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Andrunista


Enviado por   •  5 de Septiembre de 2014  •  2.721 Palabras (11 Páginas)  •  220 Visitas

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Se analizan los trastornos psicológicos de la infancia y adolescencia bajo el marco teórico de la psicopatología del desarrollo, y se hacen algunas sugerencias para entender la relación entre las grandes dimensiones psicopatológicas y los síndromes clínicos desde una perspectiva etiológica. Se formulan algunas hipótesis sobre el rol del contexto en la aparición de la psicopatología y, finalmente, se analiza el riesgo y la vulnerabilidad para algunos trastornos específicos.

Psychological disorders in childhood and adolescence are analyzed according to the theoretical framework of the developmental psychopathology, and some suggestions are made to understand the relationship between dimensions of abnormal psychology and clinical syndromes in an etiologic perspective. Some hypotheses are presented on the role of context in the onset of psychopathology and, finally, the risk and vulnerability factors for some specific disorders are analyzed.LAS CLASIFICACIONES EN PSICOPATOLOGÍA INFANTIL.

La psiquiatría y la psicopatología de la infancia y la adolescencia se han basado principalmente en la clínica y han vivido hasta hace pocos años casi al margen de las clasificaciones. Hoy todavía existen profesionales que piensan que clasificar los trastornos mentales de los niños y adolescentes es contraproducente. Aunque cada vez sean menos los que así opinan, no debe olvidarse que ésta fue la opinión de la mayoría de paidopsiquiatras durante más de la mitad del siglo XX. El interés por clasificar los trastornos de los niños es un fenómeno reciente. Su aparición es posterior al desarrollo de las clasificaciones en psiquiatría del adulto. No obstante actualmente las clasificaciones son fundamentales para la consolidación de una psicopatología infantil científica.

La creación de la psiquiatría científica moderna se debe en gran parte a dos hechos señalados por Weiner (1991): de un lado, la revolución biológica, que se inicia con el descubrimiento de las propiedades antipsicóticas de la clorpromazina (1952) y, de otro, la revolución diagnóstica que arranca de la publicación de los criterios diagnósticos de Feighner et al. (1972) que sirvieron de base al DSM-III (APA, 1980). Este representa un paso decisivo en la utilización de las clasificaciones en psiquiatría del adulto.

A partir de este momento el interés por clasificar también los trastornos psiquiátricos de los niños va en aumento. Sin embargo, la clasificación de la psicopatología infantil sigue siendo todavía muy dependiente de la nosografía pensada para el adulto, etapa en la que los síndromes y trastornos suelen estar mucho más delimitados y fijos que en el adolescente o en el niño. Esto hace que en este último decenio del siglo XX quedaron muchas cuestiones por resolver en la forma de clasificar la psicopatología infantil.

DIFICULTADES PARA CLASIFICAR LOS TRASTORNOS MENTALES DE NIÑOS Y ADOLECSENTES

Una dificultad importante para clasificar los trastornos en la infancia es la delimitación de los mismos. En psicopatología infantil la tarea de describir y delimitar exactamente los trastornos, condición indispensable para clasificar, está todavía en parte por hacer. Por un lado no existe, hoy por hoy, consenso sobre qué trastornos existen realmente en los niños; este problema se acrecienta por debajo de los seis años. Por otra parte la comorbilidad es muy elevada tanto en los niños más pequeños como en el adolescente. Esto explica que se cambien o se introduzcan nuevas categorías de una edición a otra dentro de una misma clasificación. Para poner un ejemplo el DSM-IV introduce el "trastorno de la alimentación en la infancia" que no era contemplado ni por el DSM-III ni por el DSM-III-R.

Por otra parte, el espacio reservado a los niños en estas dos clasificaciones es proporcionalmente muy reducido. Esto arranca desde el inicio de las clasificaciones categoriales, es decir de la obra de Kraepelin. Cuando éste publicó por primera vez la clasificación de las enfermedades mentales (1899) no dedicó ningún apartado a los niños. Esta laguna se ha ido perpetuando en las clasificaciones neokraepelianas.

Todavía en los años sesenta la psicopatología infantil quedaba muy marginada tanto en la ICD-8 (WHO, 1967) como en el DSM-II (APA, 1968). Este solamente consideraba dos categorías infantiles: la reacción de adaptación y la esquizofrenia infantil. Con la gran ampliación de las categorías diagnósticas de la ICD-9 (WHO, 1978) y del DSM-III (APA, 1980), los trastornos infantiles salen beneficiados pero siguen en situación de inferioridad respecto a los de los adultos y esta situación no mejora en el DSM-III-R (APA, 1987) ni en el DSM- IV.

QUÉ ES LA PSICOTERAPIA CON NIÑOS Y ADOLESCENTES?

Psicoterapia se refiere a la variedad de técnicas y métodos que se usan para ayudar a niños y adolescentes que experimentan dificultades con sus emociones y comportamiento. Aunque hay diferentes tipos de psicoterapia, todos dependen de la comunicación para lograr cambios en las emociones y el comportamiento de la persona. La psicoterapia puede involucrar al niño individualmente, a un grupo o a la familia. En el caso de niños y adolescentes, el jugar, el dibujar, el construir y el pretender, además del hablar, son formas importantes para compartir sentimientos y resolver problemas.

Como parte de la evaluación inicial, el psicólogo de niños y adolescentes determinará la necesidad de la psicoterapia. Esta decisión estará basada en factores tales como los problemas actuales que presenta el niño, su historial, nivel de desarrollo, habilidad para cooperar con el tratamiento y qué tipo de intervención es más compatible con las presentes preocupaciones o inquietudes. La psicoterapia a menudo se usa en combinación con otros tratamientos (medicamentos, control del comportamiento, o trabajos con la escuela). La relación que se desarrolla entre el terapista y el paciente es muy importante. El niño o adolescente debe de sentirse cómodo, seguro y comprendido. Esta clase de ambiente de confianza le permite al niño expresar sus pensamientos y emociones y usar la terapia de manera eficaz.

La psicoterapia ayuda a los niños y adolescentes de varias maneras. Además de recibir apoyo emocional, les ayuda a resolver conflictos con otras personas, a entender emociones y problemas y a tratar soluciones nuevas para sus problemas viejos. Las metas de la terapia pueden ser específicas (cambios en el comportamiento, mejorar sus relaciones con los amigos), o más generales (menos ansiedad y mayor autoestima). La duración de la psicoterapia depende de la complejidad y gravedad de los problemas. Los psiquiatras de niños y adolescentes han sido específicamente entrenados y son expertos en proveer psicoterapia

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