Celos

Celos

¿Quién no ha sentido celos de cualquier tipo, por su pareja, por un amigo, por envidia hacia el éxito o posesión de otra persona…?

Los celos son una respuesta natural ante la amenaza de perder una relación interpersonal importante para la persona celosa, no importa su condición socio-económica, forma de crianza, raza, edad, sexo, orientación sexual entre otras. Los celos pueden ser sanos cuando es algo que se debe hacer sobre una base de equidad en la pareja, sin embargo acudir a estas conductas refleja carencias personales muy profundas.

Tipos de celos:

Confraternidad: celos de un hijo que va a tener un hermanito al cual enfocan la atención

Juveniles: se presentan en la adolescencia cuando se empieza a buscar pareja y otro chico “se la gana”

Amorosos: son los más comunes y en el que nos enfocaremos; es la envidia y egoísmo de una persona atraída por otra. Los celos provocan que el sujeto que lo padece, se sienta perjudicado y practique un sobre dominio de la persona objeto del celo, atrapándole en una red de circunstancias opresivas como la privacidad de la libertad, aislarla, seguirla al trabajo o a la escuela, revisar sus relaciones externas como su celular y redes sociales buscando una evidencia de traición.

(Anécdota)

Los celos patológicos se pueden manifestar en hombres y mujeres causándoles angustia e infelicidad, incluso hasta provocar una agresión física, secuestro o hasta un posible asesinato.

Algunas personas concuerdan en que los celos de los hombres son más grandes que los de las mujeres ya que su cerebro tiene más grande la hipófisis que controla este sentimiento y la testosterona, que hace que su instinto de procreación o satisfacción sexual, sin embargo en el concepto amoroso, las mujeres pueden ser más susceptibles a un ataque de celos.

Bien podríamos decir que nuestros celos, en gran parte, son entonces el resultado de nuestra inseguridad, nuestra poca capacidad para desarrollarnos como individuos independientes, el peso de nuestra calidad como sujetos sociales y en cierta medida, de nuestro profundo egoísmo.

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