Carta de Atenas, es un manifiesto urbanístico
Enviado por qarenmart • 21 de Agosto de 2017 • Ensayo • 2.082 Palabras (9 Páginas) • 339 Visitas
Elementos Urbanos
Karen Martínez Díaz
07/04/2016
CARTA DE ATENAS
Carta de Atenas, es un manifiesto urbanístico redactado por Le Corbusier en el año de 1933 durante el Congreso de Arquitectura Moderna, sobre la ruta Marsella-Atenas Marsella.
La imagen y concepto de ciudad que poseo al igual que Le Corbusier es la de concebirla como aquella parte del conjunto económico, social y político que constituye a una región o zona, contrarrestándose esta en la delimitación artificial, la cual se encuentra opuesta a la buena administración de los nuevos conjuntos suburbanos, adquiriendo estos sin esperarlo cierto valor, sea positivo o negativo en busca de convertirse en barrios residenciales “de Lujo” al ser instalados en centros comerciales o simplemente por reunir a poblaciones obreras, siendo este un factor que o puede dar valor o de igual manera restárselo, ya que son justamente estos elementos los que construyen y conforman una región así como su geografía vendrían a ser las limitantes en cuanto a división territorial de agua a montes vecinos los cuales nos marcan un contorno natural, además de estar asociado al valor y capital económico, social y político así como a factores de orden, psicológicos y filosóficos a los que se encuentra ligado el hombre, y de los cuales se van deslindando las necesidades personales y colectivas de la sociedad.
El autor hace referencia a una figura de “hombre aislado” refiriéndose a un hombre incompleto en cuestión a la necesidad de encontrarse vinculado a cierto grupo, dentro del cual sienta seguridad, esto bien llegaría a conformar una sociedad.
Uno de los factores que juegan un papel de suma importancia dentro del destino del hombre en cuestión de planificación urbana vendría a ser las condiciones climatológicas y geográficas de la topografía de la región, en donde todas estas cuestiones físicas naturales como lo llegan a ser la dirección e intensidad de los vientos, la brisa marina, la irradiación de los rayos solares, las llanuras y la topografía en sí, sea accidentada o en su mayoría plana, contribuirán a modelar la ciudad ya que a partir de esto es como comienza la traza y con esto la zonificación por sectores.
Esta zonificación se ve fuertemente marcada por la situación económica, se trate de riqueza o pobreza, ya que esta es la base primordial sobre la cual se determina el estilo y nivel de vida del hombre, en camino hacia el progreso o retroceso; además de condicionar la tipología estructural de las edificaciones del pueblo, ciudad, estado o país por jerarquización.
A esto se suma la situación política, considerándose un factor sumamente fluctuante, esto refiere a la naturaleza política, es decir, si esta se mantiene en constante movimiento y es considerada como un sistema político eficiente en cuanto a su desempeño le brindara a la ciudad cierta “estabilidad” que no preste a modificaciones frecuentes, y que se planeen cada una de las actividades en progreso al desarrollo y activación de la ciudad, esto es sacar provecho de cada uno de los recursos con los que cuente la región, sus antecedentes, que bien podrían o aumentar el valor de la ciudad o por el contrario hacerle menos valiosa; y sus zonas aledañas.
La historia de una ciudad se verá plasmada a través de su o sus trazas urbanas así como en la propia arquitectura dela misma ciudad. Con frecuencia las razones que presiden en el desarrollo de las ciudades se encuentran sometidas a cambios continuos debiéndose al crecimiento o disminución de la población, lo cual nos conlleva a la prosperidad o caso contrario a la decadencia de la ciudad; tratándose de muerte no solo en población si no también se refleja en las obras y el espíritu de la ciudad; la densidad de la población es la relación entre el número de habitantes y la superficie territorial que estos están ocupando, y la densidad admisible para las edificaciones según su tipología variando de acuerdo a su naturaleza.
Una ciudad se va conformando al paso del tiempo, en un principio como simples edificaciones las cuales son levantadas, y que con el tiempo van cobrando valor, pudiendo inclusive alcanzar a convertirse en un hito de la ciudad o región.
