Biografia

Mi historia

Todo comienza en noviembre de 1990, un lunes cuando mi mamá se hizo una prueba de embarazo casera. Tuvo que esperar 1 hora aproximadamente porque antes no eran las pruebas como ahora. Cuando pasó ese tiempo mi mamá y su amiga Lupita vieron que SI estaba embarazada. A mi mamá le dio mucha alegría. Lupita pronosticó “va a se una niña”. Después fue a un laboratorio para hacerse todos sus estudios.

Mi mamá no tuvo antojos en su embarazo, pero su amiga Rosita fue quien trabajó con ella en gobierto y hasta ahora siguen siendo grandes amigas, tuvo los antojos y siempre le preguntaba ¿Rocy no se te antoja un postre o algo así? Y ella contestaba no, gracias.

Conforme pasaron los meses yo le causaba mucha lata a mi mamá en la panza, ya que me movía mucho, desde los 3 meses en adelante.

Llegando el 9° mes, mi mamá fue al hospital, ya que estaba programada para los primeros días de julio, pero… sorpresa nací hasta el 19 de julio. A mi mamá le causó mucha ternura y gusto el que fuera niña, porque ya había 2 hermanos mayores.

En casa de mis abuelos me recibieron con muchísimo gusto, porque era la primera niña que llegaba a la familia, me consintieron mucho.

Fui una niña muy inquieta, me gustaba jugar mucho con mi primo Josué, crecimos juntos, con meses de diferencia, somos como hermanos. Jugábamos, juegos de hombres, de mujeres, lo único que nos importaba era estar en el jardín, nuestro lugar preferido, o también en la arena jugando a que éramos “jardineros”, comiendo arena, tierra y siempre explorando todo lo que había a nuestro alrededor, teníamos mil y un juegos, inventados y los que no, simplemente lo importante era jugar y pasar el el mayor tiempo posible juntos, mi hermanito pequeño, mi Jos adorado.

Empecé el kinder a los 4 años, ya que mi mamá no quería separarse de mí, pero yo ya quería ir. El primer día, mi mamá pensó que me iba a quedar llorando, ni siquiera me despedí de ella, entré y tampoco volteé, al contrario la que lloró fue ella.

Mi mamá iba por mí a la escuela, comíamos juntas, hacíamos la tarea, y después se iba a trabajar y yo me quedaba con mi papá y mis hermanos.

Fui buena alumna en el kinder. Siempre estuve en el cuadro de honor: Me llevaba bien con todos, inclusive con la directora que era muy linda conmigo, siempre me trató muy bien, al igual

Mi amigas eran Ana luz, Stephania, Cristina, Fabiola y Amaranta. De las 5 a la única que ya no he visto es a Stephania

En las pastorelas del kinder salí de estrella y pastora.

Cuando terminé el kinder, fue muy lindo y en un salón al lado de la primaria en la cual me iban a inscribir, mi vestido fue color durazno, el cual odie porque toda la fiesta me picaba horrible de las mangas, al final de todo terminé quitándomelo y opté por ponerme pantalón y playera, y el baile estuvo muy bonito, aparte de que bailé con el niño que mejor me llevaba, y que me gustaba.

Mis años en la primaria

En 1er. Año tenía una maestra llamada Luz María, pero se jubiló cuando llevamos apenas 2 meses de clases. Nos pusieron a una excelente maestra, Rosita, quien es pedagoga y psicóloga. En ese grado no sabía recortar, ni tampoco colorear bien, lo hacia para todos lados. La maestra platicó con mi mamá y le comentó que generalmente en escuelas particulares no prestan mucha atención en esos puntos, aparte de que no cursé los 3 años de kinder, y me hizo falta maduración. Mi mamá se comprometió a que yo mejoraría, y así fue. Todos los días coloreaba y recortaba aparte hacia la tarea que había dejado, y solo así mejoré. En ese año conocí a Mayré, quien fue y es mi mejor amiga. Todo lo hacíamos juntas, ella era muy inteligente y el juego que más nos gustaba era el pasamanos, teníamos las manos llenas de callos pero eso no importaba. Participe en la pastorela como pastora. .

Con la ayuda de mi mamá y la maestra saqué el primer lugar del grupo en aprovechamiento.

En 2º.año casi todo hubiera sido bueno de no ser porque tuve un maestro que era muy flojo y faltaba mucho, siempre tenía una excusa por sus faltas. Los padres hablaron con el director y plantearon la inconformidad, y dejó de faltar un tiempo, pero las cosas siguieron igual, no cambiaron, todos deseábamos con ansias que se terminara ese ciclo escolar.

Una ocasión el maestro salió del grupo y nos dejó trabajando en unos recortes. Una niña llamada Gabriela traía unas tijeras de punta y alcanzó a picarme cerca de uno de mis ojos, afortunadamente no toco mi ojo pero si me lastimó la piel. A la hora de la salida mi hermano Israel fue por mí y me preguntó ¿qué te pasó? Le respondí que me había pegado en la silla, porque tenía miedo de esa niña ya que era mayor además de alta y robusta. Mi mamá no creyó que me había pegado en la silla y fue a hablar con el maestro

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