Autoridades de la administración aduanera

Autoridades de la administración aduanera:

También hemos podido constatar que las autoridades públicas encargadas del otorgamiento de divisas controladas deben constatar por sí mismas la llegada de las mercancías al país como condición sine qua non para el otorgamiento final de esas divisas. En otras palabras, tales autoridades no confían en los distintos documentos ni en las diferentes actuaciones producidas por una serie de personas e instituciones públicas y privadas que tienen que ver con las operaciones de tráfico exterior que se desarrollan en el país. Por ejemplo, no confían en los documentos comerciales relativos a la adquisición de las mercancías, ni en los contratos y documentos expedidos por porteadores y transportistas, ni en las constancias y actuaciones de instituciones financieras; no confían en las constancias de descarga y recepción de los cargamentos, donde ya intervienen nuestras autoridades aduaneras y de resguardo; no confían en las actas de ingreso de las mercancías que por obligación legal deben expedir esos auxiliares de la administración aduanera llamados almacenistas y depositarios; y lo más insólito: tampoco confían en los actos de reconocimiento físico aduanero a cargo de funcionarios que forman parte del Servicio Nacional Integrado de Administración Aduanera y Tributaria (SENIAT), ni en los actos de despacho y confrontación que deben emitir las aduanas del país y funcionarios de la Guardia Nacional. No: las autoridades cambiarias también tienen que meter sus narices en los almacenes y en las mercancías dentro de las aduanas para verificar por sí mismas la existencia de los bienes y así emitir su propia constancia, como si en nuestras aduanas no existiesen ya suficientes autoridades y trámites a cumplir. ¿Acaso las autoridades cambiarias se creen más honestas que las demás? ¿Cómo esas autoridades han podido de una manera tan patente poner en duda lo que otras personas y autoridades afirman? ¿Tan poco valor poseen actos como los que ejecutan, por ejemplo el SENIAT y la Guardia Nacional en las aduanas del país? Pues, sépanlo, ya esas autoridades cambiarias que actúan en nuestras aduanas se han mimetizado con las tradicionales y hoy día, gracias a una especie de ósmosis desenfrenada, gozan del mismo “prestigio” de las demás. Un trámite más que entorpece, que causa problemas y retardos, que encarece los productos y que propicia la corrupción y el tráfico de influencias.

Los anteriores son tan solo unos pocos ejemplos de los innumerables vericuetos de esa burocracia irresponsable y depredadora que hoy prevalece en las aduanas del país; pero son representativos, están a la vista de todos, y sirven para desenmascarar a quienes tanto se ufanan de cualidades y propósitos que únicamente figuran en prolífica y onerosa propaganda muy alejada de la cruda realidad cotidiana.

Órganos competentes:

El Agente de aduana, Agente

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