Asi Que Quieres Ser Arquitecto

CAPÍTULO I.- ¿SER O NO SER UN ARQUITECTO?

TEMA 2: POR QUÉ NO SER ARQUITECTO (pp. 48-57)

Vulnerabilidad del ego: perdido en la multitud

Este subtema nos habla sobre como el arquitecto, ya instalado en alguna posición laboral como subordinado, ya sea alta o baja, llega a sentir un sentimiento de frustración por ser eso: un subordinado. Se siente subestimado, que no se le da la importancia que merece. Habrá quien se resigne, pero en general, todos los arquitectos buscan dejar su huella, que se les conozca autores, líderes creadores, no subordinados, ni colaboradores.

Rasgos de la envidia

La sensación de frustración antes mencionada, puede tener como consecuencia una profunda envidia hacia sus colegas, y es que mientras a algún arquitecto pueda recibir premios por su obra y gran reconocimiento, otro puede no tenerlo. Y paradójicamente, el arquitecto puede sentir no solo envidia, sino también admiración por estas personas que consideran su competencia.

Por otro lado, un aspecto importante es el estatus que le brinda la profesión a un arquitecto en la sociedad. El arquitecto en la sociedad es respetado como un diseñador y constructor, sin embargo, para personas que tengan aspiraciones más de admiración pública, quizá no sea la mejor opción elegir esta carrera, pues en general, el arquitecto no es una persona que participe activamente en la política o grandes decisiones sociales o de carácter público.

Ansiedad, desengaño y depresión

Otra causa de sentimientos negativos, como la ansiedad y la depresión están relacionadas con la remuneración –moral y económica- al ejercer la profesión. Y es que, si bien hay altibajos económicos en todas las profesiones y oficios, cuando de arquitectura se trata existen altibajos en otro tipo de remuneración: la moral, la relacionada más con el empeño, la creatividad y los sentimientos que el arquitecto imprime en su trabajo.

Por cuestiones de perspectiva, es común que buenos trabajos sean desechados y puestos en el mismo lugar que los mediocres. Y esto, es algo que para muchos arquitectos resulta difícil de sobrellevar. Es por esto que el arquitecto debe ser una persona de fuerza y estabilidad emocional, ya que un fracaso en un proyecto al que se le dedicaron cientos de horas es visto en el ejercicio de la profesión.

Obstáculos personales

La arquitectura es una profesión que demanda asumir riesgos, tomar decisiones personales importantes, organizar prioridades. Y es que pueden existir muchos obstáculos personales que le dificulten a un arquitecto alcanzar sus metas.

Como ya se había mencionado, factores son los altibajos económicos, el rechazo de proyectos, etc. Un riesgo muy común, al que la mayoría de los arquitectos aspira, es por ejemplo, montar un despacho de arquitectos. Otro apoyo que puede tener un arquitecto es realizar posgrados. En general muchas aspiraciones de la mayoría de los arquitectos requieren tomar riesgos, tiempo y esfuerzo.

Falta de talento

Algo importantísimo en la carrera de Arquitectura es tener talento para ella. Aún cuando suene un tanto discriminatorio, el talento puede tenerse de forma innata, procrearse o fomentarse con trabajo y perseverancia de la persona, pero no puede enseñarse.

Puede haber personas inteligentes que no tengan las habilidades que demandan la Arquitectura y su ejercicio. El talento es una condición muy importante.

Falta de pasión y dedicación

Amor al diseño, amor a la Arquitectura. En eso se podría resumir un factor importantísimo que será la herramienta que le permita al estudiante de arquitectura y al arquitecto a sobrellevar cualquier obstáculo profesional que se le ponga.

La arquitectura demanda dedicación, esfuerzo mental y manual, creativo y

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