Articulo 2 de la constitucion politica.

Fines Esenciales del Estado

     Según lo estipulado en la constitución política de Colombia de 1991, se pretende debatir y presentar diferentes puntos de vista sobre el artículo segundo de esta constitución, donde plantearemos críticas constructivas pero también dejaremos en claro los puntos en los que no estamos de acuerdo, finalmente los conduciremos a una conclusión personal sobre el cumplimiento de este artículo de la constitución en nuestro país.

     Nuestra constitución reza en su “primer artículo que Colombia es un estado social de derecho”, partiendo desde este punto de vista, su “segundo artículo” nos deja ver cuales son los fines de ese estado, uno de ellos es el de servir a la comunidad, pero que se nos quiere decir con esto;  podríamos decir que el estado está constituido para que todos los ciudadanos nos beneficiemos de él y a través de él y del ejercicio que desempeñen aquellas personas que están en esta posición y que como su nombre lo indica son servidores públicos, elegidos para que le sirvan al pueblo y no para que el pueblo sea quien le sirva a ellos, así que es derecho de los ciudadanos exigirle a sus gobernantes que se realicen proyectos que beneficien a sus poblaciones y no a intereses propios o de terceros, dejando de atender la necesidad del pueblo; que es finalmente la intención con la que son elegidos por los mismos ciudadanos. Sin embargo la realidad de nuestro país es otra, y es el pueblo quien termina sirviendo a sus gobernantes o mal llamados “servidores públicos” mientras ellos “engordan” sus propias arcas o pagan favores  a costa de la necesidad de sus ciudadanos, a los que durante sus campañas engañan con promesas de mejoras, pero que a la hora de gobernar se vuelven inmunes o indolentes a la necesidad del pueblo.

     De esta misma manera el segundo artículo de la constitución nos dice el estado debe promover la prosperidad general y garantizar la efectividad de los principios, derechos y deberes consagrados en la Constitución. Aunqué en nuestro país existen entidades u organizaciones nacionales e internacionales que velan por proteger los derechos humanos, esta es una materia en la que el estado colombiano a un está en deuda con sus ciudadanos; no por no tener normas o leyes que protejan nuestros derechos fundamentales sino por la violación diaria de estas mismas leyes.

     No podemos negar que se ha trabajado por mejorar en este aspecto y se han creado muchas leyes y firmado muchos tratados que buscan garantizar el cumplimiento de nuestros derechos fundamentales, pero en una alta medida se han quedado solo en el papel porque en la práctica seguimos siendo un país donde los derechos son vulnerados a diario. Uno de los más vulnerados es el derecho a la vida, en el cual el estado tiene mucho que ver, ya que nos ha sometido a un conflicto armado interno por más de 50 años, en donde se han visto casos alarmantes de violación de los derechos fundamentales como el reclutamiento de mujeres y menores de edad, violaciones sexuales, privación de la libertad, desaparición  forzada; o que decir de falsos positivos por parte del mismo estado, vulnerando así los derechos, derechos que el estado debía proteger y garantizar.

     Vale la pena resaltar el esfuerzo que el estado está realizando por terminar un conflicto en el que se han visto violados nuestros derechos, aunque esta no es la solución definitiva si se espera que traiga un poco de mejora en el tema de derechos en nuestro país, pues no es la única forma en que se han visto afectados nuestro derechos, ya que si hablamos de lo que cita este artículo en su parte de promover la prosperidad general habría mucha tela para cortar , ya que este no es un tema que al parecer le interese mucho al estado; para nuestro gobernantes lo más importante a la hora de llegar a un cargo es “engordar” sus propias arcas, pagar dadivas recibidas y favorecimiento a terceros, mientras que al pueblo lo siguen “escurriendo con desigualdad, pobreza y más  impuestos”, dinero que al final no sabemos adónde va a parar, bueno, si, a las cuentas de algunos “servidores del pueblo o públicos que llaman”.

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