Caso Chicles
Enviado por jimenadeli • 2 de Abril de 2014 • 438 Palabras (2 Páginas) • 340 Visitas
Con 50 años de antigüedad y un prestigio consolidado en el mercado, “Chicles el Rey” se anticipaba agresivamente a sus competidores en la toma de decisiones para continuar con su posición privilegiada, lo que le ha permitido controlar el 90% del mercado nacional. Asimismo, se caracteriza por el buen trato a sus empleados y por las “jugosas” prestaciones que les otorga, así como por sus incentivos por puntualidad y productividad.
Hace dos años, Jacobo Armenta, un empelado con un gran historial de trabajo y “carta limpia de servicios”, sin causa aparente faltaba continuamente, lo cual fue observado por su supervisor, Ramiro Gómez.
Jacobo era uno de los pioneros de la organización, pues tenía 22 años en ella y había suplido a su padre, quien ya se había jubilado. Por ello, el supervisor había pasado por alto las ausencias de Jacobo, por lo cual no se le descontaban. Sin embargo, cuando sus ausencias se incrementaron y afectaron el desempeño de su departamento y de otras áreas interrelacionadas, Ramiro le sugirió que fuese a visitar al médico de la empresa. Jacobo se negó y acto segundo faltó tres días consecutivos.
Ante ello, el supervisor reportó las ausencias a un comité que analizaría la situación, el cual decidió que Jacobo debía someterse a un examen del médico de la empresa, quien debería informar sobre su estado. En su reporte, el médico comunicó al comité que Jacobo lo había tratado de una manera amable pero que percibió en él poca motivación; además estaba demacrado y un tanto delgado. El médico diagnosticó una ulcera péptica, por lo que pidió a Jacobo que ingresara al hospital para iniciar un tratamiento de recuperación.
Sorpresivamente, Jacobo se negó a acatar las instrucciones del médico, por lo cual el comité pidió a Ramiro que lo visitara, pues debido a que lo conocía muy bien, se esperaba que pudiera convencerlo de ingresar al hospital.
El grupo de trabajo al cual pertenecía Jacobo, se mantenía interesado sobre su salud y continuamente preguntaba al médico sobre su estado. Esta situación repercutía negativamente sobre el desempeño de todos los integrantes del grupo. Cuando Jacobo se percató del interés que mostraban sus compañeros, su supervisor y la empresa sobre su estado de salud, aceptó iniciar su tratamiento de recuperación y mejoró notablemente su desempeño. No faltaba a sus labores y además llegaba puntualmente.
El supervisor de Jacobo comentó: “Pienso que podríamos haber atendido antes a Jacobo y quizá no hubiese faltado al trabajo. Tal vez se sentía deprimido, asilado y temeroso de que los demás se enteraran de su enfermedad. Lo que es indudable es que la situación de Jacobo afectó a las demás áreas de la empresa”.
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