CUALES SON LOS LOS RIESGOS DE LA SUBJETIVIDAD EN LAS AUDITORIAS

LOS RIESGOS DE LA SUBJETIVIDAD EN LAS AUDITORIAS

Empresas estadounidenses en los últimos años han empezado a socavar la confianza en la ley de auditorías debido a los múltiples escándalos financieros sonados a nivel mundial que han surgido. El objetivo es proteger a las personas que dan la voz de alarma, para controlar las empresas contables establecen las sanciones penales largas condenas.

Dentro de los últimos escándalos contables con efectos devastadores tanto en una empresa como en la bolsa de valores son afectados por ciertas falsificaciones en datos contables las cuales pueden ser: lavado de dinero, desvió de fondos incluso lagunas contables, las cuales al ser descubierta no dejan solo fallas en el sistema contable de la misma empresa que realiza este tipo de fraudes, si no es una cadena de efectos negativos tanto para empresarios de la misma junto con inversionistas que en muchos de los casos no tienen conocimientos a fondos sobre el manejo de los balances contables claros de una determinada empresa. Los cuales no solo los afecta en el sentido económico, sino que también pueden recibir juicios penales que en muchos de los casos incluyen condenas de privación de la libertad. Estas cadenas de corrupción suelen darse en empresas grandes que a simple vista no generan ninguna duda sobre la confianza que ha generado, pero una vez de ser descubiertas generan grandes daños y perjuicios.

 (Bush, 2004). “La era de las normas laxas y los beneficios ficticios ha acabado”.

 (Bazerman, Loewenstein, & Moore, 2004). “El verdadero problema no es la corrupción deliberada, son los perjuicios inconscientes”.

Las raíces de los perjuicios

De acuerdo con investigaciones psicológicas en la mayoría de estos casos son influenciados por los deseos de poder de un administrador, aun cuando estamos tratando de ser objetivos e imparciales. Cuando estamos determinados con cumplir un determinado objetivo, buscamos maneras de cumplirlo, y por cumplir estos objetivos es que muchas veces terminamos realizando cosas incorrectas a tal punto de cubrir todos los desperfectos que puedan afectar dicho objetivo o visión generada con fines de lucro para la empresa por lo general.

¿Quién es el responsable de las malas auditorías?

En el caso de los auditores profesionales se puede pensar que no tendrían ningún tipo de inconveniente en las auditorias, porque ellos trabajan realizando informes contables y analizando balances financieros por lo general en el cual deben aplicar una serie de normas como las NIA (Normas Internacionales de Auditoria) realizándolo mediante una ética profesional establecida como reglamento primordial de todo auditor. Pero sin embargo muchas veces la ambición en la cual se nos presentan grandes oportunidades puede cegar la capacidad de juicio de una persona, la cual incita a realizar actos corruptos. Sin embargo, no todos los errores se hacen de forma deliberada, sino que la naturaleza frecuentemente subjetiva del auditor hace que se puedan cometer distorsiones involuntarias.

Ambigüedad. Los prejuicios florecen siempre posibilidades de interpretar la información de maneras diferentes. Las personas tienden a llegar a conclusiones interesadas siempre que la ambigüedad rodea un argumento. Muchas de las decisiones de contabilidad están caramente predeterminadas. Los auditores y sus clientes tienen un considerable margen de maniobra.

“Muchas personas creen que la contabilidad es una ciencia en la que la cantidad, concretamente los beneficios por acción, es la piedra angular, la cifra exacta, que no puede ser ni dos céntimos mayor ni dos céntimos menor. Yo provengo de una escuela en la que se considera que la contabilidad es más bien un arte”. (Bernardino, 2004)

(Gibbins, Salterio, & Webb, 2004). “En un estudio de firmas auditoras internacionales de 93 socios, el 97% reconoció que solía negociar habitualmente con el 50% o más de sus clientes”.

Apego. Los auditores tienen solidas razones empresariales para esforzarse por caer en gracia a los clientes y, por tanto, tienen intensos estímulos para aprobar la cantidad presentada por sus clientes. En virtud del sistema actual, los auditores son contratados y despedidos por las empresas a las que auditan y en un hecho incuestionable que las empresas clientes despiden a los auditores que hacen auditorias desfavorables aun cuando la firma sea lo suficientemente grande como para resistir la pérdida de un cliente, los puestos de trabajo y las carreras profesionales de los auditores individuales que pueden depender del éxito que consigan con clientes específicos, en las últimas décadas, las firmas de contabilidad han abordado la auditoria como una manera de establecer relaciones que le permitieran vender sus más lucrativos servicios de consultoría. Por tanto, hay poderosos motivos que incitan a toda la empresa de auditoria, desde el equipo directivo hasta los contables individuales a elaborar informes favorables a la empresa u organización para la que ofrecen los servicios con jugosas bonificaciones a cambio del mismo. Cuando las personas equiparan sus propios intereses con los de otra parte, interpretan datos a favor de esa parte. El apego promueve la predisposición de servicio.

 (Bazerman, Loewenstein, & Moore, 2004). “A diferencia de la corrupción consciente, los perjuicios inconscientes no pueden ser eliminados por amenazas de privación de libertad”.

“Personas que nunca han tenido la intención de hacer nada ilícito acaban encontrándose en situaciones en las que prácticamente se ven obligadas a seguir cometiendo fraudes una vez que han comenzado a hacerlo. Si actuaran de otra forma, saldría a la luz que han empleado unas prácticas injustificadas de contabilidad en los periodos anteriores”. (Niemeier, 2004).

Poner a prueba la teoría

En una auditoria no se puede determinar si un error se debe a los perjuicios o a la corrupción, la vulnerabilidad de los profesionales con respecto a los prejuicios y su tendencia a verse influidos por las predisposiciones de sus clientes es un grave error al momento de realizar las prácticas de campo en el sector de la auditoria, el profesional debe tener claro que al momento de realizar los informes solicitados por sus respectivos clientes, indistinto a la predisposición con su cliente, la información debe ser clara y en la misma haber practicado los principios éticos generalmente aceptados cuando desempañan la función de auditores de una determinada empresa.

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