Actividad 1. El prácticum como aprendizaje experiencial
Enviado por roustxo • 14 de Mayo de 2017 • Trabajo • 843 Palabras (4 Páginas) • 2.766 Visitas
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Actividad 1. El prácticum como aprendizaje experiencial
Descripción de la actividad
Mediante esta tarea, te proponemos un ejercicio de reflexión sobre las prácticas, su valor académico, profesional y personal, a partir de la lectura del siguiente artículo:
Zabalza, M.A. (2003). El aprendizaje experiencial como marco teórico para el prácticum. En M.L. Iglesias, M.A. Zabalza, A. Cid y M. Raposo (Coord.). El prácticum como compromiso institucional: los planes de prácticas. Actas del VII Symposium Internacional sobre Prácticum (pp. 19-33). Pontevedra: Unidixital, S.L.
Accede al artículo a través del aula virtual o desde la siguiente dirección web:
http://redaberta.usc.es/poio/documentos/actas/actas_poio_2003.pdf
En el documento, se realiza un análisis en profundidad sobre la importancia de unir nuestros conocimientos y vocaciones, motivaciones y aspiraciones, en los procesos formativos de las prácticas.
Por ello, te planteamos que intentes responder las siguientes cuestiones:
- ¿Qué relación tiene la teoría con la práctica?
- ¿Son importantes las prácticas en la formación de futuros docentes?
- ¿Qué aporta el aprendizaje experiencial a nivel formativo y vivencial al estudiante universitario?
Extensión máxima: 2 páginas, fuente Georgia 11 e interlineado 1,5.
RELACIÓN ENTRE PRÁCTICA Y TEORIA
Considero que el Prácticum es un componente esencial en la experiencia formativa que aporta una experiencia personal más allá del aprendizaje curricular.
El mundo actual (especialmente nuestra economía de mercado) demanda un carácter más profesional de las carreras universitarias, para ello las universidades incluyen en su currículo las prácticas reales en empresas o instituciones (centros educativos en el caso de nosotros, los futuros docentes) que permiten al alumnado conocer in situ el trabajo de los profesionales de su ramo y participar, en la medida en que se lo permiten, en las actividades que allí se desarrollan.
Teoría y práctica son las dos caras de una misma moneda en el proceso formativo de un aprendiz, puesto que ambas se complementan, amplían y enriquecen el contexto de aprendizaje. No se trata solo de aprender a través las explicaciones del profesor, de los libros o las actividades, con el prácticum la experiencia de aprendizaje se amplía a los contextos reales de trabajo. Mediante el binomio teoría-práctica se facilita la comprensión y el dominio de los contenidos a aprender, se amplían los escenarios de aprendizaje, el espectro de agentes formativos y se enriquecen las competencias y significación del currículo.
Después de todo, no debemos obviar que la teoría surge del análisis y de la reflexión sobre los acontecimientos observados tras la práctica; dicho de otra manera, la teoría sintetiza el conocimiento tras las praxis, conocimiento estructurado a lo largo de los años que garantiza un “producto educativo”, pero la realidad es cambiable y paradigmas que hace 100 años eran válidos actualmente son obsoletos. En nuestra sociedad posmoderna una educación basada estrictamente en la teoría es anacrónica e ineficaz (especialmente si son conceptos teóricos de hace ya años), por esto, la formación práctica es imprescindible para todo profesional que debe fusionar al teórico y al práctico para conseguir “el creativo” (“Poiesis”).
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