Cambio Y Resistencia Organizacional

BUSCALIBRE.COM: DEL INTERCAMBIO DE LIBROS A PORTAL DE VENTAS

Eduardo Stekel aún recuerda quien fue su cliente número uno. Incluso tiene guardada la boleta que él mismo le entregó al comprador cuando fue a despachar el primer libro que vendió: “La Ciudad de los Césares”. Así partió la segunda etapa de buscalibre.com, tras dejar de ser un sitio de intercambio de libros usados, para transformarse en un portal de ventas.

Cuando egresó en 2007, el sitio de libros usados que había creado un par de años antes, tenía un gran número de visitas, “encontré que había una oportunidad de negocios para hacer una librería online en Chile y que incluso podía pasar a ser de un portal de intercambios a una librería virtual”. Partió solo y en la cocina de su casa como centro de operaciones. Iba a comprar los libros a la editorial, su mamá o él los envolvía y los entregaba personalmente.

Cuando ya le pudo pagar al primer motorista para que despachara libros, se dio cuenta que no sabía ni siquiera cómo contratar a alguien. “En la universidad aprendí muchas cosas de ingeniería, pero hay cosas que uno no sabe. No sabía qué preguntarle a alguien que iba a trabajar conmigo, ni tampoco cómo crear una empresa” cuenta Eduardo.

“Para todo ese proceso me faltaba alguien que tuviera un poco más de know how” dice y decidió buscar un socio con experiencia. Así llegó a Ricardo Wurgfat, quien había trabajado en la banca y estaba en busca de un emprendimiento. Compró un porcentaje de la empresa y desde ese momento quedó como socio de Buscalibre.cl. Stekel reconoce que comenzó a “liberarse” de algunas responsabilidades. Desde que empezó con Buscalibre.cl, había pasado por todos los trabajos de la empresa: creación del software, finanzas, empaquetar, despacho, entre otras. “Lo primero que dejé de hacer”, recuerda “fue envolver. Siempre he sido malo para eso. Tengo cero habilidad manual”.

En ese entonces, Buscalibre.cl, era un retail online con proveedores locales. Pero se dieron cuenta que muchos lectores iban a buscar libros a Argentina, España o Estados Unidos. “Pensamos en explorar la oportunidad de traer libros de afuera bajo demanda. Eso nos llevó a contratar proveedores externos para incrementar la oferta. Y nos fue bien. Los clientes lo valoraban y, por eso, empezó a crecer el negocio ya que dábamos más de lo que uno puede encontrar hoy en Chile. Pasamos ese años de siete mil a dos millones de títulos”.

Amigos consejeros

En otro rincón de Santiago, Boris Kraizel había partido con otro amigo una empresa de comercialización de prepago, algo así como las gift card de las multitiendas, explica. Cuando salió de la universidad se fue a Estados Unidos y vio en una estación de servicios unos estantes con tarjetas para regalar. Así partió la idea y un negocio exitoso. Estuvo cerca de tres años con su primer emprendimiento hasta que en 2009 vendió la empresa. Por un tiempo se quedó trabajando en ella, después viajó y, al llegar, le propuso a su compañero de colegio y universidad que quería involucrarse en Buscalibre.cl. “Puse la plata que había sacado de mi otro emprendimiento, partí con un porcentaje chico y ¡ahora estoy a punto de ser el dueño completo!”, comenta Boris entre risas. “Como siempre fuimos amigos, sabíamos en qué estaba el otro. Además tenemos una especie de “directorio informal” entre amigos emprendedores en el cual nos apoyamos harto. Yo opinaba sobre su empresa y él opinaba sobre la mía. Sabía muy bien toda la historia desde que Eduardo empezó con Buscalibre”.

Tanto Eduardo como Boris dicen que el emprendimiento de ambos surgió de una necesidad de desarrollar las ideas que venían desde la universidad. “Tener la libertad de llevar la empresa hacia donde quieras. La libertad es fundamental

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