ARTE DE LA GUERRA.

El Arte de la Guerra es denominado como el mejor libro de estrategia de todos los tiempos; fue escrito por un general chino que vivió alrededor del siglo V antes de Cristo, llamado Sun Tzu.
Ésta es una obra no sólo está basada en la guerra, es para comprender las raíces de un conflicto y buscar una solución. “la mejor victoria es vencer sin combatir”, nos dice Sun Tzu, “y ésa es la distinción entre el hombre prudente y el ignorante”.

En este ensayo le daremos una nueva perspectiva a la obra del general, dando una opinión crítica desde su resolución aplicada en la Ingeniería Financiera; así observaremos una manera eficaz de aplicar las estrategias en el mundo financiero y empresarial para poder derrotar al enemigo.

CAPITULO 1→ SOBRE LA EVALUACIÓN

“La guerra es de vital importancia para el Estado; es el dominio de la vida o de la muerte, el camino hacia la supervivencia o la pérdida del Imperio: es forzoso manejarla bien.” 1

En esta cita se hace referencia a conocer la estrategia, la planeación y la desarrollar los procesos y actividades coherentemente integrándola y que el estado equivale a compararla como la empresa o el negocio. Esa vida o muerte es permanecer o desaparecer del mercado y que nuestros competidores nos podrían llevar a la destrucción o fortalecernos en un camino de supervivencia.

Para empezar, es necesario tener un dominio sobre sí mismo, un ejecutivo o el líder de una empresa debe conocerse explícitamente, saber sus fortalezas y debilidades, si no conoce su propio cuerpo, sus limitaciones, sus reacciones o su seguridad de acción, no podrá tener el poder de identificar y conocer otros factores externos. Por lo tanto, el primer paso que se necesita realizar es la conquista de uno mismo, tanto interna como externamente. De esta manera sabremos reaccionar ante los ataques para conservar nuestro Imperio.

Hay que valorarse en términos de 5 factores fundamentales y hacer comparaciones entre diversas condiciones de las empresas rivales.

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Es de tener claro que aplicando estos cinco factores el gerente estará en la capacidad para reaccionar a cualquier cambio inesperado y estará   listo para enfrentar cualquier batalla, además, estará en capacidad de reducir la incertidumbre y resolver problemas en este mundo tan caótico.

El arte de la guerra se basa en el engaño. ¿Qué nos quiere decir esto?

Hay que ser inteligentes y planear una estrategia concisa, aparentar ante la competencia y no dejarle entrever nuestros planes, ya sea a la hora de sacar un nuevo producto o acerca de la organización que mantiene la empresa.

CAPITULO 2→ SOBRE LA INICIACIÓN DE LAS ACCIONES  

“Nunca es beneficioso para un país dejar que una operación militar se prolongue por mucho tiempo.”

Cuando la empresa comienza con sus actividades dentro del mercado, la competencia inmediatamente nos considera una amenaza, nuestros potenciales clientes serán “defendidos” por ella, es decir, la competencia luchará porque no le quitemos su territorio; sin embargo, nuestra estrategia es lograr que el cliente se vuelva a nuestro favor y en menor tiempo se obtengan resultados positivos, así las finanzas serán menos perjudicadas, porque si extendemos demasiado la guerra, el tiempo de más significa dinero que gastamos que a su vez debilitará nuestro flujo de caja y se verá transmitido en el ánimo de la empresa, reflejando pesimismo y transmitiéndolo a los empleados de la empresa.

Por ejemplo, cuando mantenemos una guerra de precios contra otra organización y extendemos el tiempo de campaña, se puede traducir en una crisis financiera; es por eso que no debemos dejar que se prolongue esto.

“Sé rápido como el trueno que retumba antes de que hayas podido taparte los oídos, veloz como el relámpago que relumbra antes de haber podido pestañear”

El líder debe   tener   una   estrategia   efectiva   con tantas tácticas y estratagemas como sea posible, contar con varios planes, es decir, si el plan A falla tener el plan B y preparando a entrar el plan C por si falla el anterior. La velocidad marcará la diferencia ante el objetivo que se tiene: “el cliente”.

Cada vez que el gerente logre ganar batallas con las estrategias, es decir, introduzca sus productos al mercado y obtenga la preferencia de los clientes, la competencia se debilitará y nuestra empresa se fortalecerá por lo cual las ventas crecerán y habrá mejor apalancamiento financiero. Un punto clave es el equipo, por lo que no se les debe olvidar recompensarlos por los logros alcanzados.

“Si utilizas al enemigo para derrotar al enemigo, serás poderoso en cualquier lugar a donde vayas”

Habrá momentos en que nuestra competencia será tan fuerte que tendremos que buscar aliados para que no nos perjudique gravemente; una buena estrategia es unir fuerzas con otra competencia para lograr derrotar a la más fuerte en ese momento. Por ejemplo, cuando una nueva empresa penetra en nuestro territorio fuertemente, una manera de “luchar” contra ella es reunirnos con nuestro competidor y acordar precios para proteger nuestro territorio y nuestros clientes.

C A P I T U L O III → SOBRE LAS PROPOSICIONES DE LA VICTORIA Y LA DERROTA

 "Practica las artes marciales, calcula la fuerza de tus adversarios, haz que pierdan su ánimo y dirección, de manera que, aunque el ejército enemigo esté intacto sea inservible: esto es ganar sin violencia. Si destruyes al ejército enemigo y matas a sus generales, asaltas sus defensas disparando, reúnes a una muchedumbre y usurpas un territorio, todo esto es ganar por la fuerza."

¿Cómo interpretar esto? Pues bien, en practicar la disciplina de estudiar los movimientos de tu competidor y obtener la mayor información de éste, así como de los clientes, es decir, saber el terreno que estás pisando, para poder así prever los próximos movimientos de tu contrincante y establecer una estrategia para que salgamos victoriosos en los ataques. Podemos usar un placebo para que crean que estamos ganando territorio y clientes, por lo que ellos se sientan sin ánimo y eso nos pueda dar una ventaja para lanzar un nuevo producto o algo similar.

Sun Tzu nos dice que debemos emplear no menos de tres meses en preparar nuestros artefactos y otros tres para coordinar los recursos para el asedio. Nunca se debe atacar por cólera y con prisas. Ante toda buena estrategia se necesita una buena planeación en las proyecciones y presupuesto de todas las áreas, pues éste el sustento de nuestra victoria. Debemos ser claros y concisos, no se debe dejar escapar ningún detalle ni escatimar recursos para poner en marcha nuestro plan, una vez que éste ya esté bien definido; sin embargo, siempre debemos tener un as bajo la manga (Plan B, C, etc.) que sean moldeables ante cualquier situación por si sucede algún inconveniente, todo esto, sin perder el objetivo principal.

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