Al tratarse de un concierto misceláneo el autor elegido es Violeta Parra, autora de “La Jardinera”
Enviado por Martín Santiago • 13 de Noviembre de 2019 • Apuntes • 3.130 Palabras (13 Páginas) • 150 Visitas
Concierto I: contextualización
Al tratarse de un concierto misceláneo el autor elegido es Violeta Parra, autora de “La Jardinera”.
Violeta Parra constituye un referente de la música popular chilena para el mundo. Sus aptitudes artísticas se plasmaron de muchas formas, arista radial, compositora, recopiladora folclórica, artista plástica y poeta (Memoria Chilena, Violeta Parra, 2018). Los tópicos comunes de sus obras son el movimiento obrero, el proletariado, los campesinos y pobladores, y las mujeres populares (Riquelme N., 2012), y ella se encargó de plasmar estos temas en sus obras.
Si bien Violeta Parra había tenido acercamientos a la música folclórica, fue en 1932, en el momento que llegó a Santiago, cuando comenzó a construir toda su obra musical inspirada en los temas de contingencia nacional de ese entonces. Parra se enfrentó a la modernización urbana producto del capital obtenido por el estado en las salitreras, a la precarización debido al éxodo campo-ciudad, la vida insalubre en los conventillos, es decir, la cuestión social (Riquelme N., 2012). Si bien estos temas son tratados en las obras de Parra, todavía hay uno que tuvo mayor relevancia para la artista, el cuál fue el de las mujeres populares. Contrario a la visión histórica que se podía tener de la mujer como “ama de casa”, en este período la mujer llevó un rol activo de contestataria a las injusticias sociales que la clase oligárquica ejercía sobre el bajo pueblo, la mujer profesional y la mujer popular tenían distinto rol, pues mientras la mujer profesional se encargaba de conseguir espacio político gracias al voto femenino, la mujer popular atendía a otro tipo de temas. La mujer popular debía vivir en la precariedad, ser “buena ama de casa”, criar hijos y administrar recursos que eran muy limitados, es por esto que sus demandas eran más de tipo habitacional y exigían mejor calidad de vida. De este modo Violeta Parra fue una representante de las mujeres populares debido a que vivió en carne propia la precariedad, además de formarse como una mujer activa y consciente con los problemas sociales, alejada de la generalización de “ama de casa”, que recorrió el territorio chileno recopilando desde la oralidad la música social del bajo pueblo que contrastaba con la música elitista y nacionalista de la clase alta, de este modo, su música estaba libre de la influencia de gobiernos y clases políticas. (Riquelme N., 2012)
En este contexto Violeta escribe “La Jardinera”, compuesta en 1953, canción en dónde el hablante relata la existencia de penas de amor, pero que estas pueden sanarse ¨cultivando la tierra¨. En el transcurso de la obra el hablante de cierta forma va superando sus penas de amor a medida que cuida de la tierra, haciendo una analogía con el tiempo: “Creciendo irán poco a poco/ los alegres pensamientos/ cuando ya estén florecidos/ irá lejos tu recuerdo”, en estos versos se ejemplifica eso, el crecimiento de una planta es muy lento, pero después de un tiempo el vegetal florecerá, al igual que el hablante, (también se puede relacionar con la frase “El tiempo lo cura todo”). Otro análisis posible es que la jardinería es la actividad que el hablante encontró para usar su tiempo mientras sufre por penas de amores, sabiendo que con el paso del tiempo sanarán. El hablante se ve como una persona con resiliencia, capaz de adaptarse positivamente a una situación adversa, además de estar triste pero tranquilo sabiendo que sus penas pasarán. Este hablante se identifica con Violeta Parra, una persona triste que escribió “La Jardinera” probablemente para expresar su dolor pero además representarse como una mujer fuerte con capacidad de superar sus penas.
La versión coral interpretada es un arreglo coral a 4 voces hecho por William Child.
