Caracter de Universidades

CARACTER IDENTE DE LAS UNIVERSIDADES

Síntesis

La persona que pertenezca a un instituto debe ser portadora del carisma de su familia religiosa, esto quiere decir que aportan la forma de vivir su carisma. La búsqueda no manipulada de la verdad sólo puede encontrar su sentido y significado plenos cuando nuestra inteligencia formada por la fé, nuestra voluntad formada por la esperanza y nuestra libertad formada por el amor. La instrucción y el dominio del arte, de la cultura y de la técnica, deben ir acompañados por la formación religiosa, moral y social del espíritu humano. La formación se hace necesaria como un derecho universal, inalienable para todo ser humano.

El ideal de la universidad es caracterizarse por lo que expresa su propia etimología y sentido originario: la universalidad. A esta universalidad aspira el sentido idente de la catolicidad, pues la “catolicidad” puede defender la integritas que ha mantenido desde siempre, con posibles deficiencias históricas, la Universidad Católica. La palabra “católica” significa “universal”. La forma de catolicidad idente es la que guía en orden a asumir nuestras responsabilidades con el centro universitario y el diálogo con los intelectuales como obligación que dimana de la entraña misma de carisma.

La universalidad debe acoger, defender y promover en la sociedad el producto y la reflexión de la experiencia humana en toda su integridad. La formación de la Universidad Católica debe poner en evidencia las ideologías, las enseñanzas, que intentan desviar de la dirección y sentido que definen una vida humana que forma la relación con Dios y con el prójimo. El universitario requiere instrucción y educación, aptitud y actitud, competencia y formación.

Una de las actitudes deformantes por las que muchos jóvenes se ocultan y huyen de Dios, es la evasión que se pone de manifiesto en la distracción insana, el consumo de drogas, en el libertinaje, en la bebida, en general en las diversas formas infructuosas de querer satisfacer el egoísmo humano.

Fernando Rielo pone a Cristo como figura histórica digna de estudio para todo ser humano, para todo tiempo y lugar, para toda religión y cultura. Es en Cristo en quien nos tenemos que inspirar; con carácter de universalidad para nuestro estudio, nuestra enseñanza, y nuestra forma de actuación. Él es nuestro supremo maestro. Fernando Rielo siempre nos ha instado a que debemos sentar a Cristo en la cátedra de la Universidad, unidos en un solo espíritu.

Reflexión

La forma más idónea para el crecimiento del ser humano en los ámbitos personal y social es gracias al posicionamiento de la cátedra de Cristo con todas sus enseñanzas plasmadas en los libros sagrados como la biblia, y, nuestra universidad tiene este gran reto dentro de su misión y visión, es decir; Buscar la verdad y formar al hombre, a través de la ciencia, para que sirva a la sociedad, impulsado por el Humanismo Cristiano.

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