CATEGORIAS ETNICAS

LICENCIATURA EN EDUCACIÓN PLAN ‘94

SEMIESCOLARIZADO GRUPO 1 B

MATERIA:

“HACIA LA INNOVACIÓN”

ASESORA:

MTRA. LUZ MARIA LOPEZ MEDINA .

TEMA:

COMPORTAMIENTO DISRUPTIVO EN EL AULA.

PROYECTO DE INNOVACIÓN:

“ESTRATEGIAS PARA FAVORECER EL CONOCIMIENTO Y CUIDADO DE SI MISMO PARA MODIFICAR COMPORTAMIENTOS DISRUPTIVOS EN EL AULA”.

PROFESOR-ALUMNO:

VARGAS RODRÍGUEZ ADELA

I.PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA

Con frecuencia en el ámbito familiar y escolar se presentan situaciones difíciles con los niños, en las que no se sabe cómo actuar y que decisiones tomar frente a una serie de comportamientos o conductas inadecuadas o indeseables de los estudiantes. El manejo de la indisciplina en aula de clases es un tema de suma importancia para el docente; en todo grupo o salón de clases existen alumnos que causan disrupciones, y en ocasiones los maestros no somos lo suficientemente sensibles ante estas situación, no por ello se debe alejar a estos niños causantes de disturbios fuera de la clase o a otros grupos ya que con esto se traslada el problema a otro docente. Más bien un procedimiento así, permitirá que se agraven las dificultades.

Marchesi y Martin (1990) menciona que los niños que presentan conductas inadecuadas en el aula también presentan algún problema de aprendizaje a lo largo de su escolarización, y por lo tanto demandan una atención más específica y mayores recursos educativos de los necesarios para compañeros de su edad. Por lo anterior el deber del maestro es estar atento, ya que estos niños con situaciones educativas difíciles se les debe atender individualmente puesto que sus conductas no son iguales a la de sus demás compañeros por ende no se puede pretender tratar de la misma forma a la que se trata a un niño que no tiene conductas problemáticas e intolerantes. Un niño con problemas puede causar desórdenes en el aula, y por lo tanto es necesario evitar que esos problemas se vuelvan colectivos y afecten a todo el grupo, porque al aprobar esos desórdenes aprueban la conducta y será más difícil su reparación.

Los problemas de conducta en el aula, son entendidos como aquellos comportamientos del niño que interfieren en el logro de las metas académicas, la disciplina o convivencia escolar obstruyendo o entorpeciendo el proceso de enseñanza-aprendizaje. Para Cubero y García el conocimiento escolar se elabora en la escuela, que por un lado, trasciende las explicaciones cotidianas que se desarrollan fuera de los contextos académicos, y por otro, aunque tienen como marco de referencia el conocimiento científico, no es simplemente un conocimiento científico en sí, sino una elaboración de esta conocimiento que se ajusta a las características propias del contexto escolar.

Con base en la observación del proceso de las prácticas pedagógicas investigadas en la Escuela Primaria Tierra y Libertad de la zona escolar 097, en el grado de 4° “B”, se detectaron alumnos que presentan conductas problemáticas, en las que se presenciaron durante la jornada escolar actitudes tales como: fastidiar y molestar de manera deliberada a otros compañeros, interrumpen constantemente el ritmo de clase con ruidos corporales, tales como silbidos, gritos, ecos, etc. Hacen ruidos con objetos por ejemplo golpear la mesa, tirar cosas, tamborilear con el lápiz. Levantarse constantemente del sitio, deambular por la clase para molestar al compañero, salir constantemente al sanitario e irse a otras áreas de la escuela, proferir insultos contra compañeros en forma verbal y escrita, burlarse de los compañeros o poner apodos, estropear o tomar materiales de compañeros sin solicitarlos, deteriorar mobiliario escolar como rayar sanitarios y mesa bancos. Y en un caso extremo amenazar a compañeros de otros grados. En lo académico se muestra que los alumnos que presentan conductas disruptivas también presentan apatía, lentitud o poca atención para desarrollar las actividades dentro del salón de clases, incumplen con tareas o material solicitado y por lo tanto no logran los aprendizajes esperados. El grupo atendido está conformado por 19 niñas y 15 niños, con un rango de edad de 9 a 11 años, 2 niños repetidores y muchas situaciones de familias disfuncionales. Cada alumno presenta circunstancias particulares, por lo que tratar al grupo en forma uniforme y colectiva resulta una labor compleja, en algunos casos se muestra un resultado positivo con la atención personalizada para los alumnos con conductas disruptivas pero al ser un grupo numeroso dicha estrategia no siempre es funcional.

El problema no solo se manifiesta en un grupo determinado, sino que la escuela en si viene arrastrando una serie de conductas inadecuadas por parte del alumnado, es evidente con cierto número de alumnos la falta de disciplina, la presencia de antivalores, así como problemas para la convivencia. La mayoría de los niños provienen de las colonias populares aledañas a la escuela: El Gavilán, Las Huastecas y el Bicentenario; por lo tanto se conocen dentro y fuera de la institución, ocasionando que los conflictos entre familias y vecinos los trasladen a la escuela. Otra situación que genera complicaciones es el espacio, la escuela tiene áreas reducidas para ser utilizadas a la hora de receso, educación física o cualquier otra actividad al aire libre, en promedio cada grupo rebasa los 30 niños y existen 14 grupos en total.

El conflicto es parte inevitable del proceso de crecimiento y desarrollo de cualquier grupo social y del ser humano. Lo importante es ser capaz de tratar los conflictos de forma educativa, para que los alumnos aprendan cómo se resuelven de forma constructivista. Es cierto que pretender que un centro o una clase se mantengan en continua calma es alejarse de la realidad. Al igual que como pasa en la ciencias, el comportamiento del individuo basado en valores es una práctica constante, se enseña y perfecciona con el ejemplo; los estudiantes desarrollan su comprensión conceptual participando, investigando y generando situaciones que lo lleven al análisis, la crítica, la reflexión y por supuesto la aplicación. Dichas situaciones se deben caracterizar en gran medida, de la organización del trabajo establecido por el docente y de las posibilidades que éste ofrece para centrarlas en el interés de los alumnos que apunten hacia el desarrollo de competencias cívicas y éticas como la participación política y social, el autoconocimiento y cuidado de sí mismo y respeto y aprecio de la diversidad.

Por tal motivo el proyecto de innovación docente se enfoca en favorecer la primera de las ocho competencias de la asignatura

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