Alcoholismo

ALCOHOLISMO: MÁS QUE UNA ADICCIÓN.

INTRODUCCIÓN

El consumo de bebidas alcohólicas es un problema relevante hoy en día. Siendo el alcohol una de las drogas de fácil acceso y extrema difusión que recibe, observamos a diario que desgraciadamente se ha convertido en un grave problema social en la mayoría de los países, puesto que son de las más empleadas por adolescentes en el país.

Por consiguiente, su consumo se ve incrementado y una cantidad mayoritaria en una población ingiere sustancias de este tipo de forma incontrolable, creando dependencias al consumo excesivo del alcohol y elevando el grado de tolerancia. Tal vez muchas personas piensen que mientras no sean “alcohólicos típicos”, las consecuencias de beber frecuentemente y en altas dosis, son mínimas o no tan alarmantes, el hecho es que es una idea errónea. Sin embargo, el alcohol puede provocar estragos graves, muchos de ellos irreversibles. Por esta razón este ensayo tiene como finalidad afirmar que el alcoholismo es más que una adicción, ya que provoca problemáticas personales (incluyendo sanitarios), sociales y familiares.

DESARROLLO

En primer lugar, está el control que se desea tener en distintas circunstancias. Por ejemplo, en muchas situaciones las personas buscan una salida fácil a sus problemas, encontrando una solución temporal que es el consumo del alcohol, consiguiendo efectos positivos. Y comienza la secuencia de eventos en el que estas sustancias tienen el “dominio” de situaciones difíciles y sentimientos reprimidos.

Como resultado, se tiene un proceso donde la forma incontrolable de beber, se vuelve intolerancia, o la necesidad de aumentar la cantidad de alcohol ingerida es más grande, agravando así el problema de consumo creando dependencias psicológicas que alteran la forma de vida sana estimulando problemáticas sociales como el rechazo, familiares como la desintegración y principalmente personales como pérdida de valoración e identidad (trastornos psicológicos). Ya que muchas veces las actividades de las personas enfermas giran en torno al alcohol. Esta es la principal razón por la que es posible que ofrezcan demasiado tiempo y esfuerzo a conseguirlo —muchas veces hacen hasta lo imposible—. Y a pesar de que sean consientes de las consecuencias, tanto que provoca este consumo, continúan consumiéndola.

A nivel familiar las consecuencias son caracterizadas por una mayor irritación por el alcohólico, lo que excita peleas, malos tratos, abandono de la familia e incluso separaciones. En cuanto al ámbito social, además de pérdida de relaciones (al igual que a nivel familiar), tienden a existir problemas jurídicos o legales y accidentes. (PsicoActiva, 2003)

En segundo lugar, está el momento en que la enfermedad evoluciona, de un escape, un gusto, una diversión, pasa a formar parte de un grave problema, puesto que ya ha afectando al organismo.

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