Antecedentes históricos y análisis crítico del movimiento obrero (ensayo)

Actividad de aprendizaje 1

Antecedentes históricos y análisis crítico del movimiento obrero (ensayo)

Los constantes y diversos movimientos obreros que se gestaron durante los diferentes periodos históricos (etapa de prohibición, de tolerancia y de reconocimiento), culminaron finalmente con el reconocimiento por parte del Estado de las instituciones que al día de hoy son reconocidas por el derecho colectivo.

Comienzo este ensayo haciendo la pregunta, ¿El sindicalismo actual, realmente defiende los derechos de los trabajadores?, por lo que al plantearnos la hipótesis de que los abusos de los patrones y autoridades fueron el detonante para que la fuerza laboral despertara y exigiera sus derechos como trabajadores.

Partimos del despertar de las clases proletarizadas, tal como lo establecía Lenin, quien argumentaba que “en el fondo, el elemento espontáneo no es sino la forma embrionaria de lo consciente”; Agrega “reflejaban ya un cierto despertar de lo consciente: los obreros pedían la fe tradicional en la inamovilidad del orden de cosas que los oprimía; empezaban… no diré que a comprender, pero sí a sentir la necesidad de oponer resistencia colectiva y rompían decididamente con la sumisión servil de las autoridades, pero esto, sin embargo, más que lucha, era una expresión de desesperación y de venganza… Si los motines eran simplemente levantamiento de gente oprimida, las huelgas sistemáticas representaban ya embriones de lucha de clases, pero nada más que embriones. En sí –precisa Lenin- esas huelgas eran lucha trade unionista, no eran aún lucha social-demócrata-

Por lo que ve al párrafo que antecede, Lenin da su punto de vista en relación a la espontaneidad por la cual surgió la unión entre los trabajadores, quizá desde un punto de vista consciente derivado de todas las injusticias, que en este momento tenían frente al abuso de la patronal, Lenin manifiesta que este despertar, más que una lucha por beneficio colectivo consensado, surgió por la sed de venganza y desesperación por las condiciones inhumanas que en materia laboral imperaban en ese momento.

La aportación de Marx y Engels, quienes señalan que el origen de la lucha de clases radica en la contradicción de los intereses de clase. crea el conflicto que representa para la parte trabajadora la prestación de su fuerza física e intelectual exigiendo un pago justo, frente a los patrones, cuyo principal objetivo.

Otro antecedente al sindicalismo se observa en las raíces del movimiento asociacionista derivado de la explotación de los obreros luego de la aplicación de métodos coercitivos y con excesivos fines lucrativos de los patrones en contra de los trabajadores. Este es el inicio del sindicalismo en el inicio de la era industrial, ya que anteriormente los trabajadores se se solidarizaban y ante la falta de una agrupación con cauces legales para negociar con las empresas, utilizaban la violencia física y atacaban las instalaciones fabriles. Fue entontes cuando comienza la etapa de prohibición, en la que los patronos trataron de reprimir a los sindicatos, sobre todos en los países europeo, pues el régimen individualista no veía justificación para que los trabajadores se asociaran en defensa de sus intereses laborales. Tanto fue la prohibición, que inculso en Francia, los obtáculos legislativos a la sindicalización se conocieron como el Edicto de Turgot en 1776 y la Ley Le Chapelier, en 1971,los que cumpliendo con exactitud la filosofía individualista no querían ver cuerpos intermedios entre el Estado y el individuo, esto en otras palabras, no pretendías que agrupaciones intervinieran como intermediarios en la luchas de los derechos laborales.

Luego de toda una lucha infructuosa del Estado en contra de las agrupaciones, en algunos países comenzó la etapa de tolerancia sindical, la cual sin otorgar reconocimiento algún al derecho sindical, se admitía el hecho. Por ejemplo, en Inglaterra, a fin de hacer permisible la integración sindical se dictó una sentencia de Chief Justice Show en el caso de Commonwealth contra Hunt, de 1842. En la parte fundamental este texto decía:

La intención de la asociación es la de inducir a que se encuadren en ella quienes se dediquen a la misma profesión. Tal intención no es ilícita. No tiene nada delictivo el que los hombres concerte, en el ejercicio de sus propios y reconocidos derechos, en la forma que más convence a sus intereses.

Esta sentencia fue la llave para que otros países europeos, como Alemania, Italia y Francia comenzaran a aceptar esta misma actitud.

Fue entonces cuando surge la etapa de reconocimiento sindical a finales del siglo XIX. Los sindicatos lograron que el Estado dictara leyes que reconocías a los trabajadores de manera abierta, es decir a integrarse en sindicatos, ya con personalidad jurídica. El primer país en dar este paso fue Inglaterra, con el reconocimiento al derecho de coalición en 1824, que otorgaba legalidad a un movimiento asociacionista que existía en la clandestinidad.

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