CUENTO, EL ENEMIGO DE ANTON PAVLOVICH CHEJOV

NOMBRE DEL CUENTO:

EL ENEMIGO

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AUTOR:

ANTÓN PÁVLOVICH CHÉJOV

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BIOGRAFÍA  DE ANTÓN  PÁVLOVICH  CHÉJOV

Antón Pávlovich Chéjov nació el 29 de enero de 1860 en Taganrog, en la Federación Rusa, y falleció el 15 de julio de 1904 en Badenweiler, Alemania. Su infancia se vio marcada por la educación estricta que recibió de su padre, un tendero hijo de un siervo que había comprado su libertad. El negocio de su padre quebró y la familia se vio obligada a escapar a Moscú para evitar su encarcelación por deudas. Chéjov comenzó a escribir relatos humorísticos cortos para contribuir a la economía familiar, labor por la que se granjeó cierta popularidad como cronista. Estudió medicina en la Universidad Estatal de Moscú y, aunque en 1884 comenzó su carrera médica, siguió escribiendo y colaborando con diversas publicaciones, y obtuvo el prestigioso Premio Pushkin con su compendio de relatos Al anochecer (1886). Aparte de la narrativa, también cultivó el teatro, sus obras se llevaron a escena con gran éxito, y en 1901 se casó con Olga Knipper, una actriz que había trabajado en tres de sus obras. Preocupado por los más necesitados, inició diversas campañas contra el hambre y el abandono, y creó varias escuelas para niños sin recursos.[pic 3]

Casi toda su vida Chéjov tuvo una salud delicada, afectado por los síntomas de la tuberculosis, enfermedad de la que falleció finalmente.

Obras de Antón Pávlovich Chéjov:

• Drama en la cacería 
• Flores tardías y otros relatos 
• La estepa; En el barranco 
• Correspondencia 
• El reino de las mujeres 
• El beso y otros cuentos 
• Kashtanka: Historia de un perrito 
• El camaleón y otros cuentos de varios colores 
• La Gaviota; Las tres hermanas; El tío Vania 
• Un drama de caza 
• Extraña confesión 
• Cuentos Rusos 
• La cerilla sueca y otros cuentos  
• El reto 
• La dama del perrito 
• La isla de Sajalín 
• Luces 
• Las lágrimas invisibles del mundo 

ARGUMENTO DEL CUENTO “EL ENEMIGO”

La historia comienza en una noche oscura de septiembre en la casa del doctor Kirilov, quien su único hijo de 9 años llamado Andrés había fallecido a causa de una difteria. La esposa del doctor triste, desconsolada permaneció arrodillada junto a la cama de su hijo acompañada de su esposo Kirilov. De pronto sonó el timbre y Kirilov bajo al vestíbulo todo demacrado, con su cara mojada y sus manos quemadas por el ácido fenico; era un hombre que requería de su ayuda, ya que su esposa está enferma posiblemente podría tener aneurisma.

El hombre llamado Aboguin le suplicaba, rogaba incansablemente al médico para que lo acompañara; pero debido al gran dolor que pesaba su alma se rehusaba.

El doctor Kirilov se dirigió hacia el cuarto a seguir acompañando a su esposa para calmar el dolor que sentían por la pérdida de su hijo Andrés al estar ahí el medico recordó que él era un hombre viejo, canoso con 44 años de edad y su esposa una mujer demacrada y enferma con 35 años; pensó que Andrés no era solo el único hijo que podrían tener sino también el ultimo debido a la edad y a las condiciones en que vivían.

Después de permanecer unos 15 minutos en el cuarto, bajo o través al vestíbulo en donde lo seguía esperando impaciente Aboguin.

Aboguin siguió insistiendo para que el medico cambiara de idea y lo acompañara hasta que lo convenció ya que hablo de una forma temblorosa con un tono de voz de dolor; decidió acompañarlo dejando sola a su mujer junto al cadáver frio de su hijo.

El viaje hacia la casa de Aboguin duraría una hora aproximadamente, se fueron inmediatamente en el carruaje de Aboguin. El sendero por donde iban era oscuro, frio, se podía escuchar el murmullo de los árboles. Luego de recorrer ese largo viaje llegaron. Por fin el carruaje se detuvo ante el pórtico de Aboguin a quien su respiración se hizo temblorosa.

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