Caso: El sílabo no hecho

5Caso: El sílabo no hecho

Catie González y César Lip

Metodología de la Investigación es un curso que forma parte del primer ciclo del plan de estudios de las ocho carreras profesionales que ofrece la Universidad Terranova. Los dos primeros ciclos de los planes de estudio son administrados por la Escuela denominada Estudios Generales, la cual es dirigida por la Dra. Juliana Rosendo, ingeniera química, con muchos años de trabajo como docente y directiva en varias universidades de Lima.

Los estudiantes matriculados en la asignatura son de diversas especialidades y se han agrupado de acuerdo a la afinidad disciplinaria en tres áreas: 1. Ciencias Económicas, 2. Ciencias Contables, y 3. Ciencias Administrativas.

El desarrollo de dicha asignatura está a cargo de una economista, un administrador, una contadora y un licenciado en Filosofía especialista en epistemología. Todos ellos ostentan el grado académico de maestría, y la contadora funge de coordinadora del curso.

Un mes antes del inicio del curso, el grupo se reunió para revisar el silabo y programar las actividades para su desarrollo. Los semestres anteriores el silabo y desarrollo del curso habían sido duramente criticados por los estudiantes, los decanos y directores de escuela, y por el mismo vicerrector, por considerarlo ineficaz, metodológicamente inadecuado, técnicamente deficiente, entre otras acres opiniones. Desde esta primera reunión, la cual contó además con la presencia de la Directora Rosendo, fueron claras las discrepancias en diversos puntos de la planificación microcurricular. La primera reunión terminó tras 5 horas de acaloradas discusiones sobre temas como:

1. ¿Cuáles competencias los estudiantes desarrollarán con la asignatura?
2. ¿Cuál es la mejor forma de organizar los contenidos?,
3. ¿Cuál o cuáles serían las estrategias apropiadas para el desarrollo del curso?,
4. ¿Cómo serán la evaluación de los aprendizajes?,
5. ¿Debería ser un curso sólo teórico o los alumnos deberían realizar una pequeña investigación?

Además, otros puntos de discrepancia que no estaban previstas fueron surgiendo. Por ejemplo, el filósofo  insinuó, no muy sutilmente, que los únicos que deberían enseñar Metodología de la Investigación eran los epistemólogos, ya que manejaban las distintas dimensiones que implica investigar científicamente, como las escuelas filosóficas, la lógica, el estudio de problemas directos e inversos, la hermenéutica y, que además, decía el filósofo, cuentan con una notable heurística.[pic 1]

Sintiéndose agredida, contraatacando, la contadora Claudia Quispe, coordinadora del curso, quien sabía que el filósofo no había publicado ningún trabajo de investigación- dijo: “No creo que saber sobre investigación, sea suficiente para ser un buen profesor de Metodología de la Investigación. Es necesario contar con la experiencia de haber investigado”. La economista con ánimo conciliador y buscando retomar el camino de lo técnico y evitar las alusiones personales, planteó el asunto de:[pic 2]

1. ¿cuáles son las competencias que debe tener un docente para enseñar una asignatura?

Pero, tras pensarlo un poco, ya habiendo captado la atención de sus colegas docentes, la economista dijo: Creo que en realidad la pregunta correcta es:

1. ¿Cuál es el rol que debemos cumplir como docentes en este curso?

Miguel Medina, el administrador que hasta entonces había guardado silencio, refirió que al finalizar el semestre anterior, había leído en un libro de didáctica que el rol del docente depende de la estrategia metodológica que emplea en cada sesión de aprendizaje concreta. Inclusive, dijo, aquí tengo la separata que utilizamos, escuchen: “En la estrategia didáctica de Aprendizaje orientado a proyectos, el rol del docente es Supervisar y revisar el plan de trabajo de cada equipo. Reunirse con los equipos en espacios de tutoría. Utilizar las clases presenciales para satisfacer necesidades de los grupos. En la estrategia didáctica Método de Casos, el rol del profesor ser guía de los estudiantes para que relacionen sus conocimientos previos con el conocimiento generado a través del debate y la discusión. Y, en el Aprendizaje basado en problemas, su rol es ser un  tutor de búsqueda de la información y un orientador en el proceso de solución. Además, en las tres estrategias su rol es evaluar el aprendizaje de los estudiantes.”.[pic 3]

La directora de la Escuela de Estudios Generales, quien pacientemente había esperado que sus colaboradores se pongan de acuerdo, también había asistido al curso mencionado por Miguel Medina y quedado convencida de que las estrategias centradas en los estudiantes eran “las estrategias para el modelo de formación por competencias”, modelo que se implementaba en su universidad. La Dra. Rosendo hizo recordar entonces a los profesores reunidos que ya había ordenado que todas las asignaturas se desarrollasen usando esas tres estrategias didácticas. Agregando que sería mejor que “armen” un buen curso, porque los decanos y directores de las escuelas académico-profesionales estaban buscando convencer al vicerrector académico de que el curso de Metodología  de la Investigación no sea dictado en los primeros ciclos, sino en los últimos, ya que, según ellos, “se trata de que los estudiantes aprendan a investigar en su disciplina y no a investigar en general. Y para eso, los docentes tienen que ser de la misma carrera que sigue el estudiante.” La Dra. Rosendo se despidió entonces y al salir dijo: “Espero que se pongan de acuerdo y máximo una semana antes del inicio del semestre espero tener en mi escritorio el sílabo y el programa del curso listos, ya que ese día, que estoy regresando de mis vacaciones, debo entregarlo al vicerrectorado para su aprobación.”

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