CUENTO MACABRO.

No recuerdo bien el comienzo de todo, solo recuerdo como veía el cielo caerse encima de nosotros. Era un lunes por la mañana, mientras iniciaba mi rutina matutina, comenzando por un café.

Mi esposa, que estaba en el jardín contemplando las flores que recién había regado, salió corriendo hacia la cocina mientras gritaba-Benjamín, ¡se están cayendo las nubes! ¡Auxilio!-A lo que yo creía que era simplemente su sentido del humor, siempre había sido una mujer tan alegre, llena de vida.

Salí a contemplar lo que mi mujer había visto con tanta impresión. Quiera que todo fuese una broma, no podía ver aquello que ocurría delante de mis ojos, simplemente me quede boca abierto mientras ella se ponía a rezar.

-No entiendo por qué sales con tus cosas-le respondí mientras la veía. Me dio tanta pena verla así, asustada e indefensa.

-Seguro y esto es el fin, tal como lo dijo el pastor-Decía ella mientras sostenía la cruz en su cuello.

De repente todo comenzó a oscurecerse, como si repentinamente anocheciera sobre nuestras cabezas. No sabíamos lo que pasaba con ese cielo tan azul que antes existía sobre nosotros, todos comenzaran a correr como si hubiese un mañana y… ¿Acaso no era cierto? ¿A caso sería la última vez que veíamos la luz?

Admito que realmente me sentí algo asustado, sentía como una gran presión se impactaba sobre mi pecho, sentía claramente como todo el maldito mundo se caía lentamente ante mis ojos.

Al momento en que todo se oscurecía, unos extraños seres con luz propia, parecían amigables…y bueno…ese fue nuestro primer y gran error…creer que son amigables.

Recuerdo que recién llegaron, tratamos de acercarnos a ellos, ya saben…para llegar a ese gran sueño de conocer vida que no fuese de este mundo.

Recuerdo bien al primer sujeto que se les acerco, parecía ser algún agente de seguridad, o al menos algo parecido. En cuanto se acercó a ellos, una enorme y espeluznante sonrisa se dibujó en sus pálidos rostros. De pronto una luz nos volvió a cegar, y ya para cuando pudimos recobrar la vista…El sujeto de seguridad yacía en el suelo, sin aliento con una extraña tonalidad grisácea…no sabíamos que res lo que estaba pasando, pero podíamos asegurar que no era nada bueno.

Cuando finalmente, acabo el espectáculo del cuerpo sin vida de aquel hombre, uno de los extraños comenzó a hablar. Recuerdo su voz claramente, no era cualquier voz, era una voz que erizaba la piel sin motivo alguno.

-Veo que ya pudieron suponer que pasa si intenta hacernos daño,¿ o no?-Decía el espeluznante ser de sonrisa macabra.

-Hemos estado observándolos y creemos que es el momento indicado para iniciar esta revolución.- Comenzaba hablar uno de los demás sujetos.

En ese instante, el suelo comenzó abrirse mientras salían mas de esos extraños sujetos.

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