Administradora de Riesgos Profesionales

Medellín, 20 de noviembre de 2008.

Señores

SURATEP

Administradora de Riesgos Profesionales

E.S.D.

        Referencia:        Recurso de apelación.

        Interesado:        Fabián Alberto Tobón Rincón

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FABIAN ALBERTO TOBON RINCO, con domicilio en esta ciudad, identificado como aparece al pie de mi firma, actuando en mi propio nombre, mediante el presente escrito y dentro del termino legal, interpongo recurso de apelación en contra del dictamen para la calificación de la perdida de capacidad laboral, emanado por el Médico Laboral del la A.R.P. Suratep, el cual fundamento en el Decreto 917 del 28 de mayo de 1999: Modificado el Decreto 692 de 1995 (Manual único para la Calificación de la Invalidez), el cual contiene tres criterios fundamentales para que el médico laboral califique la merma de la capacidad laboral de una persona, como son:

1. Deficiencia: Toda pérdida o anormalidad de una estructura o función psicológica, fisiológica o anatómica. Representa la exteriorización de un estado patológico y en principio refleja perturbaciones a nivel del órgano. Es en conclusión la parte biológica, donde en mi caso después del accidente de trabajo sufrido el 25 de Septiembre de 2007 aparece una anomalía, estructurándose un daño que no padecía antes de dicho accidente, en primer lugar por el dolor lumbar, en segundo lugar por parestesia del miembro inferior derecho, en tercer lugar en el L4 – L5 se encuentra abombamiento difuso del anillo fibroso, el cual es asimétrico hacia la izquierda donde oblitera el agujero de emergencia radicular, contracta la Proción foraminal de la raíz de L4 la cual se encuentra edemizada y en cuarto lugar en L5-S1 se observa un pequeño desgarro anuloligamentario central, contingencias que aparecen con el mismo accidente y que aún padezco y que se me refleja en dolor constante e insoportable para realizar las funciones propias de mi oficio, esto es trabajador de la construcción. Exteriorizándoseme un estado patológico que  refleja perturbaciones a nivel de todo el cuerpo, el cual no me permite ni levantar ni realizar mis propios oficios como antes si lo hacia.

Por lo anterior es que no estoy de acuerdo con el concepto emitido por la Comisión Laboral de la A.R.P. SURATEP REGIONAL ANTIOQUIA, razón por la que debe tomarse como un verdadero accidente de trabajo y no como una patología de origen común, dado que aún con las terapias que he recibido no logro rehabilitarme y volver a tener la vitalidad que mi profesión exige y amerita.  

1. Discapacidad: Toda restricción o ausencia de la capacidad de realizar una actividad en la forma o dentro del margen que se considera normal para un ser humano, producida por una deficiencia.  Representa la objetivización de la deficiencia y por lo tanto refleja alteraciones al nivel de persona. Y es que la calificación dada por el Medico Laboral de Suratep (A.R.P.) al dictaminar mi contingencia como una patología de origen común merece gran atención dada mi situación actual ya que tengo  restricción para realizar cualquier actividad y ni que decir con respecto a las labores en las que me he desempeñado, pues es claro que aún con la carta de reubicación que le entregan a mi empleador no logro realizar las labores asignada con la destreza con la cual antes las realizaba, y es que al ejecutar dichas laborales me produce dolor constante e insoportable y malestar en todo el cuerpo, razón por la que considero que realmente no podré volverme a desempeñar como anteriormente lo hacia, dada que la deficiencia se redujo en un 50%, porque según como veo la evolución de mi contingencia es irreversible, progresivo y permanente, donde se refleja la deficiencia biológica que padezco.

Alteraciones al nivel de persona: Es claro observar como actualmente no puedo desempeñar las labores que antes realizaba a cabalidad, de donde podemos deducir que efectivamente no puedo valerme por mi mismo en la mayoría de mis actividades, ya que es tal mi perdida de capacidad que no puedo realizar labores mínimas cotidianas tales como agarrar un objeto pesado, agacharme, de donde hasta mi vida en relación se ha visto afectada por el accidente de trabajo padecido, por decir lo menos, labores que actualmente asume mi entorno familiar.  Pero si volvemos a analizar mi profesión, esto es, trabajador de la construcción, es evidente que no puedo desempeñar dichas labores, razón esta que me afecta sicológicamente ya que prácticamente me siento obsoleto como persona, una razón más para ser merecedor a una calificación acorde a mi limitación física y mi perdida de capacidad laboral.

1. Minusvalía: Criterio este que también merece gran atención en mi caso, debido a la situación desventajosa que me produce dicha contingencia, pues como consecuencia de la deficiencia y la discapacidad que me limita o impiden para el desempeño de un rol normal, a mi edad es difícil lograr una recuperación total; con respecto a la relación de pareja con mi cónyuge las cosas tampoco pueden funcionar normalmente lo menos es abrazarla o asirla y la fuerza no es igual por el dolor constante que padezco, lo anterior con relación a lo sexual; respecto al factor social las limitaciones son evidentes como integrante de una comunidad no puedo ofrecer mis oficios para labores como las que me he desempeñado, lo de menos es, por decir algo, ayudar a un vecino en su tejado, ayudar en convites de construcción que son frecuentes en mi estrato cultural, pues estos ya no me ven como el hombre vital y con fuerzas suficientes para hacer parte de sus actividades; y en relación a mi ocupación laboral, claro es que ningún empleador querrá utilizar mis servicios, porque después del accidente de trabajo y mi perdida de capacidad no doy el mismo rendimiento que antes de este, tan evidente es que la misma A.R.P, le envía a mi empleador una carta de reubicación laboral, donde las labores asignadas me hace sentir como persona incapaz sin fuerzas, reduciendo mi integridad moral como hombre trabajador que he sido.

Actualmente soy cabeza de familia, donde con mi trabajo allego el sustento para la subsistencia tanto de mi cónyuge como para mis hijos menores, de no obtener una calificación acorde a mi invalidez actual, significa  que mi familia y yo quedaremos totalmente desamparados debido a que por las adversidades de la vida yo como padre pierdo mi capacidad para trabajar.  Lo grave de la situación es que la enfermedad mientras tanto evoluciona y he perdido ese conjunto de habilidades, destrezas, aptitudes y/o potencialidades de orden físico, mental y social que me permitían desempeñarme en mi trabajo habitual, dado que mi salud  se deteriora con el pasar de los días, tan es así que por las secuelas de esta contingencia me aparece un dolor de la cintura hacia abajo con entumecimiento constante en la pierna derecha, teniendo dificultades hasta para dormir debido a que no soporto los dolores.

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