Alba Enríquez Cruz – Ensayo

Alba Enríquez Cruz – Ensayo.

Un Estado es un sujeto pleno del orden jurídico internacional, que puede concebirse como fenómeno político y social o como fenómeno jurídico. La existencia del mismo se vincula con la existencia de principalmente tres elementos: un territorio, una población y una organización política del poder estatal; además, se caracteriza por ser una entidad singular que no está sometida a ningún poder superior.

Actualmente vivimos en un Estado llamado España, ya que es una parte habitada de la superficie terrestre organizada por un gobierno efectivo y estable que es independiente de todo poder exterior o interior. Existe otro factor importante que convierte a España en un sujeto de la Comunidad Internacional (CI)  y, por tanto, en un Estado y es el reconocimiento por parte de otros sujetos de dicha Comunidad.

Para ratificar lo que acabo de exponer, nuestro territorio está dotado de una Constitución en la cual se establece en su artículo primero que España se constituye un Estado social y democrático de Derecho y continúa en el siguiente artículo constatando que la Constitución se fundamenta en la indisoluble unidad de la Nación española, patria común e indivisible de todos los españoles.

¿Por qué menciono todo esto? Muy sencillo, porque parte de nuestro Estado en estos momentos pone en duda ese concepto establecido en el anterior párrafo de indisoluble unidad; una de nuestras Comunidades Autónomas – Cataluña –  desea la independencia. ¿Y qué supone esto para España? ¿Cómo afectaría a la Comunidad Internacional? ¿Podría prosperar esta idea? Desglosemos, poco a poco, el caso de la independencia de Cataluña.

Al igual que ocurre con España, para que Cataluña se constituya como un Estado y, por tanto, como sujeto de derecho de la CI, es necesario que concurran en ella un territorio determinado, un gobierno y una población permanente. Hasta aquí concurren los tres elementos dado que como CA tiene un territorio delimitado y su propio gobierno, así como unos habitantes que formas su población. No obstante, se requiere la capacidad de interactuar con otros Estados y para ello son éstos los que tienen que reconocer a Cataluña.

Consideramos, por tanto, que el nacimiento de un Estado es una cuestión eminentemente jurídica y, para proclamarse Cataluña como independiente, su Gobierno tendría que realizar una declaración unilateral; es decir, ésta no tendría ninguna efectividad jurídica y sería inaplicable, entraría en juego el reconocimiento por parte de la Comunidad Internacional y nos encontraríamos ante una situación contraria al ordenamiento constitucional de uno de los Estados ya miembros de dicha Comunidad, España. Teniendo esto en cuenta, ¿reconocerían los miembros de la CI a un Estado creado de forma inconstitucional?

Adentrándonos un poquito más a fondo en cómo Cataluña quiere comenzar su proceso de independencia, cabe destacar el polémico referéndum que quiere llevar a cabo el Gobierno de esta zona, el cual sería también inconstitucional ya que la CE no otorga potestad a las Comunidades Autónomas a llevar a cabo consultas en forma de referéndum a la población de una parte del territorio. Se puede apreciar la tensión que causa en el Estado español esta cuestión y la lucha de poder entre Gobierno Estatal y Autonómico. ¿Qué pasaría si la consulta se llevase a cabo y la mayoría población catalana quisiese la independencia? O lo que es más importante, ¿qué ocurre con los habitantes que quieren seguir formando parte de España? ¿Estamos ante una crisis democrática? ¿Es esto democracia o una dictadura de la mayoría? ¿Permitirían los demás sujetos de la CI que se llevase a cabo la independencia?

Al seguir formando parte del Estado español, el mencionado referéndum debería ser a nivel estatal, permitido ya por la CE, para que todos los españoles puedan dar su opinión respecto a materia que afecta a todo el Estado, a todo el territorio, a todos los españoles; de este modo sí estaríamos ante un procedimiento democrático y de acuerdo con la Constitución, ya que en el propio Título Preliminar de la misma se establece que la soberanía nacional reside en el pueblo español. Del mismo modo, en caso de obtener un resultado afirmativo a las preguntas que se quieren formular, “¿quiere que Cataluña se convierta en un Estado? ¿Quiere que ese Estado sea independiente?”, el reconocimiento por parte de la CI sería más sencillo y, lo más importante, legal.

Tengamos presente, en todo momento, que el Gobierno catalán está pasando de una consulta ilegal a un proceso antidemocrático y, si hay vulneración de la ley, el Gobierno español no tardará en llevar el asunto ante los Tribunales. Pero, ¿ante qué tribunales? En principio, ante el Tribunal Constitucional Español aunque podría presentar el caso ante el Tribunal Internacional de Justicia, como ocurrió en su día con Kosovo.

El pasado 17 de febrero de 2008, el Parlamento de Kosovo aprobó la declaración de independencia unilateral respecto a Serbia, tal y como quiere hacer Cataluña con España. El Gobierno serbio pidió una opinión consultiva a la Corte Internacional de Justicia que dictaminó la no violación por Kosovo del Derecho Internacional, declarando que se limitaba única y exclusivamente a las concretas condiciones y al contexto en que se produjo tal declaración sin crear ninguna doctrina general. La Corte hizo también alusión a la resolución 1244 del Consejo de Seguridad de la ONU y afirmó que tal resolución no prohibía expresamente la conducta del territorio y dedujo, por tanto, el no incumplimiento.

No obstante, debemos tener en cuenta el recorrido histórico de Kosovo frente al de Cataluña, ya que el primer territorio mencionado ha sido víctima de crímenes de guerra contra la humanidad y genocidios, lo cual no ha ocurrido en Cataluña, perteneciente a España desde hace siglos. Kosovo ha tenido el apoyo de otros Estados por intereses que no se manifiestan en el caso Catalán, al tener dichos Estados ya alianzas con España. Por tanto, no es posible comparar Cataluña, que únicamente tiene un sentimiento independentista, con una zona donde se han producido grandes conflictos étnico-religiosos a lo largo de la historia, así como una guerra contra Serbia. El reconocimiento y el apoyo que puedan recibir por parte de la Comunidad Internacional es completamente distinto, teniendo en cuenta que mismo Kosovo no es reconocido plenamente por todos los sujetos de la CI.

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