Capitalismo Flexible
Enviado por prince_coronel • 5 de Mayo de 2014 • 1.954 Palabras (8 Páginas) • 352 Visitas
En la Corrosión del carácter, capítulos a la Deriva y la Rutina, Sennett muestra como el capitalismo sobre el carácter humano, es decir que parte de la base de que el trabajo varía el carácter de la gente. Su tesis gira en torno a que para que se dé la formación de carácter se necesita una garantía de estabilidad, que la sociedad capitalista no puede ofrecer en tanto su esencia es el cambio permanente. El carácter es entendido como el valor ético que atribuimos a nuestros deseos y a nuestras relaciones con los demás, rebasando la significación moderna de la personalidad. El carácter refiere tanto a movimientos internos de la persona como a los externos, a través de los cuales se interactúa con los demás.
La metodología que utiliza el autor para demostrar que sus argumentos son validos es la de ilustrar lo que sucede en las vidas personales de un Padre y su Hijo, quienes a causa del cambio permanente de la sociedad manejan un lógica diferente del mercado, siendo el padre un asalariado durante toda su vida y su hijo un asesor independiente –forzosamente .El padre como lo demuestra Sennet en el presente texto, lleva una vida laboral lineal con un sueldo fijo; por el contrario, su hijo es arrojado al mundo de la flexibilidad laboral, donde los salarios son volátiles y depende de la lógica neoliberal. En este sentido el autor nos muestra dos formas diferentes de ver la vida, y dos maneras diferentes de enfrentarse a ellas, quienes a pesar de provenir de la misma clase social han seguido diferentes destinos como consecuencias de sus actuaciones en sus trabajos.
Con el propósito de mostrar las categorías de análisis que el autor propone para analizar el fenómeno social a continuación se realizará una breve descripción de los diferentes puntos de vista que propone en cada uno de sus personajes el padre, Enrico, y el hijo, Rico.
En primera instancia nos habla de Enrico, quien es un funcionario sumido a la rutina pero que muestra cierta complacencia y agrado por su trabajo y con su vida, resaltando sus ideales conservadores enmarcados dentro de algunos prejuicios respecto de ciertos sectores como inmigrantes o los negros. El personaje es mostrado como alguien quien ha tenido muy asumida su clase social y condición social. Siguiendo en la misma línea, Enrico siempre ha sabido cuanto dinero tenia, cuando se podría jubilar y con cuanto poder económico lo haría. Tenía controlado cada segundo de su vida, pudiéndole sacar provecho a cada uno de ellos, por lo tanto sus planes son puestos a largo plazo.
En contraparte se encuentra su hijo, Rico. Es un ejecutivo que tiene cambios constantes en su vida, ya sea de vivienda, de trabajo o de ciudad. Y en todos estos cambios puede pasar de ser el jefe de la empresa de una ciudad a ser un simple trabajador de otra empresa de otra cuidad o país. Al contrario que su padre, Rico siempre se preocupa por su clase social y siempre ha hecho todo lo posible para subir de estatus social.
Además está preocupado por la clase de ética que inculca a sus hijos, ya que en el fondo piensa que está demasiado involucrado su el trabajo y no presta la suficiente atención a su familia. Sus planes siempre son a corto plazo, sólo puede plantear su vida para el mañana; nunca puede asegurarse donde estará al cabo de un mes. Su vida está marcada por la flexibilidad del nuevo capitalismo.
A partir de las representaciones que tiene el hijo de Enrico sobre el trabajo, la familia, los hijos y la sociedad en general, el autor resalta que los valores éticos pueden verse afectados por las decisiones cortoplacista propios de los cambios que ha tenido el capitalismo, en especial: La lealtad, el compromiso, la confianza y la solidaridad.
En este sentido el autor destaca los dilemas a los que se enfrenta Rico, quien logra cuestionarse por el tipo de ética que le puede enseñar a sus hijos si los valores que él cree como buenos y duraderos no pueden verlos en él y por tanto no pueden servirles de ejemplo. De esta manera al nuevo capitalismo solo le importa obtener la capacidad intelectual de los individuos y en este sentido su capacidad de obtener y cumplir con los objetivos del capital, pasando por alto los lazos y valores éticos de los individuos.
Frente a esta situación a la que se enfrenta el individuo actual, Sennett nos propone una frase:“ Nada a largo plazo”, como una forma de develar el sentir de una sociedad que pocas garantías encuentra en su futuro. De esta manera nuestra actuar socialmente, tener amigos, generan lazos socio-afectivos, se ve quebrantado por la dinámica del capital. Así todo está definido por el cambio: “Todo es cambio”, las organizaciones están cambiando, se está sustituyendo la jerarquía piramidal por un sistema fragmentario y cada vez hay más ajustes de las plantillas de trabajo.
Con esta “nueva forma de capitalismo”, el autor alerta sobre la idea de que el trabajo estable o de largo plazo ya ha dejado de ser el principal medio para acceder a una vida familiar con prosperidad. A cambio de esto se ha generalizado el valor de la incertidumbre, del riesgo que terminan por disolver la acción planificada y los vínculos de confianza y compromiso. Se deja de lado la rutina, valorada por algunos autores como degradación del intelecto del sujeto afirmación que va en contravía de la planteado por Sennett quien destaca su valor fundamental en tanto genera una costumbre en la prácticas sociales y en la autocomprensión, de esta manera se genera alternativas solo en relación a los hábitos que ya se domina.
Detrás de la creencia que la falta de rutina estimula la innovación frente las circunstancias cambiantes bajo el deseo personal de libertad, se teje una estructura de poder y control que tampoco ha estimulado la creación de condiciones de liberación. Es a dicha estructura de aparente garantía de libertad que se le ha denominado “flexibilidad",
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