CONTRATO LABORAL EN LA MODERNIDAD

EL CONTRATO LABORAL EN LA MODERNIDAD

Nos encontramos frente a la globalización con inmensurables costos económicos y sociales para los trabajadores, donde la flexibilidad y deslaboralización del trabajo ha llevado al marginamiento y pobreza de buena parte de la sociedad. Es inaceptable e imperdonable el interés personal, el individualismo, sinónimo del liberalismo económico, llamado hoy neo-liberalismo, que se aplica al trabajo productivo sin contemplación por los dueños del capital de trabajo en la población mayoritariamente pobre que se somete a una competencia intolerable por el mercado de trabajo, dejando como consecuencia palpable una injusticia social, económica y política.

A lo anterior se le agrega el fenómeno del trabajo informal que se traduce en un ingreso familiar deducido e incierto, fuente de inestabilidad laboral y como resultado del mismo se observa un impacto de mayor pobreza y menor ingreso.

Las reformas legislativas en nuestro último siglo, como la ley 50 de 1990, la Ley 100 de 1993, la ley 789 de 2003, el acto legislativo 01 de 2005, todas proyectadas y aprobadas por gobiernos neo-liberales, ponen en evidencia la inestabilidad jurídica, la deslaboralizaciòn y flexibilización en la relación de trabajo, sacrificando calidad humana, dignidad del trabajo y estabilidad laboral.

Podríamos concluir, que la tendencia más generalizada es debilitar el sindicalismo, crear

formas de contratación más flexibles, promover la desvinculación laboral estable y como consecuencia dar inicio a una nueva forma de contratación, la tercerización laboral, la desregularización del trabajo y su finalidad es el desempleo, subempleo o trabajo de tiempo parcial, comúnmente disfrazado como trabajo independiente, que se caracteriza por los ingresos bajos con gran impacto sobre la economía y la calidad de vida digna en los trabajadores.

El panorama colombiano no es alentador. La educación, la salud, la vivienda, una pensión digna, el mínimo vital, el mínimo legal, la estabilidad laboral, la salud del núcleo familiar y los riesgos profesionales, se encuentran limitados al depender de contratos laborales estables, contratos que con las nuevas formas de contratación, son flexibles e inciertos, ya que es lo que viene ofreciendo el mercado laboral en el campo privado y público. Lo anterior lo justifican económicamente y políticamente en minimizar costos sin importar sus

consecuencias en el trabajo y el resultado en el trabajador y su núcleo familiar.

Nos preguntamos, si se puede mantener el significado original del contrato de trabajo como parte de la columna del Estado Social de Derecho, o si por el contrario el liberalismo económico, la globalización, la deslaboralizaciòn y trasformaciones económicas, apartan el concepto clásico de trabajo, y para poder entender dichos cambios es necesario confrontarlos para identificar su semejanzas y diferencias con las nuevas

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