Analisis De Los Medios De Comunicacion
escarceguense29 de Julio de 2012
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Análisis de los medios de comunicaacion
1. Introducción
En todo el mundo, los medios de comunicación son regulados con base en la idea universal de que su contenido y actividades pueden influir significativamente sobre economías, políticas sociales y el debate político, pero por sobre todo, la vida de las personas. Sin embargo, quienes viajan con frecuencia a diferentes países, notan cuán diferente puede ser el contenido de los medios de comunicación de uno a otro. Por ejemplo, en algunos parece haber una gran cantidad de contenidos violentos en los programas de televisión, mientras que en otros hay escasez. Los mismos contrastes se presentan sobre los contenidos políticos, publicitarios, educativos y sexuales. Frecuentemente, las diferencias en los contenidos de los medios de comunicación son el resultado de normas jurídicas prohibitivas aplicadas por el gobierno o por agencias gubernamentales, en un intento por obtener resultados que se adecuen a las políticas y filosofías prevalecientes sobre su actividad.
En este artículo se realiza un análisis comparativo de la regulación de los medios de comunicación en cuatro países: Francia, Estados Unidos, México y Ghana; que presentan profundas diferencias en los enfoques gubernamentales sobre la regulación de los medios. Esta selección particular ofrece diversidad sobre tres materias: dos son países desarrollados (Francia y Estados Unidos) y dos en vías de desarrollo (México y Ghana); dos de ellos son norteamericanos (Estados Unidos y México) uno es europeo (Francia) y uno africano (Ghana); uno es de habla francesa y otro de habla hispana. Finalmente, este artículo pretende exponer algunas diferencias fascinantes sobre las diferentes orientaciones hacia —y los resultados de— la regulación de los medios en cuatro países muy diferentes.
Para los efectos de esta investigación, el término "regulación" se utiliza en dos sentidos. En su sentido más amplio, la regulación consiste en cualquier influencia sobre el contenido y sobre las actividades de los medios de comunicación; influencias que pueden ser tanto internas como externas a las empresas mediáticas. La definición amplia de regulación entiende la normatividad como proveniente no sólo de la autoridad legislativa, quien posee legitimidad jurídica que fundamenta su autoridad interventora, sino también de actores algunas veces menos visibles, como pueden ser las relaciones que existen entre proveedores, patrocinadores y usuarios de los medios de comunicación. En síntesis, la definición amplia de regulación entiende al contenido de los medios como el resultado de algo más que disposiciones gubernamentales.
Por tanto, la regulación mediática puede adoptar muchas formas y presentar diversos niveles de influencia, que van desde sugerencias expectantes elaboradas por organizaciones civiles, recomendaciones vinculantes de grupos industriales y mandatos de organizaciones internacionales, hasta el control directo por parte de los gobiernos nacionales, también con numerosos niveles de influencia dentro de esta hipótesis. La mayoría de las iniciativas de regulación se dirigen hacia los contenidos y operaciones de los medios de comunicación: la regulación dirigida a las operaciones, normalmente se refiere a parámetros técnicos; por ejemplo, la Convención Internacional de Telecomunicaciones (ITU), que busca frecuencias de radio en todo el mundo. Por su parte, las regulaciones dirigidas al contenido de los medios, tienden, en lo general, a la protección del público de contenidos calificados como nocivos, o bien, a la mejora de su apreciación cultural o de su nivel de conocimientos.
Sin embargo, a causa del papel predominante que los gobiernos desarrollan, al ser ellos quienes determinan el contenido de los medios de comunicación, la regulación se define comúnmente en un sentido más restringido, se identifica con las normas jurídicas bajo las cuales los medios de comunicación deben operar. Mientras que la definición amplia de regulación se usará en este artículo en la sección que analiza las autoridades fiscalizadoras, la restringida se empleará en el estudio comparativo sobre la reglamentación estatal en los cuatro países. Mucha de la información reunida para la elaboración de esta investigación proviene de entrevistas personales que he llevado a cabo con representantes de las autoridades fiscalizadoras en el transcurso de la realización de mi libro Comparing Media from Around the World (que será publicado por Ally and Bacon en septiembre de 2005). El nombre de los representantes y los cargos que ocupan se encuentran listados en el apartado 7 del artículo.
