Cap 1 Principio Del Placer
Enviado por • 15 de Septiembre de 2013 • 364 Palabras (2 Páginas) • 341 Visitas
Aceptamos el principio según el cual el decurso de los procesos anímicos es regulado automáticamente por el principio de placer. Lo pone en marcha una tensión displacentera, y después adopta tal orientación que su resultado final coincide con su disminución, invitación de displacer o producción de placer. En cuanto al significado de las sensaciones de placer y displacer se adopta la hipótesis más laxa, se refiere placer y displacer a la cantidad de excitación no – ligada, presente en la vida anímica; (placer T, displacer T), placer, reducción de la Q, displacer incremento. No una relación simple, menos una proporcionalidad directa; el factor decisivo es probablemente el incremento o reducción en un período de tiempo.
Los hechos que movieron a adoptar el principio de placer encuentran también expresión en la hipótesis según la cual el aparato anímico se afana por mantener lo más baja posible, o al menos constante, la Q. Esto equivale a decir lo mismo. Pero no es cierto que la mayoría de nuestros procesos anímicos vayan acompañados de placer o lleven a él. En el alma existe una fuerte tendencia al principio de placer, pero otras fuerzas lo contrarían.
El primer caso de una tal inhibición tiene el carácter de una ley. El principio de placer es propio de un trabajo primario, inutilizable y aún peligroso para la autopreservación.
Bajo el influjo de tales pulsiones es relevado por el principio de realidad, que sin renunciar a un logro final de placer; pospone la satisfacción, renunciar a diversas posibilidades de logarla y tolerar displacer. Otra fuente de desprendimiento de displacer, surge de los conflictos y escisiones producidos en el aparato, en el desarrollo.
Ciertas pulsiones son inconciliables con las restantes en el yo, por lo cual caen en el proceso de represión. Bajo este proceso, la satisfacción directa o sustitutiva será vivida por el yo como displacentero.
En las restantes vivencias de displacer puede afirmarse que no contradice el principio. En su mayor parte es de percepción. Percepción del esfuerzo de pulsiones insatisfechas o que existe especulativas displacenteras como peligro. La reacción frente a las mismas, donde se sitúa la genuina actividad del aparato, puede ser conducida al principio de placer o su modificación, el de realidad.
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