Amado México

Amado México

Iba por la calle caminando rumbo a la parada del transporte público para ir a mi trabajo, no era cualquier día ya que no tenía mis auriculares pegados a mis orejas, tampoco tenía mi celular para ir hablando y lo más importante: ¡no tenía coche! Nunca había visto ese ama-necer tan bonito y resplandeciente, pero eso no fue lo que marcó mi día, cuando iba cami-nando y puse mucha atención al mirar las calles llenas de basura, los muros llenos de grafitos y me sorprendí, seguí caminando hasta llegar a la parada, tardo mucho para llegar por lo que decidí tomar un taxi pero tampoco pasaron taxis libres y a los 10 minutos pasó el camión que yo esperaba junto con una gran cantidad de personas, yo fui el último en subir y el chofer burlescamente me dijo: “se equivoco de limo mi catrincito” a lo que yo sonreí nerviosamente(ya que no sabía que responder) cuando pagué con un billete de $ 50 pesos el chofer se río y lo metió a su bolsillo sin darme cambio alguno… durante el viaje a mi bufete jurídico íbamos muchas personas de pie, vi a un niño más o menos de unos 8 años de edad trabajando de limpiaparabrisas ya a su corta edad, me cuestione en voz alta ¿y los padres de él? ¿qué no debería de estar en la escuela ese niño? Un señor respondió a mi pregunta diciendo “estamos en México catrín, no todos tenemos las oportunidades como tú” a lo que yo no contesté nada… comenzó a querer conversar conmigo y me dijo: “se ve que tienes dinero, ¿qué haces aquí? a lo que yo respondí que era transporte público y que no tenía nada de malo… seguimos conversando y me contó acerca de su estilo de vida, lo noté molesto, como queriendo reclamarme algo y poco a poco fue abriéndome los ojos de cosas que yo había olvidado completamente. Llegue a mi trabajo pensando en todas esas cosas que esa persona me contó, me sentí como recién sacado de una burbuja de cristal, a pesar de mis estudios me sentí completamente ignorante. Pensé en las caren-cias de mi país, en la pobreza, en los niños y jóvenes que dejan de estudiar por falta de recursos, desee que en un futuro encontrarme de nuevo a ese señor y que ahora me res-ponda: “este es México, un país que cambio para bien, lleno de oportunidades dónde los jóvenes estudian y cumplen sus sueños para mejorar nuestro amado México”.

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