Agricultura De Subsistencia

AGRICULTURA DE SUBSISTENCIA

La agricultura de subsistencia es propia de los países menos desarrollados. Se en áreas con condiciones ambientales desfavorables y con técnicas de cultivo artesanales. El sistema de roza, tumba y quema es característico de la agricultura de subsistencia y consiste en la tala y quema de la vegetación natural, Cuyas cenizas son mezcladas con el suelo para abonarlo y prepararlo para la cosecha. Productividad es baja y se dedica, sobre todo, a alimentar al a propia familia campesina. Según el geógrafo Fernando Molinero, en los páises tropicales coexisten dos tipos de actividad agropecuaria totalmente contrapuestos; la agricultura de rosas y la agricultura de plantación. El primer caso corresponde a una agricultura de subsistencia y el segundo a una agricultura de exportación, comercia y especulativa, la primera se desarrolla a partir de técnicas primitivas, la segunda dispone de tecnología avanzada en aquella la capitalización es mínima, en esta última es muy elevada. Su coexistencia muestra la disparidad del medio agrario y refleja las grandes desigualdades sociales y económicas que existen en estos páises dentro de los cuales se encuentran los de Centroamérica.

La agricultura de subsistencia existe en nuestros días en Botsuana, Benín, Congo, Guinea, Kenia, Ruanda, Sierra Leona, Zambia, México, Panamá, Polinesia, Kiribati, Nueva Guinea, Tuvalu, Vanuatu y en extensas áreas de casi todos los países de Centro y Sudamérica, con la posible excepción de Uruguay y Chile.

La agricultura de subsistencia es un modo de agricultura en la cual una parte de la tierra produce sólo lo suficiente para alimentar a la familia que trabaja en ella. Comúnmente, a las extensiones de tierra con dicho fin se les llama Conuco. Dependiendo del clima, condiciones de suelo, prácticas agrícolas, cultivares, crecimiento del cultivo, estatus de tenencia de la tierra y facilidades para mercadeo, se requiere generalmente entre 1.000 y 40.000 m2 (de 0,1 a 4 ha) por persona. En algunas áreas del trópico húmedo en Sudamérica, una explotación de ganadería extensiva de subsistencia puede requerir entre 15 y 20 ha/cápita o más. Los cultivos de ciclo corto (anuales o semianuales), estacionales, con períodos de fructificación sincrónicos en el área del cultivo. Los incrementos cíclicos de oferta durante las cosechas deprimen los precios y el agricultor que no puede consumir todo, pierde su producción. Esta situación es más crítica cuanto más perecedero sea el producto y más costoso su transporte a las áreas de consumo.

La agricultura de subsistencia, por definición, produce únicamente suficiente alimento para sostener a sus agricultores a través de su actividad diaria normal. El buen clima puede ocasionalmente permitirles producir un excedente para venta o trueque, pero los excedentes son raros. Por ello, la agricultura de subsistencia no permite crecimiento, acumulación

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