Arte Coreano Contemporáneo

Crítica de arte

Exposición:

Arte Coreano Contemporáneo”

Peppermint Candy (caramelo de menta).

Esta exposición es la más amplia que ha llegado a Latinoamérica de arte contemporáneo coreano. Abarca 80 obras aproximadamente, creadas desde 1980 hasta hoy, donde participan artistas de una generación que le tocó vivir la consolidación de la democracia y un gran cambio cultural en Corea del Sur. Peppermint Candy, está compuesta por Instalaciones, fotografías, objetos, videos y site specific de 24 artistas, provenientes en la mayoría de los casos, de colecciones privadas y del patrimonio del Museo Nacional de Arte Contemporáneo de Corea (Seúl), bajo la curatoría de Seungwan Kang, curadora del NMCA.

Esta exposición fue planificada con la intención de conectar la sociedad moderna y la cultura de Corea del Sur con las obras que marcaron visualmente al público de su época.

PARAÍSO PLÁSTICO

Es una búsqueda de la cultura visual para expresar la nueva sensibilidad, forjada en el período de explosión de la cultura de masas y de la sociedad consumista después de los años 90, la era de la riqueza material. Emerge el Pop Art. coreano que asimila la influencia de culturas extranjeras en coexistencia con tradiciones milenarias. En este contexto, surge la exploración de nuevas producciones artísticas, donde la tendencia está marcada por el consumo y la distribución de imágenes en ámbitos digitales.

Donwook Lee / Tercer eje Curatorial.

El espacio ocupado por esta obra es de gran amplitud, está inserta en un salón acorde con las proporciones que involucran las demás obras que la acompañan.

La apreciación es directa e inmediata, por lo cual, causa gran impacto en el espectador, una sensación fuerte de estreñimiento que hasta provoca cierto rechazo.

Exhibe pequeñas esculturas de seres humanos: El gigante verde, 2004, Marinero, 2004, Siete 2003, Vitamina, 2003, Yo Deseaba (El Hérules), 2004, Vuelta en Auto, 2006, Sirena (2006), Yo Deseaba, 2006 y Delfín Seguro, 2004.

Los personajes realizados por el artista, traducidas en minúsculas figuras humanas desnudas que padecen todo tipo de tormentos corporales, manifiestan una cruda realidad, generan un enfrentamiento visual al reconocer la realidad hecha arte.

Se encuentran encerrados en espacios herméticos o aislados como una lata de sardinas, un frasco de medicamentos o una botella. Otra de las composiciones del artista, tiene como protagonista a un fornido sujeto que, tras ser empaquetado como si su cuerpo fuera un embutido, lucha por librarse del incómodo envoltorio que lo aprisiona.

Las figuras siempre se quedan en una situación extrema de dolor y de desesperación, porque el cuerpo se relaciona con la represión social y cultural de ser catalogado ya sea; por clase,

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