Cantos Marianos
Enviado por nesy76 • 13 de Diciembre de 2014 • 925 Palabras (4 Páginas) • 183 Visitas
1.- HOY HE VUELTO
Cuántas veces siendo niño te recé,
con mis besos te decía que te amaba.
Poco a poco con el tiempo, olvidándome de Ti,
por caminos que se alejan me perdí.
Hoy he vuelto, Madre, a recordar
cuántas cosas dije ante tu altar
y al rezarte puedo comprender
que una Madre no se cansa de esperar.
Al regreso, me encendías una luz,
sonriendo desde lejos me esperabas.
En la mesa, la comida aún caliente y el mantel
y tu abrazo en mi alegría de volver.
Aunque el hijo se alejara del hogar,
una madre siempre espera su regreso.
Que el regalo más hermoso que a los hijos da el Señor
es su madre y el milagro de su amor.
2.- LA GUADALUPANA
Desde el cielo una hermosa mañana (2x)
La Guadalupana (2x)
La Guadalupana bajó al Tepeyac.
La Guadalupana (2x)
La Guadalupana bajó al Tepeyac.
Su llegada llenó de alegría (2x)
De paz y armonía (2x)
De paz y armonía y de libertad.
De paz y armonía (2x)
De paz y armonía y de libertad.
Desde el cielo una hermosa mañana...
Por el monte pasaba Juan Diego (2x)
Y acercose luego (2x)
Y acercose luego al oir cantar.
Y acercose luego (2x)
Y acercose luego al oir cantar.
Desde el cielo una hermosa mañana...
3.-MADRE ERES TERNURA
Madre eres ternura
eres una flor
blanca y presiosa
llena de amor (2)
si señora ven ami
ven,ven ami
cubreme con tu manto
lleno de amor (2)
4.- MI VIRGEN BELLA.
Tú eres la esperanza que a nosotros,
en forma de mujer, mandó el Señor,
le pides con paciencia que su enojo,
no caiga sobre el mundo pecador
Tan puro es tu amor y tan hermoso,
que, humildes, nos postramos a tus pies.
No me atrevo a mirarte a los ojos,
indigna que me siento ante tu ser.
Como quisiera, ¡ayy!, mi Virgen Bella
que mi cariño se convirtiera en una ofrenda
y así entregártelo.
Reina del cielo, la más amable,
como un lucero maravilloso
que siempre está...
cuidándonos.
Hoy ante tu altar, y en tu presencia,
te quiero regalar mi corazón.
Va lleno de oraciones y promesas,
para que se lo entregues al Señor.
Tú eres la esperanza de mi pueblo,
pues México escogiste para ser
lugar en que los pobre tú pudieras
tu amor y bendiciones conceder.
Como quisiera, ¡ayy!, mi Virgen Bella
...