CODIGO DE ETICA
Enviado por claravelandia • 4 de Abril de 2014 • 1.642 Palabras (7 Páginas) • 166 Visitas
ANÁLISIS DEL CÓDIGO DE ÉTICA
La ética empresarial es una disciplina que empieza a tener un estatus propio desde la década de los 60 y 70 del siglo XX, donde aparecen una serie de publicaciones y comienzan a dictarse cátedras de dicha materia. Podemos catalogarla como una ética aplicada cuya misión es pensar el sentido ético de la actividad empresarial. No obstante, desde su aparición siempre han surgido dudas de parte de los escépticos. ¿No es una construcción ideológica o encubridora para justificar la actividad amoral (y hasta inmoral) de las empresas? ¿No es más una cosmética que una real ética? ¿Por qué poner limitaciones éticas a una actividad que sólo se rige por las leyes del mercado? A veces, la realidad parece dar la razón a esas posturas (caso Enron, juguetes fabricados con sustancias tóxicas, explotación laboral, daño al medio ambiente, etc.), sin embargo también hay logros importantes (la efectiva puesta en práctica de la Responsabilidad Social Empresarial, la preocupación por el desarrollo humano de sus trabajadores, la sensibilidad por el medio ambiente, etc.) que afirman la necesidad de seguir pensando y actuando en pro de empresas más éticas y humanas. Además, las prácticas amorales o injustas de las empresas tradicionales requieren de muchos factores para ir mutando a nuevas formas más preocupadas por la moral y el bienestar personal y colectivo. En este artículo revisaremos algunos conceptos que se han estado usando en los trabajos de ética de empresa, para ver nuevas aristas de su contenido así como sus implicancias. Nuestra perspectiva será ética antes que económica o administrativa.
La ética de la empresa ha venido a replantear el sentido mismo de la empresa, a develar su sentido metafísico y transformarla en un sentido más pragmático. La empresa, en sentido tradicional y metafísico, ha sido vista como una entidad única cuyo sentido se encuentra en su propia auto-sobrevivencia, en persistir en su ser. En lenguaje empresarial, ha sido vista como una organización compuesta por recursos humanos (obreros, empleados, funcionarios, supervisores), recursos materiales (maquinaria y equipo, edificios, materia prima y capital) y sostenido por un sistema administrativo. Es curioso que esta organización económica que se sabe a sí misma como pragmática (es decir, no intelectual o teórica) se presenta como un ente metafísico. No hay nada más metafísico que esta visión de la realidad como entes únicos que se afirman a sí mismos (diferenciándose u oponiéndose —o “compitiendo”— a los demás).
La aparición de la teoría de los stakeholders ha venido a cuestionar y replantear la forma tradicional y metafísica de entender una empresa. Muchos autores solo la han entendido como grupos que pueden ser afectados por la actividad empresarial y ante los cuales debe responder. Sin embargo, esta comprensión ética solo se sostiene si la empresa misma es entendida de manera diferente. Así, desde la teoría de los stakeholders, la empresa pierde su carácter de entidad cerrada y egocéntrica, para pasar a ser una realidad que debe su existencia a los stakeholders, es decir, una entidad que solo es posible por su interrelación con otras realidades. Por lo que una empresa debe su ser y actividad a la relación que tiene con los trabajadores, los accionistas, los clientes, los proveedores, la sociedad, el Estado y el medio ambiente. Si faltase uno de estos grupos, ¿podría sostenerse una empresa? No son solo grupos de interés, sino grupos a los cuales debe su existencia, por lo que de ese reconocimiento surge el deber de cuidado y de dar respuestas por sus acciones. Sobre esta visión de interrelación puede tener sentido la ética empresarial y la responsabilidad social de las empresas. De lo contrario, seguirán siendo vistas como creencias y obligaciones que vienen de fuera y restringen la actividad económica de la empresa.
Actualmente está en boga la Responsabilidad Social empresaria. Quizás por esta razón muchas empresas se interesan, algunas sinceramente y otras para mejorar su imagen en la sociedad; por llevar a cabo acciones sociales tomando como punto de partida la elaboración de un Código de conducta o de Etica empresaria, en los cuales declara su credo y/o preceptos con los cuales pretenden ser consecuentes. Sin embargo, un código de Etica, es decir una declaración de principios morales a los cuales rendir tributo, no siempre guarda congruencia con la moral que signa todos los actos de la empresa. Dichos actos están bajo la influencia de las relaciones interpersonales, pero también por las acciones que bajo la legitimidad de lo institucional, influyen sobre los gerentes y empleados, exteriorizándose en perjuicio de la sociedad en general y de los “stakeholders” (sostenedores) en particular.
¿La presencia de un Código de Etica en las empresas determina y guía las conductas de sus integrantes? ¿Es garantía de integridad?. Debería contestarse afirmativamente, sin embargo no siempre es así. Un Código es un cuerpo escrito que comprende un conjunto de preceptos, reglas o normas a observar por las personas sobre las cuales rige. No obstante hay muchas razones por las cuales el código no pasa
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