Ayudando a jóvenes drogadictos
Enviado por JHAYSA • 6 de Junio de 2013 • 1.293 Palabras (6 Páginas) • 428 Visitas
La drogadicción es uno de los problemas quizá más complejos a enfrentar, sobre todo cuando se trata de nuestros seres queridos o de alguna persona que tiene algún vínculo afectivo con nosotros.
Ayudar a un joven drogadicto es una tarea que parece difícil pero no imposible. Lo que se requiere es básicamente mucha paciencia y disposición, y entender que cada ser humano funciona de una forma muy personal, por lo cual, tendríamos que además aprender a ser creativos e inteligentemente persuasivos, tomando en cuenta la forma de ser de quien pretendemos ayudar.
Una ayuda positiva
La principal misión que tendremos que tener en mente cuando pretendemos ayudar a un drogadicto joven es que habrá que enseñarle, sobre todo, a ayudarse a sí mismo.
Antes de ayudarle a un drogadicto, es necesario considerar lo siguiente:
• Tomar en cuenta el grado de adicción. En casos severos, la ayuda de un profesional será necesaria.
• Se debe evitar caer en sentimientos de culpa o de autocompasión, tampoco se debe desvalorar a la persona adicta o verla como “victima” o “pobrecita”, pues esta actitud sólo agravara la situación. Es necesario que al ayudarle se emprenda dicha labor de forma objetiva haciendo una valoración clara del problema y considerando alternativas como las que se sugieren más adelante.
• Hay que valorar la edad del drogadicto la cual, aunque no es factor primordial, puede influir en la forma en cómo se trata este problema.
Síntomas de un joven drogadicto o que inicia:
Un mal aliento o olor en la ropa.
Pipas o papelitos de rodadura en su habitación.
Su carácter podría volverse de repente iracundo, muy rebelde o violento.
No desea hablar ni escuchar
Desmotivación por realizar algunas actividades o bajo rendimiento escolar repentino.
Variación radical en la disminución o aumento del apetito.
Problemas en la escuela de comportamiento agresivo.
Todos estos síntomas son avisos de que se deben tomar cartas en el asunto. No se debe sentir uno con la responsabilidad de manejar todo el asunto, sin embargo, en cuanto antes actúe, mejor. Cabe mencionar que un niño puede ser rebelde o tener mal carácter, o tener alguno de los síntomas mencionados y no precisamente estar consumiendo drogas. Sin embargo, siempre es mejor estar atento y no dejar pasar el posible aviso.
Drogadicción en jóvenes
Prevención: lo mejor y siempre aconsejable es la prevención. Es indispensable que se mantenga al joven bien informado, hablarle desde que ya tiene 8 años en adelante de las consecuencias de las drogas y darle la debida información, como no aceptar, por ejemplo, dulces o alimentos que provengan de extraños, sobre todo fuera de las escuelas.
Ahora bien. Cuando el joven ya es adicto y aun está a cargo de los padres o tutores, y apenas empieza la adicción, puede ayudársele de muchas formas:
Cuando sólo hay sospecha de que el joven se droga
En caso de sólo sospechar la adicción (cuando el joven aun no lo ha reconocido abiertamente), es necesario tomar cartas cuanto antes y hablarle con franqueza al joven de las consecuencias a las que se expone, dándole detalles de todo lo que puede padecer en caso de seguir. Es muy probable que el joven se sienta ofendido o rebelde y no desee hablar del asunto. En este caso, es necesario abordar el tema en tono amigable, evitar el reproche, el juicio de “estas mal”, o la amenaza o castigo para que deje de hacerlo. Esto sólo conducirá al joven a que acentúe su rebeldía y su adicción.
¿Cómo hablarle a un joven drogadicto?
Se debe ser firme y claro, pero nunca impositivo ni hablar en tono desesperado o enfadado. Para esto, es necesario que el padre o guía se haya desenfadado primero y comprenda que lo más importante es que el joven valore la situación y se dé cuenta por el mismo lo que hace mediante una auto-reflexión
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