El resto del artículo está estructurado de acuerdo con los siguientes numerales: en el dos, se definen los términos de regulación fundamentales. En el tres y el cuatro, se describen las categorías de los órganos fiscalizadores. En el cinco, se describen y analizan las regulaciones legales de cada país y, por último, en el seis, se realiza un resumen de estas regulaciones y se elabora un análisis comparativo.
2. Términos de regulación
En esta investigación se utilizan tres términos regulatorios usados comúnmente en todo el mundo. El primero es "línea divisoria" (llamado "puerto seguro" en los Estados Unidos), que significa un periodo específico, tarde en la noche, en el cual, las restricciones sobre los contenidos se relajan, bajo la presunción de que los menores no están viendo televisión o escuchando la radio. El segundo término es minutage, que significa el número total de minutos de publicidad permitidos durante un segmento de tiempo establecido (usualmente una hora). El tercer término es bumper,1 que designa a una gráfica momentánea que aparece en la pantalla de televisión entre la programación regular y la publicidad para establecer una división clara entre los dos tipos de contenido.
3. Jurisdicción de la regulación
Las diversas entidades fiscalizadoras, en lo individual, rara vez ejercen una influencia exclusiva sobre la actividad de las organizaciones mediáticas; de hecho, diferentes cuerpos regulatorios suelen ejercer influjos coincidentes sobre diversos aspectos de la operación de los medios, que en ocasiones resultan contradictorias entre sí. Para citar un ejemplo concreto: en los Estados Unidos en los años noventa, mientras que la Comisión Federal de Comunicaciones (un órgano regulatorio gubernamental) determinó que los transmisores debían dedicar un tiempo específico en sus emisiones a programación infantil, la Asociación Nacional de Radiodifusores (órgano regulatorio industrial) se negó a acatar esta disposición de la Comisión Federal, argumentando que el derecho a la libertad de expresión estaba siendo violado. Durante un tiempo, estas dos entidades regulatorias ejercieron influencias contradictorias sobre el contenido de los transmisores. Frecuentemente, las controversias entre los organismos regulatorios gubernamentales e industriales se resuelven a través de un sistema judicial vinculante.
Debemos señalar que la autoridad de los órganos reguladores no es definitiva ni absoluta. Inevitablemente, las nuevas tecnologías provocan expectativas sociales sobre cómo reaccionarán frente a ellas los contenidos de los medios —ya que, tanto los contenidos de los medios y las nuevas tecnologías están siendo impactados por la globalización—, la autoridad y jurisdicción de las autoridades regulatorias están siendo reorganizadas constantemente. Un área particularmente fascinante del cambio tecnológico radica en la transición de los tradicionales medios masivos de comunicación a los recientes medios personales de comunicación: tradicionalmente, la telefonía y los medios electrónicos han sido regulados por separado por autoridades gubernamentales diferentes; sin embargo, cada vez más, las tecnologías informáticas, televisivas, radiales, satelitales y de cable, se están interrelacionando entre sí para producir contenidos de organizaciones globales de medios dirigidos a diferentes públicos, lo que genera reformas constantes en los países para regular todas estas tecnologías a través de una sola agencia.
Otra área en transición interesante de la regulación de los medios radica, paradójicamente, en la desregulación de las transmisiones. En el pasado, los medios electrónicos fueron, por regla, regulados más estrictamente que los impresos, bajo el argumento de la escasez del espectro espacial; este argumento establece que, dado que el ancho de la banda de transmisión tiene un número limitado de frecuencias que pueden usar los emisores, las elecciones del público sobre el contenido se restringen, lo que origina que el contenido transmitido tenga un impacto sobre el público mas ineludible que el provocado por el contenido impreso. Consecuentemente, las frecuencias de transmisión se han otorgado a organizaciones que deben cumplir con ciertas obligaciones frente a la audiencia dado el papel predominante que juegan en el discurso público. En contraste, el criterio de la reglamentación de los medios impresos ha sido que la amplitud para su operación es mucho más extensa que la de los medios electrónicos, lo que provoca una mucho mayor elección sobre sus contenidos y la disminución del impacto sobre el público de una publicación individual. Sin embargo, dos desarrollos tecnológicos están causando que los reguladores de medios reexaminen el problema de la escasez del espacio que predominó en los criterios de regulación en el pasado: uno es el uso de tecnología electrónica de los medios impresos para distribuir sus contenidos y el otro es el desarrollo de las tecnologías de cable, satélite e Internet, lo que reduce la necesidad de ocupar una frecuencia de radio
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