Calidad de los Servicios de Salud
Enviado por deiroa • 16 de Abril de 2014 • Informe • 494 Palabras (2 Páginas) • 351 Visitas
Calidad de los Servicios de Salud
Dr. Guillermo I. Williams
Director de Programas y Servicios
de Atención de la Salud - MSAS
Introducción
El concepto de calidad, aplicado a los Servicios de Salud, se ha incorporado en nuestro
país en los últimos años. Esto no implica que históricamente los Servicios de Salud no
hayan buscado permanentemente la excelencia. Pero la adaptación de modalidades
provenientes del sector industrial al sector de los servicios ha provocado un
“aggiornamiento ” que debería repercutir favorablemente en los mismos. No se trata
exclusivamente de poseer calidad técnica o intrínseca, sino de producir actos de calidad y
que esta sea percibida por el usuario.
En el Sector Salud se utilizan habitualmente cuatro palabras con las que se pretende
enmarcar el accionar sanitario. Estas son: Equidad, Efectividad, Eficacia y Eficiencia.
Cuando la prestación de servicios se realizan con equidad, esto es dar más a quién más
necesita garantizando la accesibilidad, con eficacia, esto es con metodologías y tecnologías
adecuadas, con efectividad, esto es alcanzando cobertura e impacto adecuados, y con
eficiencia, esto es con rendimiento y costos acordes, podemos decir sin duda que esto
constituye Calidad de los Servicios de Salud.
El aggiornamiento antes mencionado tiene por un lado la posibilidad de revitalizar viejos
conceptos siempre vigentes, pero ha fortalecido dos elementos que no siempre han sido
tenidos en cuenta. El primero de ellos es la importancia del desarrollo de los procesos y
fundamentalmente tener en cuenta en los servicios la satisfacción y la opinión del paciente
o usuario o como se define hoy día el cliente. En síntesis pensar más que es lo que la gente
necesita y no lo que nosotros le ofrecemos. En otras palabras pensar más en la demanda
que en la oferta de servicios.
Existen algunas consideraciones importantes respecto del término calidad que vale la pena
tener en cuenta. En primer lugar calidad no es sinónimo de lujo o de complejidad, sino que
por el contrario la calidad debe ser la misma en todos los niveles de atención. En segundo
lugar no constituye un término absoluto sino que es un proceso de mejoramiento continuo.
En tercer lugar es una cualidad objetivable y mensurable. Por último no depende de un
grupo de personas sino que involucra a toda la organización.
El desafío es poder evaluar este proceso en su conjunto en cada establecimiento de modo
tal que pueda ser objetivado y comparado, que permita conformar estándares y elaborar
procesos correctivos para producir mejoras continuas.
Para estos fines es imprescindible introducir la cultura de la evaluación institucional,
desarrollando procesos evaluativos
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