Ambiente Desarrolo Y Salud
Enviado por zenayn2013 • 9 de Mayo de 2015 • 2.116 Palabras (9 Páginas) • 159 Visitas
REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA
MINISTERIO DEL PODER POPULAR PARA LA EDUCACION UNIVERSITARIA
UNIVERSIDAD BOLIVARIANA DE VENEZUELA
PROGRAMA DE FORMACIÓN DE GRADO EN GESTIÓN AMBIENTAL
AMBIENTE DESARROLLO Y SALUD
V- SEMESTRE
EFECTOS DE LA INTENSIFICACIÓN DE LA ACTIVIDAD AGRICOLA SOBRE EL AMBIENTE Y SALUD
FACILITADORA: CARMEN RIVAS
CHARALLAVE 21 DE MARZO DEL 2015
La intensificación de la agricultura.
Además de sus beneficios obvios, la intensificación de la producción agrícola puede tener efectos negativos para la salud. Entre sus riesgos podemos mencionar la exposición a agentes químicos de uso agrícola, así como a agentes infecciosos que se asocian al trabajo en el campo. De una manera más indirecta, también pueden derivarse ciertos riesgos de la degradación del suelo cuando se mengua la capacidad local de producción de alimentos .Debido a variadas razones, sanitarias, ambientales y económicas, está claro que desarrollar y poner en práctica usos agrícolas menos dañinos (que empleen menos productos químicos ,menos agua, menos energía, y que causen menos impacto en el ecosistema) repercute beneficiosamente en la sociedad a largo plazo, a la vez que mantiene la biodiversidad agrícola.
Este cambio, que está teniendo lugar en varias zonas del mundo, llevará su tiempo, y no estará motivado únicamente por cuestiones de salud. A corto plazo, no obstante, pueden obtenerse considerables beneficios de salud al reducir la amenaza de intoxicación por agroquímicos entre los trabajadores del campo, sus familias, y lascomunidades en general. La tasa de muerte y la incidencia de enfermedades relacionadas con tales envenenamientos es muy alta, pero es igualmente evitable en gran parte si se toman algunas medidas disponibles en la actualidad
Reducción de riesgos graves motivados por el uso de agroquímicos
En los países en vías de desarrollo, los plaguicidas son responsables del envenenamiento de al menos cinco millones de personas, y muchos otros millones llegan a padecer los efectos, menores aunque perniciosos, de la exposición a estos productos. Hasta en el mundo desarrollado, en el que las directrices concernientes a la seguridad en su uso son más estrictas y los plaguicidas suelen ser más seguros, se dan cientos de miles de casos de exposiciones perjudiciales para la salud entre los agricultores. El número de envenenamientos agudos por plaguicidas se podría reducir si los gobiernos y las empresas productoras acordaran eliminar paulatinamente los que presentan un mayor grado de toxicidad, y pusieran en práctica otras reformas que aumentasen la seguridad de su manejo.
Existen plaguicidas muy tóxicos, prohibidos en los países desarrollados, pero que se siguen usando con frecuencia en los países en vías de desarrollo. Muchos de los agroquímicos que se utilizan en esta última década el siglo son más selectivos a la hora de acabar con las plagas, menos tóxicos con respecto a las personas y el entorno, y requieren menos producto por hectárea sin perder eficacia, reduciéndose n consecuencia los riesgos para la salud humana. Ya, que el tipo de plaguicida que se usa en cada circunstancia depende de su precio y disponibilidad, los gobiernos de cada país pueden ayudar a fomentar la transición al uso de plaguicidas más seguros con la puesta en práctica de una combinación e impuestos y estímulos financieros. Por ejemplo, una tasa que grave más los plaguicidas menos actuales animaría al agricultor a cambiar a compuestos más nuevos que en la actualidad se usan mucho menos.
Muchos gobiernos ofrecen grandes subvenciones para el uso de agroquímicos, con el fin de fomentar la producción agrícola, pero estas ayudas a menudo dan como resultado un uso excesivo e ineficaz, además de impedir que se prueben otros métodos alternativos como el manejo integrado de plagas (MIP).
La suspensión de estas ayudas, o su modificación, puede tener una gran influencia en el uso de plaguicidas. En Indonesia, por ejemplo, se ha establecido una estrategia combinada de eliminación paulatina de los subsidios a plaguicidas y la puesta en práctica del MIP, con lo que el uso de agroquímicos se ha reducido sin perjudicar a producción arrocera. Este cambio de estrategia no sólo a ahorrado al gobierno más de cien millones de dólares por año, que se destinaban a subvencionar los plaguicidas sino que la producción de éstos se ha reducido de 53.000 22.000 tm. En cinco años. Los incentivos han de complementarse con un sistema eficaz de control y ejecución; desafortunadamente, hay muchos países en los que eso no se da, ya sean desarrollados como en vías de desarrollo. En África, por ejemplo, un 76 por ciento de países carecen de normas que regulen el uso de plaguicidas. Hasta donde hay reglamentación, a menudo no se obliga a su cumplimiento, ni se lleva un seguimiento del uso. Un importante objetivo alargo plazo es cimentar la capacidad suficiente para una mejor gestión ambiental, por ejemplo, asegurando que el ministerio de ambiente disponga de poder económico y político, o proporcionando el apoyo técnico necesario.
Como parte del esfuerzo que se dedica a reducir el uso y la exposición a algunos de los plaguicidas más peligrosos, se han establecido varias normas internacionales de uso que ayuden a controlar el comercio de productos agroquímicos peligrosos. Aunque no controle directamente su uso, esta normativa pretende contribuir a solucionar el problema que presenta la exportación de productos peligrosos a países en los que las leyes no son tanexigentes con respecto a su uso o eliminación seguros. Un ejemplo de esto es el procedimiento conocido como Consentimiento Previo Informe (PIC). Dicho procedimiento se diseñó con el objetivo de asegurar que los países disponen de información detallada y exacta sobre agroquímicos específicos que se consideran peligrosos. A partir de esta información, los países pueden tomar decisiones juiciosas sobre la conveniencia o no de importar o usar dichos productos
El procedimiento PIC se puso en práctica por primera vez en 1990, en referencia a seis plaguicidas. En 1997 había ya 154 países que seguían este procedimiento, que para entonces englobaba 27 productos agroquímicos. Una desventaja es que el procedimiento es voluntario; la FAO y el PNUD están fomentando que se debata a nivel internacional para desarrollar un instrumento legalmente vinculante. Además, hay varias organizaciones internacionales, empresas privadas y organizaciones sin ánimo de lucro que están trabajando con las comunidades para educarlas sobre el uso seguro de plaguicidas. También hay algunos fabricantes de agroquímicos que están tratando de reducir los riesgos de sus productos
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