COMO PRESENTAR PARA CONVENCER

INTRODUCCION

Todos los seremos humanos tenemos el don de comunicarnos de manera única y auténtica. El aprender a comunicarnos de manera eficaz, es un proceso que requiere de tiempo y persistencia, una persona no se convierte en un buen orador de la noche a la mañana.

Una de los factores que nos afectan en el momento de una presentación son los nervios, especialmente cuando nos enfrentamos a algo desconocido, un nuevo ambiente, personas nuevas, etc. El cuerpo automáticamente activa su mecanismo de autodefensa y se prepara para la huida. Pero debes saber que el miedo escénico no discrimina a nadie, en realidad grandes oradores han tenido sus colapsos nerviosos por los nervios que les produce una presentación.

En ocasiones el miedo a hablar en público tiene sus orígenes en experiencias pasadas o en algún evento terrible que marco la memoria de la persona, alguna experiencia concreta podría venir a la memoria de la persona en el momento menos indicado y quedar totalmente en shock. Pero el reto está en hacer de estos miedos nuestros aliados, para ponerlos en la balanza a nuestro favor y que fluyan nuestras habilidades.

“COMO PRESENTAR PARA CONVENCER”

Tener miedo es algo normal, podemos decir que la adrenalina que esta produce incluso podría actuar a favor de la persona para estar más activos ante las variantes del ambiente. Conocer los propios miedos es el primer paso hacia la excelencia, y trabajarlos constantemente y jamás darse por vencido es la clave que nos llevara hacia la meta de ser un buen presentador.

Cuando hemos identificado los miedos, el siguiente paso es clasificarlos en miedos racionales e irracionales, pues sabemos que son los miedos racionales los que tienen validez y sobre los cuales se debe trabajar. Cuando se realice una presentación se debe estar relajado y haber descansado lo suficiente la noche anterior, los ejercicios de respiración ayudan de gran manera a relajar los músculos y calmar la tensión, aprender a respirar bien es crucial en estos casos.

Conocer el espacio físico por el que se va a desplazar el orador ayuda a tener más seguridad, también probar si las instalaciones de sonido funcionan correctamente. En el momento que las personas empiecen a llegar al auditorio o lugar de presentación, el orador debe hacer contacto con el público porque esto le ayudara más adelante en su presentación.

En el momento del desarrollo de la exposición, se debe hablar de forma pausada y correctamente vocalizada para un buen entendimiento. Si existe algún tip nervioso se debe investigar las técnicas para disimularlo, por ejemplo el temblor en las manos se puede disimular con un estrado en el escenario que impida que el público detecte ese inconveniente.

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