Como dice el autor: “En los sectores urbanos congestionados las condiciones de habitabilidad son nefastas” debido a la falta de espacio para alojamiento, áreas verdes, y falta de mantenimiento para las edificaciones ocasionando con esto la presencia de población con un nivel de vida demasiado bajo, inclusive llegando a situaciones precarias con viviendas en zonas marginales. El individuo que pierde contacto con la naturaleza presenta alteraciones y graves problemas en su salud, dentro de los problemas destacan las alergias, las cuales son el principal mal que aflige a la actualidad. Por esto es de suma importancia que las construcciones e instalaciones destinadas al hombre se adapten a sus necesidades de higiene, aunque en buena parte esto dependerá y es factor que se deslinda de las condiciones climatológicas del sitio, y en base también a las necesidades del rubro que cubra a las actividades que en la edificación se desempeñen, en consecuencia también a las viviendas así como el que se encuentren en zonas favorecidas. Esto es zonificar de acuerdo a lo más conveniente para la población, de acuerdo a las características físicas y mercadológicas de la región (asignar a cada área territorial una función, es decir sectorizar por zona industrial (pesada-ligera), zona residencial, zona comercial, zona de equipamiento, y de esparcimiento, etc.)
Aunque exista una urgencia en cuestiones de legislación a la hora de marcar una gran diferencia en la vivienda digna de la modesta, se debe trabajar demasiado en no favorecer única y exclusivamente a un grupo selecto de la población (monetariamente superior) se requiere de aplicar una estricta reglamentación urbana la cual prohíba que los individuos sean privados de servicios esencialmente básicos para el desempeño de las funciones vitales para la vida diaria del hombre, tales como servicio de luz, agua, drenaje y el derecho a poseer un pedazo de tierra que se encuentre en un asentamiento regular que no ponga en peligro la vida e integridad de las personas; y de esta manera puedan tener una vida digna en lo que a mi refiere el término.
Otro de los problemas que aborda el autor en cuestión de planificación es el alineamiento que se le da a las viviendas en los fraccionamientos tradicionales, ya que todas estas son dispuestas de tal manera que al quedar al borde de la calle solo una parte mínima de la vivienda queda expuesta a la radiación solar, lo cual convierte a estas viviendas un tanto frías e inconfortables para el hombre, tratando de solucionar la problemática por medios artífices como sistemas de calefacción los cuales resultan poco convenientes en cuestión económica y ambiental; por desgracia la reglamentación municipal de la ciudad busca más allá del bien común la sobreexplotación del suelo consiguiendo con esto sacar el máximo económico invirtiendo el mínimo de territorio, esto se ve reflejado en las limitaciones de los espacios de las viviendas, los cuales llegan a ser en algunos casos un tanto ridículos ya que resultan insuficientes para la circulación y movimiento constante del hombre para desempeñar sus funciones. Por cuestiones económicas esta situación sigue creciendo cada vez más a prisa y los fraccionamientos con viviendas extremadamente pequeñas siguen en desarrollo; en los cuales hoy por hoy lo que reclaman las familias son instalaciones colectivas, servicios médicos, guarderías, escuelas, instalaciones deportivas, etc, en donde puedan esparcirse libremente; ya que frecuentemente en asentamientos irregulares las escuelas se ubican en lugares demasiados alejados de la vivienda, poniendo en peligro la integridad y salud del menor. En lo sucesivo los barrios de vivienda deben ocupar los mejores emplazamientos urbanos, aprovechar el clima en lo mayormente posible y disponer de los espacios verdes existentes.
Las ciudades tal como existen hoy, se construyen en condiciones contrarias al bien público y privado; se debe buscar simultáneamente las mejores vistas, el aire más saludable así como sus corrientes, teniendo en cuenta los vientos y vertientes mejor ubicados; sin olvidar emplear y sacar provecho al máximo de las áreas verdes existentes naturales, o crearlas en caso de ser necesario o más aun reconstruirlas si han sido destruidas o emplazadas.
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