, que antes en realidad no teníamos demasiado en cuenta. ¿Qué ocurrió si es que, la adolescencia no existe más? ¿realmente alguna vez existió? Y de acá, se podría visualizar el germen de varias ramas teóricas en respuesta a estos interrogantes, como por ejemplo cuando Mead que con sus estudios en Samoa nos hace repensar realmente si estas características (como el mal carácter, berrinches, desobediencia) que en nuestra cultura occidental son tan tajantes y propias de esta “Fase” o “periodo”, en otras culturas se ven completamente desmentidas, y pone en peligro a nuestra concepción acerca de su misma existencia. En cuanto a la respuesta de los jóvenes, que coincidían con teorizaciones previas de los autores acerca de lo que la adultez significa para nuestra cultura, como por ejemplo, Francois Doltó cuando comenta que;
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