"APROXIMACIÓN PARA UNA SOLUCIÓN FRENTE A LA SEGURIDAD CIUDADANA EN EL DISTRITO DE SURQUILLO".

INTRODUCCIÓN

La gente se siente cada vez más insegura, la delincuencia y la violencia urbana les quitan el sueño a casi todos los peruanos. La inseguridad ciudadana es hoy un tema clave en las agendas políticas del Gobierno, los medios de comunicación ponen también lo suyo, sobredimensionando y exacerbando los hechos delictivos.

Tasas de homicidios que se incrementan exponencialmente cada año, temor de salir a la calle y dejar nuestra casa sin alguien cuidándola, guachimanes por doquier, etc., son algunas de las tantas piezas del acuciante drama de la inseguridad ciudadana.

La respuesta fácil --ayer y hoy-- ha sido siempre la misma: discursos enérgicos y aumento de penas en los códigos penales, el resultado casi siempre el mismo: ninguno.

Una de las explicaciones de este dramático fracaso ha sido entender el complejo asunto de la inseguridad ciudadana como un mero asunto de represión policial que serviría para capturar a los delincuentes y condenarlos a severas penas, la realidad ha demostrado hasta la náusea que ese esquema no funciona, pues las penas no se pueden aplicar por la congestión e inoperancia de la justicia y las cárceles solo sirven para perfeccionar a la delincuencia.

El problema de la inseguridad ciudadana no es, como ingenuamente se piensa, solamente un asunto de más policías o más recursos o leyes más duras, sino un problema de la sociedad en su conjunto.

La Implementación del Plan debe hacerse con la participación de actores y agentes del distrito y esto involucra no solo a la Municipalidad Distrital sino también al vecino común y corriente que va hacer el beneficiado con los resultados obtenidos, pero la apuesta de desarrollo necesita también la participación del sector privado; lo cual debe definirse, sobre que se refiere su participación, toda vez que este sector pudiera entender que su participación se reduce únicamente al financiamiento de las metas y objetivos propuestos.

Para lo cual se debería elaborar una propuesta de modelo de gestión basada en la participación de las organizaciones sociales en torno a las líneas y objetivos estratégicos identificados en el Plan de Desarrollo del Distrito.

La participación para la ejecución del Plan de Desarrollo Integral necesariamente debería agrupar a los representantes de todo el distrito, asignándoles no solo las labores y funciones para su desarrollo agrupados por comités y estos a su vez dentro de cada línea, sino también capacitación para la elaboración de proyectos y participación en los trabajos de gabinete, teniendo en cuenta los niveles y limitaciones.

Es en ese contexto que he visto por conveniente desarrollar el trabajo aplicativo grupal titulado: “APROXIMACIÓN PARA UNA SOLUCIÓN FRENTE A LA SEGURIDAD CIUDADANA EN EL DISTRITO DE SURQUILLO”

CAPITULO I

DESARROLLO DEL TEMA

A. CARACTERIZACIÓN DE LA PROBLEMÁTICA

La inseguridad ciudadana se define como el temor a posibles agresiones, asaltos, secuestros, violaciones, de los cuales podemos ser víctimas, hoy en día, es una de las principales características de todas las sociedades modernas, y es que vivimos en un mundo en el que la extensión de la violencia se ha desbordado en un clima generalizado de criminalidad.

A continuación, presentamos la vertiginosa transición de la delincuencia en el país y las causas que originan esta incertidumbre de inseguridad en la sociedad peruana:

Entre las causas de inseguridad que se detectan, está el desempleo que vive una gran cantidad de personas; las personas que atentan contra los bienes y la integridad física de los ciudadanos lo hacen, frecuentemente, por no tener un empleo estable que les garantice ingresos suficientes para mantener a su familia.

También, se identificó a la pobreza como otra causa que puede generar agresividad y que causa, además, altos índices de delincuencia que, generalmente, se ubican en las zonas marginales de la ciudad.

La falta de educación es otra causa. La escasa (y, muchas veces, inexistente) educación de los ciudadanos genera delincuencia, agresividad y, por supuesto, inseguridad en aquellas personas que se mantienen al margen, pero que son los que sufren las consecuencias de esta situación.

Asimismo, la cultura tan pobre de nuestra población genera altos índices delictivos y de agresividad contra las personas. Puede afirmarse que, cuanta menos educación y cultura tengan las personas, más propensas a la delincuencia y al crimen serán.

Caminar por las calles de Lima ya no es tan fácil como era antes. Ahora, es común que, al despedirnos, nos digamos “ten cuidado” o “cuidate”. Nadie está exento de ser víctima de un asalto y esto genera un miedo constante.

La persona o institución que sufre un robo se ve privada de lo que es de su propiedad, lo que causa daño al patrimonio de personas, empresas, instituciones y del propio país. A veces, esto ocurre con violencia. Se genera un clima de desconfianza, desesperanza y desánimo, de manera que la persona que es víctima de un robo se cuida más y toma medidas más estrictas y excluyentes en perjuicio de los que no roban.

Esto encarece los costos de la vida, pues obliga a instalar medidas de seguridad que implican contratación de pólizas de seguro, contratación de infraestructura de seguridad (paredes, rejas, cerraduras, etc.), contratación de personal, creación de áreas de seguridad en las instituciones y de instituciones de vigilancia en el país, entre otras medidas de protección.

Otro de los aspectos relevantes y sumamente peligroso que ocasiona inseguridad, es el caso del abuso sexual, en donde no solo sufren los acosados, sino también los agresores, los testigos, los padres, las madres, los hermanos, los familiares: en definitiva, la sociedad entera. Los testigos de la violación padecen bloqueos emocionales, intelectuales y alteraciones de conducta que les pueden llevar a un final funesto. Sus sufrimientos no son transitorios y pueden desafiar un desarrollo futuro normal. El abuso sexual acarrea desconfianza en la víctima, además de originar conciencia de culpa y vergüenza en ella, pues, en cierta medida, queda la culpa inconsciente de haber incentivado dicho acto.

Por otro lado se encuentran los casos de los secuestros o raptos, el acto delictivo tiene como consecuencia la violación física y psicológica. Los secuestradores juegan con los sentimientos de los familiares de sus víctimas al amenazarlos con la muerte de estos, si no pagan por el rescate. Asimismo, los delincuentes abusan físicamente de sus víctimas si estas no son rescatadas.

Todos los aspectos antes referidos, los vive actualmente la población consecuentemente se encuentran atemorizados

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