CONCEPTO DE AFASIA SEGÚN LURIA
Enviado por ELYK • 13 de Junio de 2014 • Síntesis • 3.307 Palabras (14 Páginas) • 487 Visitas
CONCEPTO DE AFASIA SEGÚN LURIA
La afasia no es una enfermedad, es una secuela entre muchas que pueden presentarse después de una lesión focal del sistema nervioso central.
Es ante todo la pérdida del lenguaje que previamente había sido adquirido a una edad apropiada. De modo que las afasias no pueden ser primarias pero si pueden presentarse a edades relativamente tempranas en caso de que hayan adquirido las bases del lenguaje.
Es producto de lesiones corticales y corticosubcorticales, aún se discute la posibilidad de la existencia de afasias subcorticales “puras” (Caplan) ya que al parecer de una u otra forma finalmente los “centros” del lenguaje en la corteza cerebral son los que tienen que estar afectados.
Las regiones del cerebro encargadas del lenguaje usualmente se encuentran en el hemisferio izquierdo; entre 96 y 99% en el caso de los diestros y el 60% para los zurdos. En estos últimos del 40% restante la mitad tiene dominancia mixta y la otra mitad dominancia derecha para el lenguaje (Jacobs).
En este texto se hace referencia frecuente a las lesiones cerebrales. Éstas deben tener necesariamente una causa identificable. Con mayor incidencia estas lesiones son producto de accidentes cerebrovasculares seguidos de los traumatismos craneoencefálicos, estos últimos ocurren más frecuentemente en personas jóvenes.
En fechas recientes se han detectado problemas adquiridos del lenguaje en personas muy jóvenes, incluso niños; en estos últimos se menciona que es mayor la sobrevida a enfer-medades graves que dejan secuelas como las encefalitis o traumatismos craneoencefálicos, también se diagnostican cada vez más estos problemas, en éste grupo de edad (9).
En el Instituto de la Comunicación Humana dentro del área de Diagnóstico, contamos con un área dedicada específicamente al estudio de los pacientes con secuelas neurológicas que afectan al lenguaje y al habla. Las evaluaciones son realizadas por un médico especialista en Audiología, Foniatría y Comuni-cación Humana. En forma complementaria a los estudios clínicos y a las pruebas neuropsicológicas que se aplican rutinariamente, los pacientes se estudian mediante mapeo cerebral a lo largo de su rehabilitación. Estos estudios se realizan desde 1994. Hasta el mes de junio de 1998, se han registrado 3064 pacientes por mapeo cerebral. De éstos, 163 corresponden a pacientes afásicos (5.1 %).
En forma individual, hay 163 pacientes estudiados en total: 95 de sexo masculino (58.28%) y 67 de sexo femenino (41.10%). Es significativo que la mayor proporción corresponde a individuos de sexo masculino.
Por edad, el grupo más afectado fluctúa entre 45 y 64 años, lo que representa 44.7% del total de los pacientes.
Es evidente que tenemos en nuestras manos un grupo de pacientes en una edad productiva de la vida. A continuación revisaremos brevemente una serie de factores etiológicos en los que, hasta cierto grado, se pueden tomar medidas preventivas.
La afasia es la pérdida de la capacidad de uso del lenguaje secundaria a una lesión de las áreas cerebrales involucradas en la producción y recepción del lenguaje.
En algunas ocasiones en la literatura neurológica se emplea el término de disfasia como equivalente o para denotar una afasia con menor grado de severidad. Sin embargo en el ámbito neuropediátrico y de la patología del lenguaje se hace una clara distinción entre ambos términos: afasia se refiere a los problemas de lenguaje secundarios a una lesión neurológica evidente mientras que con disfasia se denotan los trastornos del lenguaje específicos o del desarrollo.
Los primeros sistemas de clasificación fueron el resultado de algunos intentos por demostrar una relación entre la alteración de conducta comunicativa y un área específica del cerebro, señalando que el daño en áreas localizadas e invariables daba como resultado déficits de lenguaje específicos y delimitables, tales posturas eran definitivamente de corte localizacionista. Con el tiempo, las herramientas diagnósticas mejoraron para la detección de sitios de daño y la clínica con perfiles estríc-tamente localizacionistas fue desplazada por métodos de neurodiagnóstico anatómico como los de neuroimagen y, de manera más reciente, métodos funcionales como la tomo-grafía por emisión de positrones, tomografía por emisión de fotón único, magnetoencefalografía y resonancia magnética funcional, entre otros. Además, el interés de otras disciplinas como la lingüística y la psicología cognoscitiva en el estudio de las afasias, nos lleva a reflexionar sobre la necesidad de contar con diferentes sistemas taxonómicos o diferentes conside-raciones sobre tipos y subtipos clínicos.
Los sistemas de clasificación varían desde los binarios, como los de Weisenburg y McBride (1935) expresivo-receptivo, inclu-yendo los sinónimos sensorial-motor, de entrada y de salida, hasta tipologías sugeridas por Nielsen (1946) y Luria (1964), entre otros.
En general, las manifestaciones tomadas en cuenta más frecuentemente para clasificar a los pacientes en diferentes grupos han sido la fluidez, la construcción sintáctica, la capacidad de repetición, la denominación y las diferentes etapas de la comprensión audioverbal.
En términos descriptivos muy generales y superficiales pueden dividirse en "fluidas" (o fluentes) y no fluidas, ya que reflejan una posición dicotómica pero no hacen referencia en absoluto ni a la fisiopatología ni a la disrupción lingüística.
Existen muchas clasificaciones de afasia, se supone que las más difundidas y empleadas son la de Luria y la del grupo de Boston de Geschwind, Goodglass y Kaplan, la cual es una reinter-pretación del esquema conexionista de Lichteim y Wernicke.
Luria distingue siete tipos de afasias, como resultado de las observaciones de un grupo de pacientes heridos de guerra, elaboró una “diagramación" precisa de la situación de las lesiones y las características lingüísticas de los pacientes. Toma en cuenta distintos procesos como eslabones de la función tanto expresiva como receptiva del lenguaje. Es necesario con-siderar que tales procesos no son necesariamente seriados y lineales. Su valor reside en que constituye un acercamiento a un modelo dinámico de procesamiento lingüístico y no a un esquema estático de corte conexionista.
En los conceptos de grupo de Boston (2) se habla de una zona central del lenguaje en la región perisilviana izquierda; de modo que las afasias perisilvianas son: la de Broca, Wernicke y de conducción. En la primera, hay una desauto-matización motora y alteraciones gramaticales
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