Concierto I: Opinión fundamentada y análisis crítico.
El concierto I fue de carácter puramente coral, interpretado por una agrupación de la Universidad Alberto Hurtado en el colegio Alonso De Ercilla y fue de tipo didáctico-pedagógico al que asistieron alumnos de segundo y tercero básico en una sala pequeña para aproximadamente 100 personas con buena acústica, que permitía la reverberación del sonido, es decir, el sonido pudo reflejarse varias veces con las pareces del recinto sin ser absorbido lo que permite una mejor acústica, no era un escenario “seco”
(como el del Teatro Municipal de Santiago, horror.). Los coristas asistieron con un elemento rojo llamativo en su vestuario, es decir, máscaras, brillos, pelucas, etc, con el fin de atraer la atención de los alumnos cuya edad rondaba los 7 años. El repertorio también estaba en relación con el público debido a que era puramente Latinoamericano y contenía folclor y villancicos, probablemente esta elección tuvo como finalidad que los niños pudieran comprender el texto de las obras, además de escuchar letras familiares (La Jardinera) y ritmos entretenidos y/o “pegajosos” (Villancicos y obras con claves repetitivas), para así estar concentrados en el concierto, cuyo fin fue promover las artes musicales en alumnos de corta edad.
En aspectos técnicos los coristas mantuvieron una postura recta con piernas abiertas a la altura de los hombros, realizaban una respiración baja profunda y todos al mismo tiempo que sumada a la evidente colocación que sus rostros mostraban les ayudaba a tener un buen fiato, es decir, dosificación del aire al momento de cantar. Los cantantes mostraban una apertura boca bastante grande y vertical (la directora aparentemente recordaba la apertura con gestos específicos) que les permitía articular bien el texto, además se apreciaba un trabajo de empaste debido a se notaba el intento de hacer de cada cuerda un puro color de emisión, es decir, cada cuerda es un cantante y no varias voces cantando el tenor, por ejemplo, pero hubo momentos en dónde no se mantenía el adecuado equilibrio de las cuerdas probablemente por un tema de número de cantantes, como es habitual los tenores eran mucho más en número que las altos o bajos, en algunos puntos del concierto los tenores cantaban más fuerte de lo que debían lo que aplacaba a las demás cuerdas, especialmente a las altos debido a que, a diferencia de los bajos, al ser sus frecuencias más elevadas estas ondas son más fácilmente absorbidas por el entorno.
Los aspectos musicales fueron en gran medida ayudados por el rol de la directora, la cual se encargaba de marcar las entradas y finales y mediante gestos recordar a los coristas que estos debían ser blandos, además ella coordinaba los fraseos mediante gestos de sus manos, marcaba el ritmo y señalaba algunas entonaciones importantes, marcaba los pianos moviendo las manos con menos ímpetu y los fortes de manera contraria. Lo más destacable es que la directora ayudaba a retomar la línea a los cantantes que la olvidaran o dirigía selectamente al grupo que estuviera teniendo dificultades en la interpretación de la obra. La afinación comenzó con la dada de todo por parte de la directora mediante el uso de un diapasón, ésta dada de tono fue suave y permitió que los coristas pudieran entrar en su nota correcta. Por otro lado, los intérpretes no estaban dispuestos al azar ni tampoco en una conformación de coro tradicional, si no que estaban repartidos en pequeños bloques de aproximadamente cuatro alumnos con el fin aparente de que el cantante de coro si bien se apoyara de los compañeros, no dependiera exclusivamente de estos para que así pudiera proponer la línea como un cantante activo, es decir, realizara un trabajo de concentración, a esta medida se sumó que el concierto era de memora, al estar despegados de la partitura los participantes pueden estar más atentos a las indicaciones del director, a escuchar a las demás cuerdas y afinar en relación al resto y a probablemente recordar los aspectos relevantes de cada obra en particular que hayan ensayado.
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