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Analisis Politico Y Marxismo


Enviado por   •  19 de Octubre de 2012  •  2.323 Palabras (10 Páginas)  •  548 Visitas

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Análisis político y Marxismo.

Introducción

Para la filosofía de Marx, que ha encontrado su expresión más articulada en los manuscritos económicos-filosóficos, el problema central es el de la existencia del individuo real, que es lo que hace, y cuya “naturaleza” se desarrolla y se releva en la historia…Marx contempla al hombre en toda su concreción, como miembro de una sociedad y una clase dada y, al mismo tiempo, como cautivo de éstas.

Desarrollo

Los filósofos se han limitado a interpretar el mundo; ahora se trata de transformarlo” (lo que denominamos Praxis) .Marx rescata una concepción filosófica que se caracteriza fuertemente por su oposición a los idealismos y a las abstracciones, cuya orientación es siempre práctica. Su objetivo principal es dar cuenta una fuerte crítica al capitalismo y a una elaboración de un nuevo sistema que lo sustituya: Es aquí, en sus manuscritos económicos-filosóficos en donde aparece el concepto de alienación aclarándola como un fenómeno socio-económico y no interno como lo declaran otros autores, el proletario se ve obligado a vivir en forma alienada en aquello que constituye la esencia del hombre: el trabajo.

Una ideología es necesariamente lo incongruente, algo trascendente en el sentido de lo discordante o de lo que no está comprendido en el código genético de la humanidad”. Es así que pone en oposición los conceptos de Ideología y Utopía esto lo realiza principalmente para indicar el camino que debería seguir la teoría social.

El juicio sobre la Ideología es siempre un juicio que viene de la Utopía, la única forma de salir del círculo entre estos dos conceptos es asumiendo una Utopía, declararla y juzgar una Ideología sobre esta base “. La sociedad es siempre parte de un imaginario político, un conjunto de discursos simbólicos. Este imaginario funciona como ruptura o reafirmación. Así lo imaginario operará como una Ideología (Símbolos fundacionales) preservando con ello su sentido de Identidad.

Bajo estos conceptos la eliminación del estado (según la versión Marxista): La Utopía se transforma en un futuro aislado del presente y del pasado, en mero pretexto para definir y consolidar poderes relativos a los hechos o poderes fácticos.

El discurso Utópico funciona como falseador de la ideología, ya que pretende justificar la opresión de hoy en nombre de la liberación de mañana

Bajo a esto se considera la Ideología como una confirmación del pasado y la Utopía una abertura hacia el futuro en donde ambos conceptos son complementarios como un círculo correlacional, un círculo práctico y si no, se produce esta complementación se llevará a una denominada “patología política

En el Marxismo propiamente tal, la diferenciación entre Ideología y Utopía tiende a desaparecer se considera así la Ideología como una oposición a lo real y de la mano el marxismo ortodoxo como una oposición a la ciencia. La Utopía entonces es citada bajo estas dos categorías, un grave error.

Si la ideología es la plusvalía agregada a la falta de creencia en la autoridad, la utopía será entonces la última instancia que desenmascara esta plusvalía, y por lo tanto serán conceptos prácticos y no teóricos.

Para el marxismo, las revoluciones y las crisis revolucionarias no nacen por generación espontánea, ni tampoco se hacen por pedidos o encargo, ni dependen de la voluntad y la dirección de uno u otros partidos o clases enteras, sino que son engendradas por las contradicciones del régimen social y en las condiciones de existencia de cada país, es decir, tiene que estar condicionada por alguna demanda social que las instituciones caducas impiden satisfacer.

Para Marx, las causas últimas de todos los cambios sociales y de todas las revoluciones políticas deben buscarse en las transformaciones operadas en el modo de producción y de cambio; en la economía de la época de que se trata, en tanto los hombres hacen la historia, dentro de un medio dado que los condiciona”, expresado en las relaciones efectivas con que se encuentran, entre las cuales las decisivas, en última instancia, son las económicas. La necesidad económica, por tanto se abre paso a través de un entramado juego de las acciones y reacciones, cuando en las nuevas relaciones de producción se contienen ya - más o menos desarrollados - los medios necesarios para poner término a los males descubiertos.

La ideología marxista

La ideología marxista conserva entre sus pilares preponderantes: la dialéctica materialista, el materialismo histórico, y la lucha de clases.

La dialéctica materialista expresa, en líneas generales, que cada idea lleva, da origen, y conserva en sí misma, su propia negación, o idea opuesta; es decir, por ejemplo: se nos hace difícil entender qué es la luz, sin conocer previamente qué es la oscuridad. Esta teoría hace posible interpretar a la historia de manera dinámica, en donde cada proceso histórico se relaciona con el anterior.

El materialismo histórico explica que la historia está determinada por los factores económicos, y fundamentalmente, el fenómeno de la producción. La lucha de clases, por otro lado, significa dentro del marxismo, la creencia en la lucha entre clases poseedoras y desposeídas, desde siempre, cada una peleando por el poder: las clases poseedoras por conservarlo, y las desposeídas por obtenerlo.

Marx critica el capitalismo en base de todas las contradicciones internas que posee. Nombrando alguna de ellas se puede señalar que el trabajador se va haciendo más pobre cuanta más riqueza produce y se convierte en una mercancía más barata cuantas más produce, esta devaluación de los trabajadores se produce en directa proporción al valor creciente de las mercancías. Por su parte el trabajador se aliena de su trabajo pues no tiene control sobre las cosas que produce, son externos a él

Intenta relacionar los procesos de producción con las etapas de desarrollo de la sociedad. Se opone a que la producción está sujeta a las leyes inmutables independientes de la historia. La producción tiene lugar en un contexto social y solo se puede ser llevada a cabo por individuos sociales, toda forma de producción crea sus propias relaciones legales y formas de gobierno. Las condiciones generales y clásicos de producir son conceptos abstractos que no constituyen ninguna etapa de la historia de la producción

Marx y la religión

La crítica a la religión no se interpreta como eje de la obra marxista sino como una consecuencia propia del capitalismo, existe una alienación religiosa aplicada a cada individuo: si el hombre se preocupa de un ajeno llamado dios, el hombre deja de ser grande, miembro de una sociedad cautivo de aquella. Por lo tanto

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