AÑO DE LA INSTAURACIÓN DE LAS PENSIONES POR VEJEZ EN MÉXICO
Enviado por huizar1720 • 10 de Febrero de 2013 • Trabajo • 3.951 Palabras (16 Páginas) • 424 Visitas
1. AÑO DE LA INSTAURACIÓN DE LAS PENSIONES POR VEJEZ EN MÉXICO
reforma al sistema de pensiones, que entró en vigor en julio de 1997.
Hoy, este nuevo sistema de pensiones que opera bajo el esquema de capitalización individual, es una realidad para más de 14 millones 265 mil 3 trabajadores que ya tienen una cuenta individual para su retiro.
Dicha reforma se instrumentó con el objeto de mejorar la calidad de vida de millones de mexicanos que terminan con su vida laboral además de garantizar el equilibrio financiero de las instituciones de seguridad social, en específico del Instituto Mexicano del Seguro Social, institución que atiende a más del 55 por ciento de la población total del país 4. Cabe mencionar que esta reforma aún no se ha efectuado para los trabajadores del Estado ni para las fuerzas armadas.
II. Perspectivas de la población adulta mayor
El rápido envejecimiento de la población en países como el nuestro, con una plena transición demográfica y epidemiológica, constituye una preocupación persistente en el quehacer legislativo y del compromiso del gobierno en los programas de salud pública, ya que el cambio de nuestra estructura poblacional implicará una cuantiosa reasignación de recursos hacia los servicios de salud. Además, demandará importantes transformaciones en la organización y estructura de las familias, ya que muchos problemas que acompañan al envejecimiento serán trasladados a este ámbito. Estos aspectos, sugieren la necesidad de explorar las consecuencias e implicaciones del envejecimiento demográfico, reconocer los costos y beneficios sociales que le acompañan, y preparar propuestas legislativas, así como planes y programas institucionales para hacerle frente a sus manifestaciones de corto, mediano y largo plazos.
El aumento en el promedio de vida en México es de 71.4 años para los hombres y para la mujer de 77.5. Se estima que en los próximos años seguirá aumentando para ser de 80 para las mujeres y de 76 para los hombres.
La ventaja femenina en cuanto a esperanza de vida varía de cinco a ocho años. Sin embargo, vida más larga no es necesariamente sinónimo de vida más saludable. La longevidad de la mujer la hace más proclive a contraer enfermedades crónicas que por lo común se relacionan con la vejez como el caso de la osteoporosis.
Aunado al aumento en la esperanza de vida, y la situación socioeconómica que prevalece, ha surgido un fenómeno que ha ocasionado la aparición de hogares monoparentales y familias trigeneracionales, lo que origina que actualmente en nuestro país, más del 30 por ciento de los hogares sean sostenidos por mayores de 65 años. 5
Los adultos mayores se han convertido en cabezas de estos hogares, llegando a cumplir dobles jornadas de trabajo, que van desde la aportación de un ingreso, el cuidado de niños y la realización de labores domésticas, perfilándose así la nueva familia del próximo milenio conviviendo bajo el mismo techo y en condiciones no siempre óptimas.
Un gran porcentaje de este sector mantiene su capacidad, sus facultades y su deseo de participar, las personas que cumplen 60 o 65 años, no se encuentran limitados para desempeñar roles sociales productivos y creativos, debemos rescatar toda la experiencia de su vida y aprovechar la sabiduría que el tiempo les ha dejado y fortalecer así, la gran cadena generacional y responder con justicia a los esfuerzos que ellos han realizado en su vida para combatir la exclusión.
Frente a esta realidad, se han iniciado a nivel nacional e internacional, movilizaciones que han llevado a la organización de diversos foros internacionales, en los que se han generado compromisos que nuestro país ha adquirido, como la Asamblea Mundial sobre Envejecimiento celebrada en 1982 en Viena, la Cumbre Mundial sobre Derecho Social que tuvo lugar en Copenhague en 1995, la Conferencia Mundial de Derechos Humanos de Viena en 1993 y las Conferencia Mundial sobre Población que se celebró en el Cairo durante 1994, entre otras.
En dichos foros, México quedó obligado a crear un entorno económico, social, político, cultural y jurídico que permitiera el logro del desarrollo social de las personas en edad avanzada.
III. Garantizar el derecho a la salud para la población de la tercera edad, una tarea de todos y para todos
• Políticas públicas
En lo que se refiere a las políticas públicas que se han instrumentado para este grupo de población, el Sistema Nacional de Salud promueve colaborar al bienestar social de la población mediante servicios de asistencia social, principalmente a ancianos desamparados y minusválidos, para fomentar su bienestar y propiciar su incorporación a una vida equilibrada en lo económico y social.
En este sentido y fundamentado en la combinación con éxito del control de múltiples enfermedades infecciosas y los profundos cambios en el estilo de vida que han impactado en este fenómeno cambiando el patrón de mortalidad y morbilidad en nuestro país, las personas de la tercera edad padecen las enfermedades que pertenecen a las primeras causas de muerte de la población general.
Derivado de lo anterior, el Sector Salud, a través del Programa de Salud del Adulto y del Anciano 19952000, con el objetivo de prevenir las enfermedades crónico degenerativas y elevar la calidad de vida de la población adulta y de los ancianos ha prestado especial atención a las enfermedades como la diabetes. En torno a este padecimiento, se han llevando a cabo campañas de prevención, instrumentando la necesidad de su detección temprana, control y tratamiento oportuno de los casos, la educación a la población sobre los factores de riesgo, y el apoyo a grupos civiles de apoyo a los que padecen esta enfermedad, además de la capacitación al personal de salud. Lo mismo se ha instrumentado para la hipertensión arterial, la cirrosis hepática y la vacunación de otras enfermedades.
Por otra parte, es de destacarse que cerca de medio millón de adultos mayores está afiliado al Instituto Nacional de la Senectud, organismo creado por Decreto del Ejecutivo Federal el 20 de agosto de 1979, con el fin de "proteger, ayudar y orientar a las personas en edad senil, por medio de instituciones adecuadas para aliviar sus padecimientos y enfermedades, así como sus necesidades económicas más apremiantes, cuando no cuenten ni con medios económicos suficientes ni con los servicios de los sistemas de seguridad social y sanitaria ya establecidos".6
Dicha institución tiene como objetivo estudiar los problemas derivados de la senectud y otorga una tarjeta gratuita a sus afiliados, previa presentación de un documento oficial que verifique su edad y dos fotografías, la cual permite la identificación de la persona e implica el aumento de su poder adquisitivo,
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