Caarta Exposicion
Enviado por jessiicadrz • 9 de Febrero de 2014 • 801 Palabras (4 Páginas) • 668 Visitas
Carta exposición de motivos
Zapopan, Jal., a 27 de julio de 2013
Por medio de la presente vengo a exponer los motivos por los que me interesa en esta gran oportunidad, capacitarme en el taller de auxiliar en enfermería.
Termine mis estudios de bachillerato general por competencias este mismo ciclo escolar, tengo la intención de cursar el taller de auxiliar en enfermería, para acrecentar mis conocimientos y lograr mayor eficacia en mis labores profesionales y porque no, en la licenciatura que deseo cursar al concluir este taller.
Mis recursos actuales no me permiten cubrir el monto requerido en una universidad privada, motivo por el cual me considero candidata, para que se me otorgue una de las becas, misma que sostendré, ya que como se desprende de mi historial académico, tengo un buen desempeño académico.
Sin más por el momento, quedo de ustedes.
LAS CAMPANAS DEL TEMPLO
El templo había estado sobre una isla, dos millas mar adentro. Tenía un millar de campanas. Grandes y pequeñas campanas, labradas por los mejores artesanos del mundo. Cuando soplaba el viento o arreciaba la tormenta, todas las campanas del templo repicaban al unísono, produciendo una sinfonía que arrebataba a cuantos la escuchaban.
Pero, al cabo de los siglos, la isla se había hundido en el mar y, con ella, el templo y sus campanas. Una antigua tradición afirmaba que las campanas seguían repicando sin cesar y que cualquiera que escuchara atentamente podría oírlas. Movido por esta tradición, un joven recorrió miles de millas, decidido a escuchar aquellas campanas. Estuvo sentado durante días en la orilla, frente al lugar en el que en otro tiempo se había alzado el templo, y escuchó, y escuchó con toda atención. Pero lo único que oía era el ruido de las olas al romper contra la orilla. Hizo todos los esfuerzos posibles por alejar de sí el ruido de las olas, al objeto de poder oír las campanas. Pero todo fue en vano; el ruido del mar parecía inundar el universo.
Persistió en su empeño durante semanas. Cuando le invadió el desaliento, tuvo ocasión de escuchar a los sabios de la aldea, que hablaban con unción de la leyenda de las campanas del templo y de quienes las habían oído y certificaban lo fundado de la leyenda. Su corazón ardía en llamas al escuchar aquellas palabras... para retornar al desaliento cuando, tras nuevas semanas de esfuerzo, no obtuvo ningún resultado. Por fin decidió desistir de su intento. Tal vez él no estaba destinado a ser uno de aquellos seres afortunados a quienes les era dado oír las campanas. O tal vez no fuera cierta la leyenda. Regresaría a su casa y reconocería su fracaso. Era su último día en el lugar y decidió acudir una última vez a su observatorio, par decir adiós al mar, al cielo, al viento y a los cocoteros. Se tendió en la arena, contemplando el cielo y escuchando el sonido del mar. Aquel día no opuso resistencia
...