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Aristides Rojas


Enviado por   •  20 de Abril de 2014  •  4.403 Palabras (18 Páginas)  •  497 Visitas

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INTRODUCCIÓN

Por medio del siguiente trabajo conoceseremos un poco mas de la vida del ilustre escritor, médico, naturalista e historiador Arístides Rojas. Uno de sus logros fue ayudar a la construcción espiritual de la nueva nación, Venezuela fue la escritura de su vida, le dio sentido y valor a la verdadera historia de Venezuela mediante sus ensayos y leyendas. Destacando que estos conocimiento serán de gran ayuda para nuestra capacitación.

Con su espíritu de Venezolano. Resalto que teniendo origen fuera de nuestra tierra dio en cada escrito el nacimiento de cada etapa y marco de una manera personal la historia de Venezuela dando todo su corazón a cada ensayo y leyendas como si fuese parte de cada una. Es por esto que nos sentimos orgullosos de que persona como ARÍSTIDES ROJAS sea un Venezolano de corazón y alma es por eso que honrar con un héroe o anónimo de nuestro país.

ARÍSTIDES ROJAS

ORIGEN Y SU HISTORIA

Es hijo de dominicanos de don José María de Rojas y de doña Dolores Espadilla, nació en Caracas el 5 de noviembre de 1826; adquirió la primera enseñanza en el célebre Colegio de la Independencia, ingresa en la Universidad de Caracas, a la edad de 18 años, estudia filosofía y luego se inicia en la medicina, graduándose a los 26 años y ejerciendo en Escuque y Betijoque, pueblos trujillanos.

La muerte de su padre, en 1855, le hizo volver a Caracas. A poco siguió a Europa, donde estuvo algún tiempo; luego pasó a Puerto Rico. De esta isla regresó a la ciudad natal en 1864 y abandonó por completo a Hipócrates y Galeno. En 1873 se unió en matrimonio con la señorita Emilia Ugarte, fallecida un año después.

Arístides prometió, como otro Duque de Gandía, no querer nunca más a quien pudiera morir, y amó sólo sus libros ¡los amigos inmortales!

Arístides Rojas había nacido en el seno de una familia dominicana, de Santiago de los Caballeros, avecindada en Caracas. La capital política de Venezuela era entonces una ciudad de unos treinta mil habitantes cuando el país daba los primeros pasos en la vida republicana.

Sin embargo, prevalecía la anarquía y los caudillos locales tenían el control de la mayor parte del territorio sin que hubiera límites institucionales que vigilaran su poder. El mismo año 1826 se inicia la Cosiata, movimiento propugnado por José Antonio Páez, que era de carácter anti bolivariano y separatista, el cual culminó con la disolución de la Gran Colombia en 1830.

Aquella ciudad, fundada en 1567, exploraba nuevos derroteros en medio de un clima político convulso, cuyos caudillos andaban construyendo su lugar en la historia. Los veteranos de la guerra que recién terminaba deambulaban contando sus hazañas.

La infancia y adolescencia de Arístides Rojas se cubrieron de ese sabor único que da la experiencia de lo nuevo, y lo nuevo era el camino que ensayaba Venezuela, desapegada ya de las autoridades de la Colonia cuya impronta tenía un peso de más de trescientos años.

Aquel período de aprendizaje lo fue también para la conformación de la vida republicana. El panorama no era halagador pues el caudillismo avizoraba mayor presión y sumisión frente a las masas populares, no había un plan económico ni cultural, menos aún educativo y social; se imponía la dominación y los privilegios, mientras que las labores productivas, como la ganadería o la agricultura, sucumbían ante las constantes revueltas.

Sin embargo, son los mismos años en que se fragua un ideario nacional, representado en el magisterio y la palabra de intelectuales como Valentín Espinal (1803-1886), Fermín Toro (1806-1865), Juan Vicente González (1810-1866), o Cecilio Acosta (1818-1881).

Era una “época difícil para el desarrollo de una cultura nacional que permitiera incorporar al hombre venezolano al gran proceso de reconstrucción patriótica y utilizara los recursos vitales de la tierra. En esas condiciones la ilustración de los individuos era casi siempre patrimonio de los afortunados a quienes los bienes de riqueza les permitían estudiar y viajar”.

La Curiosidad y un infatigable afán por explicar los hechos de la historia Venezolana, llevaron a Arístides Rojas (1826-1894) a ser un atento observador

de su pasado y su presente, intérprete y custodio de la memoria colectiva.

Su pasión por conocer, clasificar, explicar e interpretar la historia, lo llevó a convertirse en un pionero de la disciplina historiográfica.

Gracias a su acuciosidad se salvaron, no solamente invalorables testimonios sino los documentos y más aún los vestigios de un patrimonio colectivo que se Conservó gracias a su esfuerzo.

Sus primeros artículos de prensa estuvieron signados por el interés que en él despertaron los misterios de la naturaleza. Los mismos expresan el placer que experimenta frente al lenguaje y sus posibilidades explicativas, lo cual se traduce en una conciencia creativa que se mueve en el umbral de la revelación y la reserva intuitiva.

Rojas fue un atento y lúcido difusor de la ciencia moderna de su época por ello reunió sus primero artículos periodísticos bajo el binomio de “Ciencia y Poesía”, entre los cuales se destacan: “El rayo de luz en la naturaleza y en la historia”, “La gota de agua”, “Las arpas eolias”, “El esquife de perlas”, “El grano de arena”, entre otros, que conformaron su primer volumen orgánico publicado y que lleva por título Ciencia y poesía (1868).

Este volumen fue refundido luego en Un libro en prosa (1876), libro estructurado por Rojas ya en su madurez. Es un compendio de búsquedas expresivas que trasciende la varia lección de su contenido. En el prólogo que José Antonio Calcaño firma desde Liverpool, hace una importante acotación sobre el estilo

También son de este período –y los incluye en el mencionado volumen alguno de los textos que, haciendo homenaje al barón Alejandro de Humboldt, conforman los textos que Eduardo Rol compiló bajo el título genérico de Humboldtianas, editado en 19242.

Rojas se propone “hacer amar a Humboldt, incorporarlo en la débil memoria nacional de los venezolanos”. En esa devoción que manifestó Rojas por la obra de Humboldt está expresada su propia perspectiva científica e intelectual, la cual reside en el hecho de que ambos

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